viernes, 11 de diciembre de 2009

Boca Paila



Esta es la playa de Boca Paila, en ella desemboca la laguna de Muyil, en la Reserva de la Biosfera de Sian Kaan, en Riviera Maya.

A primera vista parece una playa perfecta con su arena blanca y su agua azul, pero no es así. El agua era verdosa por la desembocadura de la laguna, y en la orilla se acumulaba tal cantidad de espuma que parecía que estuviera sucia.
Sin embargo fue la playa que más me gustó, porque no había casi nadie, estuvimos solos, y estuvimos haciendo fotos muy divertidas. Nos hicimos fotos en las palmeras debajo de los cocos, entre la espuma, tumbados en la orilla mientras iban llegando las olas.

Aunque las cosas no sean perfectas hay otros detalles que hacen que lo sean.

martes, 8 de diciembre de 2009

La última tarde que pasé contigo

Fue triste. Muy triste. Los dos metidos en la cama bajo el edredón para no pasar frío, y aún así no sentía nada de calor.
Tú me decías que te sentías fatal, pero que era lo mejor, que tengo que encontrar a alguien que me corresponda, que me dé lo que tú no puedes darme. Yo quería decirte muchas cosas, y no podía porque se me saltaban las lágrimas. Y tú seguías hablando, y abrazándome, y diciéndome que me ibas a echar mucho de menos, que te quedabas solo y no tendrías a nadie con quien hablar porque con nadie tienes la confianza que tienes conmigo, que no hacías todo esto para estar con nadie, que lo hacías por mí, por los dos, porque no quieres seguir viéndome sufrir por tí. Decías que no me vas a olvidar nunca, que no esté triste que seguro que todo sale bien, que un día te lo agradeceré.

Y yo me sentía fatal, tan triste, aún sabiendo que lo haces por mí, que quieres verme feliz, que no eres tan egoísta como todo el mundo ha dicho. Quizá la egoísta he sido yo por no ver que tú te sentías mal al verme así y seguir con esto adelante porque quería estar contigo. Me dices que yo no tengo que culparme de nada, que nada de esto ha sido por mi culpa, que no he hecho nada mal, al contrario, solo te he dado todo, hasta lo que nadie habría hecho por tí lo he hecho yo. Me dices que nadie te ha obligado a nada y que si has seguido conmigo es porque estabas genial, porque te lo pasabas muy bien, te reías mucho conmigo y te sentías muy a gusto. Que es muy difícil para tí también terminar con esto. Que sabes que el día que conozcas a alguien no podrás evitar las comparaciones, y dirás Sally hacía esto, Sally hacía lo otro, porque no todas las chicas hacen las cosas que he hecho yo contigo. Me dices que aunque hagas las mismas cosas o vayas a los mismos sitios no será igual, nunca será igual.

Y yo no dejo de llorar, y tú tampoco puedes evitarlo. Y nos abrazamos, y me das un beso y yo te abrazo más fuerte.
Llega el momento de irte, vamos a tu casa y no podemos despedirnos. Qué nos decimos? No sé qué decirte. Cuídate, no corras tanto por la carretera, no me olvides... Cualquier cosa ya está fuera de lugar. Dices, si cuando pasa el tiempo no has conseguido ser feliz esto no habrá servido para nada. Quiero que sirva para que los dos consigamos estar bien. Un último beso, hazme una perdida cuando llegues a casa, intenta conducir tranquila por favor.
Lo intento, miro hacia tu portal y veo que estás mirándome, que no te metes hasta que no me vaya. Sabes que es la última vez que me ves. Igual que lo sé yo, y no quiero irme. Pero al final arranco el coche y giro la calle. Y me saltan las lágrimas.

Había sido un finde como otro cualquiera, lo pasamos genial, tuvimos nuestra cena romántica, hablamos, fuimos de compras a Lérida. Curiosamente el mismo sitio al que fuimos la primera vez que salimos. Te miraba en el coche y te dije, cuánto has cambiado desde la primera vez que fuimos. Todo ha cambiado tanto.

Esta vez sabía que era la última vez que hacía el amor contigo. Y sentía tanto amor, tantas ganas de tí, tanta pena de perderte. No quería que te fueras, no quiero perder tu tacto, tus caricias. No quiero perderte.

Cuando estaba en la cocina preparando la comida, los espaguetis, mis espaguetis que tanto te gustan y que nadie hace como yo, viniste y me abrazaste por detrás. Rodeaste mi cintura y dijiste lo más bonito que he oído en tiempo: Al menos piensa que ya siempre formarás parte de mí, porque me has enseñado tantas cosas y me has cambiado tanto que ahora mi carácter es gracias a tí.

Tu también formarás parte de mí siempre mi niño.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Miércoles

El domingo cuando hablamos le dije que no me llamara hasta el viernes, que si quería ya le llamaría yo.

El lunes lo pasé fatal, no paraba de llorar y le echaba tanto de menos. No podía pasar un día sin hablar con él, sin saber cómo estaba y sin contarle lo que había hecho. Así que le llamé, total, para una semana que nos queda por qué desaprovechar un día?

Estaba hecho polvo, dijo que no había estado tan triste nunca, intenté evitar hablar del tema y estuvimos hablando de las fotos, del viaje y de otras cosas del trabajo y del día en general.

Esa noche pude dormir al menos, estuve más tranquila, y el martes lo pasé mejor, pensando en el finde. Ya sé que es raro, pero pensaba que nos veríamos y tenía muchas ganas.

Por la noche al ver que no me llamaba empecé a deprimirme otra vez. No me gusta pasar un día sin saber nada de él. Esta mañana le he escrito un correo al trabajo y no me ha contestado, pero tampoco es raro, normalmente está muy liado y no lo hace. No sé si me llamará o no esta noche, de todas formas tendré que acostumbrarme a estar sin saber nada de él, sin contarle mis cosas. Pero qué mal se lleva.
Tampoco sé por qué de repente ha pasado de querer hablar conmigo a no llamarme. Igual también se está acostumbrando.

Voy a echarle mucho de menos, sus llamadas, escribirle correos al trabajo cuando estoy aburrida o agobiada, o cuando estoy bien para decirle hola, tengo ganas de verte. Voy a echar de menos sus bromas, su voz, su piel tan suave, sus ojos que me vuelven loca. Echaré de menos las comidas, las sangrías de cava, nuestras cenas románticas, ir al cine e hincharnos de palomitas, ver el canal Buzz con él, o las pelis malas de miedo.
Echaré de menos hasta su ropa tirada por el baño cuando sale de la ducha.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Lo inevitable

Se veía venir hace tiempo. Lo habíamos discutido y hablado, pero hasta este finde no se hará realidad.

Durante el viaje le veía raro a veces, como tristón, y me preguntaba cosas del tipo qué has ganado y qué has perdido conociéndome? Me decía que este año tenía que replantearse muchas cosas.

El jueves estuvimos hablando por teléfono, como todos los días, yo sabía que algo le pasaba, y le pregunté, me decía que nada, pero insistí porque soy muy pesada cuando me pongo. Dijo que era algo que no quería hablar por teléfono sino cara a cara.

- Quieres dejarlo verdad?

Me dijo que no quería pero teníamos que hacerlo, que ya llevábamos mucho tiempo igual, y a él se le parte el corazón de no poder corresponderme, de ver las caras de felicidad que pongo estando a su lado y él no poder sentir lo mismo.
Dice que no quiere verme mal, que me está haciendo más daño que otra cosa, porque además podemos seguir así años, porque él está genial conmigo, pero así no conoceré a nadie que me merezca, a alguien que sienta lo mismo por mí.
Dice que me quiere mucho, que soy alguien muy especial para él, que yo le he aportado y enseñado un montón de cosas, que le he dado toda la tranquilidad que le faltaba, que ha cambiado mucho a mi lado, para mejor, y que soy una tía que vale mucho la pena. Que está genial conmigo, que le gusta todo lo que hacemos, viajes, excursiones, hasta estar en casa viendo la tele.
Y entonces se echó a llorar. Yo no me lo creía, me sentía mal, porque entonces me dí cuenta que quizá yo también le estaba haciendo daño con mi actitud de seguir con esto a toda costa.

Esa noche me derrumbé, no pude evitar las lágrimas aunque estaba en casa de mis amigos viendo gran hermano y no quería decir nada todavía. No lo pude evitar. El viernes lo pasé más o menos normal, pensé que igual solo había sido un bajón y se pasaba como siempre. El sábado otra vez estuve nerviosa y pensando. Y el domingo por la noche volvimos a hablar, y aunque no quería sacar el tema porque habíamos quedado que lo hablaremos este finde tranquilamente al final salió.
Le dije que tal vez todo eso que me dijo el jueves, que por otra parte era la declaración de amor más sincera y puede que la única que he tenido, que a lo mejor era amor por su parte. Que igual estaba enamorado y no se daba cuenta porque creía que tenía que sentir otras cosas. Enseguida me cortó y me dijo que no, que no me empeñara, que de sobra sabía lo que sentía. Que ojalá en estas cosas mandara la razón, porque entonces lo tendría claro, pero no manda la razón.
Dice que lo está pasando fatal, que se siente mal, pero que a la larga será lo mejor para los dos. Que no es porque tenga a nadie ni porque quiera conocer a nadie, solo que se va haciendo mayor, se va dando cuenta de que me hace daño estando a mi lado sin sentir lo mismo, que no avanzamos, estamos metidos en una telaraña de la que no salimos ninguno de los dos, yo por estar con él esperando a que algo cambie, y él porque está conmigo y no quiere hacerme daño. Dice que no quiere estar conmigo hasta que llegue el día que me tenga que decir que hay otra y entonces dejarme tirada. Prefiere que nos demos un tiempo, o cada uno siga con su vida, y a ver qué pasa. Pero que no quiere perderme, que cuente con él para lo que sea, que no me va a olvidar nunca, y que le gustaría saber cómo estoy siempre.

Yo le dije que no puedo ser solo su amiga, ni quedar una vez al mes y no acercarme a darle un beso, o hacer el amor con él, o acurrucarme en el sofá mientras vemos la tele.
Dice que él igual tampoco.

Yo no paraba de llorar, y él volvió a llorar otra vez. He pasado toda la noche llorando hasta que me dormí que debían ser las tres de la mañana o algo así. Esta mañana tenía que volver al trabajo, y estaba fatal, he ido con los ojos hinchados y con ninguna gana de que me preguntaran por el viaje y las vacaciones.
Nada más entrar ha salido una de mis amigas y cuando me ha preguntado me he tenido que ir al baño porque ya me entraba la llorera otra vez.

Estoy muy chunga, por todo lo que voy a perder, a mi niño lo primero, y todos los momentos con él.
Así que comprenderéis que de momento no me apetezca seguir contando el viaje, solo diré que lo pasé genial, que vimos muchas cosas interesantes, fuimos a Chichén Itzá y aluciné con todo lo que me contaron, otro día fuimos a bañarnos con delfines y fue impresionante. Que no me arrepiento de nada de lo que he vivido a su lado, lo bueno y lo malo. Y que justo cuando creía que las cosas empezaban a cambiar para bien, resulta que se acaba.

Este finde quedaremos, aún tengo que darle las fotos del viaje, y hablaremos tranquilamente, y nos despediremos, supongo. Será muy raro, porque sabré que es la última vez que nos vemos, porque desde luego no podré seguir viéndole o no saldremos de esta situación.
Ya sabéis que he pensado mucha veces en terminar con esto, por eso mismo, porque no avanzamos, porque él no está enamorado de mí, pero nunca he podido.
Ahora no me va a quedar más remedio. Me recuerda cuando hace unos años él estaba a punto de irse a vivir con ella y ya pasamos por esto, la despedida, el no me llames, y él no dejaba de llamarme aunque yo no le contestara. Esta vez no hay marcha atrás, no hay nada a lo que aferrarse. Se terminará y ya está.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Segundo día de vacaciones

Lo prometido es deuda, y como hasta mañana no me voy a Zaragoza aprovecho y os cuento mi segundo día de vacaciones. Ah, y antes de nada gracias por lo de tipazo pero visto de cerca no es oro todo lo que reluce jajaja.

Bueno, el segundo día nos fuimos a un parque de aventura que han abierto hace cuatro meses que se llama Xplor. Lo descubrimos estando allí porque al ser tan nuevo en casi ningún sitio se habla de él, ni guías ni foros, nada. Nos llamó la atención y decidimos ir.

Está todo excavado bajo la roca, en medio de la selva, porque allí mires donde mires todo es selva, y tiene cuatro actividades de aventura: Conducir un jeep por la selva, un paseo en una balsa que vas remando tú con tus manos por entre las grutas, nadar en el río subterráneo y lanzarte en tirolinas.

Primero cogimos el jeep, y nos dimos el paseo. Era espectacular conducir por en medio de la selva, aunque tampoco es que vieras ningún animal salvaje ni nada, la verdad que era la atracción más light, lo único que atravesabas un puente colgante y te metías por alguna cueva, pero nada más.



Las balsas. Madre mía con las balsas. Yo que me monté y dije qué guay, que chulo esto de ir por las grutas. Dijo la chica que estaba en la atracción, hay tres rutas, la primera que dura 20 min. , la segunda que dura media hora, y la tercera que dura una hora. Y yo toda chula e ilusionada digo, nosotros la tercera eh? más guay.

En cuanto empezamos a remar, a intentar mover la barca, eso era un desastre. Nos quedábamos encallados, nos íbamos hacia un lado,no había manera de mover la dichosa balsa. Era más complicado de lo que parecía o nosotros más tontos de lo que creíamos, una de dos. A lo que llevábamos dos minutos en las balsas de las narices, digo, hacemos la ruta de los 20 min. que me estoy poniendo cardiaca ya. No había manera de moverse, hasta hubo un rato que fuimos de espalda porque no podíamos dar la vuelta en el río. Hacíamos atasco y nos pasaban el resto de balsas, qué nervios y qué vergüenza, pero bueno, al final nos reímos de la experiencia.



Después nos fuimos a nadar por el río subterráneo, una pasada. Todas las grutas son naturales, excepto algún trozo que han modificado para adecuarlo al parque claro, pero es que por allí todo está lleno de ríos subterráneos, cenotes y grutas. Así que era impresionante ir por el río entre estalactitas y estalagmitas, unas cuevas realmente impresionantes.



Luego nos fuimos a cambiar la ropa mojada. Yo ya estaba empezando a notar que mi enfriamiento cada vez era peor, así que decidí ponerme la ropa seca que llevaba para las tirolinas, porque había visto en alguna foto que pasabas por encima del agua pero no creía que te mojabas. Empezamos el trayecto, eran 14 bajadas en tirolina, era la primera vez que montaba. La primera pegué un grito que no veas cuando me soltaron, pero a mitad de camino ya iba con la boca abierta de lo impresionante que era mirar para abajo y ver toda la selva y la sensación de volar. Genial. En una de ellas vi una especie de charca grande con bastantes cocodrilos, pero como había gente haciendo obras cerca pensé que igual estaban montando alguna atracción nueva o algo así, y cuando llegué a la torre le pregunté al chico si eran de verdad o de mentira. Me dijo que sí, que eran de verdad, que por esa zona abundan mucho. Menos mal que ya me había metido al río, si no, no sé si entro, jajaja.



Lo peor fue cuando ya llegando al final del recorrido de las tirolinas me encuentro con un tobogán de agua para bajar. Digo, no, que me voy a poner como una sopa y no quiero mojarme. Me dice el chico, es igual, te vas a mojar de todas formas. Total, que me meto con mi pantalón y mi camiseta y chipiada que quedé. Y aún me quedaba aterrizar en dos ríos que acababas hasta las orejas de agua literalmente. Total, que el pasmo que acabé de coger fue considerable. Tuve que irme al hotel con una camiseta que me compré allí y la toalla atada a la cintura como si fuese un pareo. Vaya pintas! Menos mal que no fuí la única, porque la gente no sabía tampoco esto y algunas iban solo con la toalla encima del bikini. Así que era todo un espectáculo ver cómo salíamos la gente de allí, jajaja.

Fue un día bastante divertido, algo diferente. Cuando llegamos al hotel, por si habíamos hecho poco ejercicio nos fuimos a jugar a tenis un rato, luego cenamos, y a dormir pronto que al día siguiente nos tocaba madrugar mucho, venían a buscarnos a las seis de la mañana para ir a Chichén Itzá. Eso para la próxima entrega :)

martes, 24 de noviembre de 2009

Depresión postvacacional

Ya he vuelto de mis maravillosas vacaciones. Deprimida, morenísima, sin un duro (literalmente) y con un enfriamiento de no te menees. Pero en general, bien :)

Si normalmente cuesta volver de vacaciones, esta vez casi me echo a llorar el último día. No quería dejar el sol, el buen tiempo que hacía allí, la playa, qué playas madre mía! No quería dejar de estar todos los días con mi niño, ni dejar de ver sitios nuevos, ni de tomar margaritas y comer como una cerda todo el día sin tener que hacer nada.

Estuvimos en un hotel impresionantemente grande, como todos los típicos de allí del todo incluido. Vas con tu pulsera y te pones de comer y beber hasta las orejas, sin parar. Podría acostumbrarme a que me dieran todo hecho todos los días. Qué maravilla, ni limpiar, ni hacer comida, ni nada de nada.
La playa del hotel espectacular, arena blanca, agua azul cristalina, palmeras y hamacas por donde mirases.



El primer día lo pasamos en el hotel para descansar del viaje. Además nos apetecía un montón la playa, hacer snorkel, y como allí amanece tan pronto, y además llevábamos el sueño cambiado a las siete de la mañana ya estábamos en pie. Fuimos a desayunar y directamente a la playa. Cuando la vimos nos quedamos los dos con la boca abierta. No sé, suponía que como siempre lo que ves en las fotos es una cosa y luego lo que te encuentras parecido, pero no igual.
Fue ver toda esa arena blanca, esa playa espectacular y nos pusimos como locos. Enseguida nos fuimos a bañar, cogimos el tubo y las gafas de snorkel y a investigar debajo del agua. No tenías que apartarte mucho de la orilla para empezar a ver un montón de peces grandes, de colores, totalmente diferentes a los que estás acostumbrada a ver.



Salimos y fuimos a andar por el resto de la playa , y nos encontramos la zona de deportes acuáticos. Así que nos cogimos un kayak, y estuvimos remando un rato por el mar, fue muy divertido.
Seguimos caminando, ya os digo que era enorme el hotel y la playa, y llegamos casi hasta el final, y volvimos a bañarnos, empezaba ya a hacer mucho calor y el sol quemaba muchísimo. Y lo mejor, nos metemos a bucear y vemos tortugas marinas por el fondo del mar.! Solo con esa mañana ya estábamos encantados de las vacaciones. Había merecido la pena por todo lo que vimos. Y eso que yo no me meto muy adentro y vi menos, pero mi niño que se mete más, vio peces cofre, que luego vimos en un acuario, y rayas bastante grandes. Vio muchos más peces que yo.

Después de tomar un poco el sol, fuimos a comer a un grill que teníamos cerca de las piscinas, y después de tanto ejercicio me puse morada de comer, claro. Nos tumbamos un rato en las hamacas, y ya nos fuimos a duchar y a cambiarnos para ir al pueblo que estaba cerca, Playa del Carmen. Nos dimos una vuelta por allí para contratar un par de excursiones que nos faltaban, pero al final las cogimos en el hotel, así que para que nos diera tiempo no nos pudimos quedar a cenar por allí, ni a tomar nada. El pueblo está lleno de sitios chulos para cenar, de discotecas, bares y tiendas. Antes de irnos nos tomamos un mojito en un garito de la playa que había con sillas en la arena y velas. Como a las cinco y media de la tarde ya era de noche, pues se estaba bien.

Ese día cenamos y nos fuimos pronto a dormir, porque estábamos reventados.

Y como hay mucho que contar, os iré contando cada día una cosa, para no agobiaros y para no perder detalle.
Esta semana aún tengo vacaciones, así que aprovecharé para irme a Zaragoza, así que si estoy desaparecida unos días es por eso.

En resumen han sido las mejores vacaciones que he tenido nunca. Un viaje soñado y deseado hace tiempo que desde luego me ha dejado con más ganas de volver y sin ninguna desilusión. Todo era tal y como me esperaba, o mejor. Hemos tenido suerte con el tiempo, no ha llovido, ha hecho muy bueno y sin calor agobiante. Lo único malo fue que como iba un poco mal de la garganta allí entre cambio de tiempo, remojones, aire acondicionado y tal, pues terminé de pillar el catarro bien, y hubo un par de días o tres que estuve bastante fastidiada, y cuando empezaba a estar mejor lo pilló él, así que hemos estado tirando a base de frenadoles y pastillas para la garganta, pero sin perdernos nada.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Sally se va al Caribe

Ya tengo preparado el pasaporte, los billetes de avión, la cámara de fotos, los bikinis, el antimosquitos, el aftersun, las gafas y el tubo de snorkel, la crema del sol, y casi la maleta.

Es lo único que me falta, sacar y planchar toda la ropa de verano otra vez, y ya estaré preparada para marchar.

Mañana por la tarde cogemos un tren a Madrid, dormimos en un hotel cerca del aeropuerto y el domingo ya por fin cogemos el avión a Cancún.

De allí nos llevarán al hotel que está cerca de Playa del Carmen, y supongo que llegaremos tarde y reventados del cambio de hora. Pero seguro que cae el primer cocktail, el primer tequila o la primera margarita. O los tres.

Tengo ya contratadas dos excursiones con un taxista de allí, iremos a Chichén Itzá, a Tulum, y un montón de sitios más.

Pero todo eso lo cuento a la vuelta mejor no?

Tengo muchísimas ganas, aunque vaya con poca pasta porque este año me estoy arruinando, pero es que es normal, no he parado. Así que veré lo que puedo hacer. Y si no, a hincharme a mojitos en el hotel, jajaja.


Os cuento a la vuelta, muchos besotes. Chaooooooooo

lunes, 2 de noviembre de 2009

Doble celebración de cumple

El día de mi cumple pasó muy bien, tranquilo, me llamó un montón de gente, cosa que siempre se agradece, y me fui a comer con mi amiga y luego al cine. Fuimos a ver Si la cosa funciona, la nueva de Woody Allen, y me gustó mucho.

Mi niño no pudo quedar ese día, salió muy tarde de trabajar y lo dejamos para el finde.
El viernes salimos a cenar, él quería venir a casa, me costó un poco convencerle porque estaba cansado, pero al final nos fuimos a cenar a una pizzería, y luego a tomar un mojito.
No hicimos mucho más, porque aquí es un aburrimiento para salir, y además al día siguiente queríamos levantarnos pronto para ir a Barcelona a pasar el día.
Tampoco me importó venir pronto a casa, porque tenía muchas ganas de tenerle para mí sola, así que no le dejé ni tiempo de ducharse, lo primero es lo primero, jajaja.

El día siguiente lo pasamos en Barcelona, paseando y de compras. Nos compramos las gafas y los tubos de snorkel que ya nos queda poquísimo para irnos, comimos en un italiano otra vez, y se nos pasó el día volando.
Por la noche preparé alguna cosa para picar, sangría de cava, y tuvimos nuestra minicena romántica, estuvimos hablando del viaje, de muchas cosas, tranquilamente y acabamos en el sofá haciendo de todo.

El domingo tenía que irse pronto para preparar cosas del trabajo, pero entre que nos despertamos y estuvimos un rato en la cama ya no era tan pronto. Hacía buen día, así que fuimos a la playa y al bosque a pasear un rato. Después le dejé en su casa y yo me vine a la mía, me hice una pizza para comer y me puse una peli antigua que me había regalado él el día anterior. Me encanta el cine clásico, algún día os contaré mis pelis favoritas.

Así que pasé la tarde relajada y bien, y por la noche me empecé a poner nerviosa porque hoy volvía al trabajo.

Ha sido como mi primer día de colegio, he vuelto supernerviosa, pero bueno, me he ido calmando conforme hablaba con la gente y me preguntaban qué tal y todo eso.

Dos semanas de trabajo, y me voy a la Riviera Maya!!!!! Yujuuuu!!!

martes, 27 de octubre de 2009

Sorpresa

Este finde me fui a Zaragoza porque mi niño tenía trabajo y no podía quedar, así que para no estar sola dándole vueltas a la cabeza decidí irme para allá.

Después de los días que pasé con él y con las ganas que tenía de volver a abrazarle el finde se me hizo larguísimo, además coincidió que mi amiga estaba enfriada y no pudo salir mucho, mi hermana tenía cosas que hacer, en fin que no fue uno de los mejores findes. Y claro, yo el sábado estaba que me moría por hablar con mi niño, estaba algo depre y necesitaba oir su voz, que me hiciera reir y me contara cualquier cosa.

Le llamé cuatro veces a lo largo del día, pero ni me contestaba ni me devolvía la llamada. Así que por la noche estaba más depre todavía. Por qué no quería hablar conmigo? Por qué pasaba de mí de esa manera?
Pensé que al día siguiente no le llamaría, que me dijera él algo si quería y si no nada.

El domingo por la tarde recibí un sms diciéndome que esperaba que estuviera bien, me estuviera divirtiendo y enviándome un beso.

Al rato le llamé, y le dije que por qué no me había contestado el día anterior. Dijo que no lo había oído en ese momento, y le contesté que entonces podía haberme llamado él.

- Bueno, es que pensaba que querías desconectar y estar tranquila.
- Yo quiero desconectar de los malos rollos pero no de tí, si no no te llamaría.
- Bueno, lo siento, como hablamos todos los días no pensaba que fuera tan importante para tí.
- Es que si te llamo una vez y no insisto puedes pensar eso, pero si te llamo cuatro veces, en fin, igual es que sí que quiero hablar no?
- Perdona, no pensaba que te iba a sentar tan mal, y no sabía que estabas tan sensible.
- Pues sí, y me apetecía mucho contarte cosas y hablar contigo.
- Bueno perdona, en serio, me sabe mal.

El estaba con un programa de estos que una voz lee lo que escribes, y me dice, mira escucha, y sale la voz tipo robot diciendo, tranquilízate Sally, no estés mal, que el sábado iremos de compras a Barcelona que es lo que más te gusta.

Entonces me hizo reir. Porque se le veía arrepentido, y porque es así de despistado para estas cosas, como a él le dan igual pues no las tiene en cuenta. Pero enseguida que me vió mal intentó que estuviera bien.

Ayer volví de viaje y le pregunté si podía pasar a buscarme a la estación, y me dijo que tenía que quedarse un rato terminando unas cosas y no saldría a la hora, así que yo me vine para casa.

Al rato de llegar me llama y me dice que si quiere que nos vayamos a cenar.
Vaya sorpresa! Eso sí que no me lo esperaba, un día entre semana saliendo a cenar. Pasó a buscarme y nos fuimos a una terraza a tomar una cerveza para hacer tiempo hasta que abriesen los restaurantes y después a comer una pizza.

Fue genial, porque no me lo esperaba, me moría por verle, nos reímos un montón y estuvimos hablando del viaje que ya nos queda poco para irnos.

Me dijo que se había sentido mal por lo que pasó el domingo de las llamadas, que no pensó que me afectara tanto, y le había apetecido quedar.

Esta semana pensaba que quedaríamos el miércoles porque es mi cumple y quería salir a celebrarlo con él, y mira por donde el lunes tuve la sorpresa. No sé si mañana querrá o podrá volver a quedar, espero que sí. Pero conociéndolo ya me espero que igual ni se acuerde de felicitarme, jajaja.

Por si acaso yo ya lo celebré ayer.

P.D: Para las que me preguntáis si me gustó Agora, no sé qué deciros, porque como fui a la sesión golfa, entre que estaba cansada y con las pastillas que me duermen me quedé sopa a los diez minutos. Así que lo que ví fue con suerte media hora de peli. No estaba mal lo que ví, pero tendré que bajarla y verla más despejada, jajaja.

martes, 20 de octubre de 2009

Ven

Ha sido una sensación extraña salir al balcón y sentir el frío, el viento y la lluvia mientras quitaba del tendedor el bikini que usé hace dos días.

Parece que el invierno haya llegado de repente, y quizá por eso me apetece todavía más abrazarme a tí.

O será que te echo de menos, sin más. Y no sé por qué. Tampoco tiene que haber razones, simplemente añoro tus brazos protegiéndome. Y la suavidad de tu piel.

Me gustaría meterme en la cama, abrazarme a tí y darnos calor mutuamente. Sin movernos, o moviéndonos mucho, de las dos maneras.

Y ayer me dices que este finde igual no quedamos porque tienes que preparar el curso que tienes que dar dentro de poco. No se puede retrasar más. Y yo te digo que qué pena, que no te veré en muchos días entonces. Y me dices que no es para tanto, que todos los findes quedamos y para uno que no puedes me enfado.

Cómo hacerte entender que no me enfado, que solo me da tristeza por no poder verte, por no poder estar contigo. Dices que entonces es peor, que no quieres que esté triste.
Y esas son las cosas que te hacen sentir atado, como cuando te dije que si no me voy de esta ciudad es porque estás tú. Y me dices que piense en mí, que te sientes halagado pero te pongo en un compromiso, porque si un día quieres irte tú te sentirás mal.

Cómo te explico que mi vida está junto a tí, aunque a veces me hagas enfadar, me saques de quicio o me hagas sentir tan inútil, tan tonta que no pueda dejar de llorar.
Cómo voy a conseguir que comprendas que te quiero más que a nada, que te echo de menos en todo lo que hago, que pienso en tí cuando no estás, que yo sí que quiero una vida junto a tí, que siempre pienso en mi futuro y siempre estás tú.

Pero no consigo hacer que cambien tus sentimientos, por mucho que te explique, por mucho que te diga y que sepas. Aunque te lo repita cada día. Aunque me lo repita cada día, tampoco cambian los míos.

domingo, 18 de octubre de 2009

Tan cerca

Tan solo hace unas horas que se ha ido y ya le estoy echando de menos. Creo que desde el mismo momento que ha salido por la puerta estoy haciéndolo.

No me habría separado de él en todo el día. Estoy tan a gusto pegada a él.
Me encanta abrazarle y apoyar mi cabeza en su pecho, besarle el cuello y luego los labios.
Me siento a salvo entre sus brazos, cuando estoy tan cerca que puedo escuchar su corazón, cuando su olor se queda pegado en mi piel.

Le miro y cada día me gusta más. Tengo suerte de estar con alguien que es mi ideal físicamente, que me hace reir, que me hace sentir lo bueno y lo malo con tanta intensidad.

Sé que sus sentimientos son diferentes a los míos, y eso me hace sentir tristeza, y miedo de perderle algún día. O mejor dicho, tengo miedo de cuándo llegará ese día.

Estos dos días me he sentido en una nube con él, no quería que se fuera, no quería separarme de él, sé que a veces resulto muy lapa, pero no puedo evitarlo. Necesito tocarle, sentirle cerca, acariciar su piel tan suave.

Parece mentira que después de todo aún me haga sentir tanto, aún me tenga tan loca como el primer día.


miércoles, 14 de octubre de 2009

De fiestas

Parece que haya pasado una eternidad desde el sábado, pero es que ya estamos a miércoles! Se me ha pasado volando, lo cual es buena señal.

El viernes quedamos para ir a andar un rato a la playa, luego en casa preparé cena romántica y estuvo genial, porque hacía mucho que no preparaba yo la cena y tenía ya ganas. Como siempre fue un éxito, volvió a decirme que cocino muy bien y a disfrutar de la cena sin agobios. Estaba cansado y se fue a la cama pronto, pero yo le seguí y no se me escapó. Los dos teníamos muchas ganas, dijo que no podía estar tanto tiempo sin hacerlo conmigo, y habían pasado seis días desde la última vez! Así me gusta que me eche de menos, jajaja.

El sábado fue genial. Fue el primer día en mucho tiempo que desconecté de verdad, que disfruté y no pensé en nada. Simplemente me dejé llevar por lo bien que me sentía, por estar a su lado, por el sol y el buen día.
Fuimos a Peñíscola, y allí siempre lo pasamos bien. Es como una cura de relax para los dos. No sé qué tiene ese pueblo que hace que me sienta bien siempre. A mí me encanta desde siempre, y a él también, desde que lo conoció gracias a mí, como él dice.

Ya el domingo me fui a Zaragoza para las fiestas. Yo iba con muchas ganas, porque además llegaba justo a la noche víspera del Pilar que es cuando más gente hay, y la típica que estás hasta que no puedes más. Tenía ganas de salir, de bailar y beber, de divertirme, de ver gente.
Fuimos a cenar una bocata donde pudimos entrar, porque estaba todo a tope, los bares de bocatas de calamares tenían hasta fila en la calle, el resto de sitios no se podía ni entrar, en fin, que al final encontramos uno que abría en ese momento y nos metimos allí.
Después nos subimos hasta las ferias. Me encanta el ambientillo que hay allí por la noche, pero hacía un frío que no veas. Así que después de dar una vuelta cogimos el bus otra vez y nos bajamos. Era la una de la mañana, y preguntaron, nos vamos a casa o tomamos algo? Yo conteste, hombre, vamos a tomar algo no? que es la noche del Pilar.
Inocente de mí, es que no conozco a esta gente todavía?
Yo pensaba que se animarían y nos iríamos a donde está la marcha, no sé. Pero fuimos a un garito de los suyos, a la zona gay, como si no hubiera más opciones ni nada más que hacer esa noche.
Total que el sitio estaba aburridísimo, con las canciones más petardas que te puedas imaginar, y yo me desanimé por completo. Tanto que hasta me empezó a entrar sueño, aburrimiento y mala leche de estar metida ahí mientras podíamos estar pasándolo bien.
Pero esta gente cada vez es más sosa, se han acostumbrado a salir lo justo, van de terrazas o a garitos gays, y ya está. Siempre están cansados y tienen más ganas de estar en casa que de salir de marcha.
Tenía que haberme ido con mi amiga y con mi hermana, pero bueno, al final la noche salió así y ya está.

El resto de días, pues bien, con mi hermana, mi sobrino que estaba para comérselo vestido de baturro, guapísimo, pero siempre lo está.

El caso es que cuando voy me doy cuenta que con mis amigos cada vez tengo menos que ver. Ya empecé a ir menos allí porque me aburría con ellos, no siempre, a veces me lo paso genial, pero en general veía que no acababa de encajar. Y desde que conocí a mi niño que cada vez iba menos, pues peor. Ahora me siento como si estuviese fuera de lugar, hay uno con el que me siento algo incómoda la mayoría del tiempo, porque creo que él está mal conmigo por algo. No sé si le sabe mal que no vaya, o que esté tanto con mi niño o no sé. Igual son imaginaciones mías, porque nunca me ha dicho nada, pero lo conozco y sé que no está bien conmigo.

Mi espalda va mejor siempre y cuando esté relajada. Ayer que volví a casa y volví a pensar en todo el rollo del trabajo y que tengo que ir al médico mañana, me dio otro tirón y ahora estoy un poco tocada otra vez. Pero bueno, el caso es que se debe a los nervios y no sé si me seguirán dando baja o qué. Ahora empezaba a relajarme y estar mejor, quizá necesitaba este tiempo de intentar desconectar, porque la verdad es que no dejo de darle vueltas al tema y me es bastante imposible.

Ahora espero que llegue el viernes para volver a disfrutar del finde con mi niño, cenar con él, salir a pasear a la playa o a la montaña o donde sea e intentar olvidarme de todo.

martes, 6 de octubre de 2009

De los nervios

Aquí sigo con mi espalda a la virulé, mejor dicho las lumbares, porque es lo que más me molesta, pero ya algo mejor.
De lo que no estoy mejor es de los nervios, estoy todo el día tensa, nerviosa, deprimida...

A mí me da vergüenza decírselo a la médica, pero me dicen que no sea tonta que se lo diga porque no estoy bien y me está afectando en todo lo que hago y lo que no hago.

Este finde como estaba otra vez así de mal otra vez discusiones y peleas con mi niño. Reconozco que está teniendo una paciencia de santo, la que no la tengo soy yo, que no aguanto ni media y salto por todo.

El viernes cenamos en casa, pedimos comida china y bien, con alguna peleílla en medio, pero terminó bien la noche.

El sábado como salió tan buen día nos íbamos a ir a la playa, luego pensamos en ir a caminar por la montaña, a un sitio que es bastante plano y así no me cansaba demasiado. Total, que entre que lo pensamos y no y discutimos, que si decide tú, que si a ver si te aclaras etc, nos fuimos a la una de la tarde.

El paseo nos vino genial, aunque nos dimos buena paliza, más de lo que pensábamos hacer, y yo volví hecha polvo, pero tenía ganas de que me diera el sol y el aire, de la tranquilidad del monte.

Nos sentamos al lado del río, y estábamos en silencio, tranquilamente comiendo pipas. No era un silencio incómodo, creo que ya ninguno lo es entre nosotros, pero se notaba que yo no estaba disfrutando del relax.
De repente me dice, pase lo que pase con nosotros siempre te echaré de menos.

- Y eso a qué viene ahora?
- Viene de otra conversación en otro momento pero te lo digo ahora, que no sé qué pasará entre nosotros, pero sé que si no estás te echaré de menos.
- Yo también
- Yo quiero independizarme, me gustaría cambiar algo mi vida y no sé puede que cambien las cosas, o no, igual terminamos viviendo juntos o igual terminamos y no nos vemos más, nunca se sabe qué es lo que puede pasar, pero tú eres muy importante y no te voy a olvidar nunca.

Nos abrazamos, y seguimos caminando porque quería llegar a un sitio muy bonito que habíamos estado la primera vez que hicimos esa caminata.

Cuando llegamos le dije, te acuerdas que la primera vez que vinimos aquí quisiste hacerte una foto dándome un beso?
- Pero hoy no has traído cámara
- Ya pero lo digo porque han cambiado muchas cosas en estos dos años. Entonces sí que estaba loca por tí, ahora me vuelves loca y no de la mejor manera.

Entonces volvió a abrazarme y yo me sentí genial entre sus brazos en ese sitio después de tanto tiempo. Otra vez. Más desilusionada, o más realista, pero muy bien.

Por la noche tuvimos otra discusión gorda, porque yo le estaba preguntando unas cosas y él estaba pendiente de la tele y no me hacía ni caso. Esta vez yo le chillé y él me chilló, se fue al baño y cerró la puerta. Me quedé fatal.
Al momento salió y me empezó a hablar normal, a preguntarme qué le decía antes. Yo le contesté normal y entonces me dijo que lo sentía que se había pasado, que no tenía que haberme hablado así. Le dije que yo también que no pasaba nada.

Entonces dijo que volvíamos a pedir comida china para que yo no tuviese que hacer cena ni nada que estaba cansada y volvimos a preparar la mesa con velas y música suave.

Creo que después de estallar los dos todo se calmó y estuvimos mejor. La noche también acabó muy bien, y al día siguiente tenía que irse pronto, y ya estuve todo el día relajada.

Ahora tengo ganas de que llegue el finde para volver a tener una cena romántica, pero esta vez la prepararé yo, y el domingo me iré a Zaragoza que tengo ganas de ver a mi sobrino vestido de baturro. Estoy tan arruinada que no puedo irme todo el finde de fiestas para no gastar tanto.

Tengo que pagar todo lo que he gastado este año que ha sido mucho.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Pipas y chocolate

Por qué no dejan de anunciar chocolate por la tele? Y por qué te lo ponen tan apetitoso, enfocándolo de cerca, a cámara lenta? Se me hace la boca agua solo de verlo y claro, logran el objetivo que es que me entren unas ganas locas de comer chocolate.

Esta semana estoy de baja porque llevo la espalda mal otra vez, y claro, veo la tele y venga salir anuncios de chocolate, por Dios!, no puedo comer tanto que me voy a poner como una tocina!

Así que me he enganchado a las pipas, que te duran mucho rato y no te llenan tanto. Como hasta que tengo los labios arrugados ya de tanta sal. Es lo que tiene el aburrimiento, que encima cada vez te apetece hacer menos cosas.

El finde fue genial, desconecté un montón, aproveché los días y no paré un momento, supongo que entre eso, estar con mi sobrino de arriba a abajo, y el viaje en coche pues mi espalda se resintió. Una que es así de delicada, qué le vamos a hacer.

Pero al menos esta semana estoy tranquila, aunque me canse de estar mucho rato en la misma posición tanto si me muevo como si no, y me quede atontada por las pastillas.

Dios! ahora sale una apetitosa pizza en una película, mmmm. No puedo estar viendo la tele tanto rato, me comería todo lo que sale, jajaja.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Esta semana será mejor

Pues sí. Porque estoy harta de pasarlo mal por cosas que no me interesan. Porque no puedo amargarme la vida de esta manera.

Hoy he vuelto al trabajo y una compañera me ha dado una charla cuando le he comentado que no había desconectado. No era nada nuevo, lo que me dice todo el mundo, pero mira, será que era el momento o que estaba ya harta y me ha hecho más efecto.

Esta semana estamos en fiestas aquí, así que tengo horario reducido y no está mal para volver sin agobiarse, además el miércoles es la fiesta mayor y me iré a pasar el día a Barcelona con mi amiga. Qué ganas!

Y lo mejor, esta tarde he ido a reservar por fin mi viaje a Riviera Maya. Me iré el día 15 de noviembre y estoy como loca por que llegue ya!!! Ahí si que voy a desconectar y no me lo va a amargar nadie.

Ah, y es verdad, estoy estupenda :D

Gracias a todas

domingo, 20 de septiembre de 2009

Vaya semanita!

No sé muy bien explicar cómo me siento. Ha sido una semana rara, en la que no he sido capaz de desconectar y he llorado más que he reído. Y aún así, puedo decir que me lo he pasado bien en las vacaciones.

Supongo que me ha influido las pocas ganas de volver al trabajo, de ver a la innombrable, y que estuviera a punto de que me vieniese la regla. He estado bastante deprimida. No he dejado de darle vueltas a mi relación, de pensar que está estancada y no pasará de aquí, que he llegado hasta donde podía llegar y ya está. Y para colmo no he dejado de pensar en mi ex.

Ya sabéis que iba a irme el finde pasado de viaje, pero mi niño se puso malo y tuvimos que cancelar los primeros días de hotel. Pasé el finde en casa sola, algún rato iba a la suya para estar con él ya que no estaban sus padres, pero no me quedé a dormir ni nada. Tanto tiempo sola me dio para pensar mucho. Para pensar lo de siempre.

Por fin el martes pudimos irnos, pero yo no estaba bien, estaba deprimida y a la vez con ganas de salir de aquí. Discutía con él y a la vez quería estar bien, quería que todo fuese perfecto. Entre mis pensamientos y mis sentimientos se formó un cóctel explosivo.

No podía disfrutar pensando en que una semana se pasa volando y tenía que volver al trabajo en el que estoy mal, que tendría que volver a las mismas hipocresías y a aguantar a mi jefa. Pero a la vez me enfadaba conmigo misma por estar pensando en eso en vez de disfrutando. Me fastidaba tener a esa gentuza en la cabeza, hasta nombrarla en vez de divertirme y pasar de todo.

Pensaba que mi niño no me quiere, que ésta situación seguirá así hasta que yo me canse o él se vaya . Me sentía mal porque cada vez lo noto más distante, o más acomodado, o yo que sé. Y recordaba a mi ex, lo romántico que era, las cosas que me decía, que era la pieza que encajaba en mi vida perfectamente. Pero yo no en la suya por lo visto.
Y a la vez pensaba que mi niño también tiene momentos buenos, detalles, que se preocupa por mí y me quiere, pero son personas diferentes, y quizá estoy idealizando algo que duró unos meses y que al fin y al cabo terminó.

Como era de esperar no estaba bien, me sentía triste y casi no podía disfrutar, él me preguntaba qué me pasaba hasta que al final empecé a hablar. Hablamos del trabajo, y me desahogué, y podía haberlo dejado ahí, pero tuve que seguir hablando y volviendo a sacar el tema de lo nuestro. Al final como siempre nada nuevo. El no está enamorado de mí, y aunque a la vista de todos los que lo saben parezca que seamos una pareja, no lo somos.

Pasé la noche mal, ni enfadada, ni pensando, ni nada. Simplemente dolida. Sabiendo que estoy metida en algo de donde no puedo salir, o simplemente no quiero. Por otras razones. Por otros momentos.

A la mañana siguiente no dejaba de abrazarme diciendo que no quería verme así, que no le gustaba verme mal, y que por favor estuviera bien. Que me olvidara de todo y disfrutara de las vacaciones, que no pensara en nada más, que lo importante es ahora.

Poco a poco fui estando mejor, pero ya era jueves, y el viernes volvíamos a casa. Se vino conmigo porque no quería dejarme llegar sola tan tarde, no quería que fuese sola por el parking a esas horas. Pero el sábado a mediodía se fue a su casa, porque tenía que preparar unas cosas para una reunión que tiene el martes y porque quería ver a sus padres.

He visto sitios preciosos, he tenido momentos muy buenos, lo he pasado bien en general, pero desde luego no han sido las vacaciones de mi vida. He pasado más tiempo dándole vueltas a la cabeza por todos los temas que simplemente disfrutando.

Desde ayer vuelvo a estar sola, y vuelvo a pensar sobre todo en que no quiero volver al trabajo, que tengo que pedir un cambio pero no me atrevo porque no sé si será para peor. Que no tengo ganas de volver a ver la imbécil y aguantar sus chorradas. Lo malo es que no me queda más remedio, y aún así lo he pasado mal. Me he agobiado, he llorado, me he enfadado con quien no tiene culpa, he tenido dolores de cabeza, nervios y un dolor en la boca del estómago que no había sentido nunca.

Quiero recordar los lugares tan bonitos que he visto, los pueblos, las playas, el paseo en barco hasta las Islas Medas en el que no dejaba de abrazarme y me daba besos. Las comilonas junto al mar en las que me daba la mano por encima de la mesa. El hotelazo en el que estuvimos una noche, alejados del mundo, literalmente, y disfrutando del spa los dos solos porque no había nadie. La cena que nos pegamos allí porque estábamos lejos para salir a otro sitio y que nos costó 91 €!!, pero que la disfrutamos y nos reímos pensando que podríamos acostumbrarnos rápido a esa vidorra, y que en lo que queda de mes y el siguiente tendría que estar a base de sopa de sobre y patatas porque no me iba a llegar para nada más, jajaja. El paseo en barco por los canales de Empuria Brava viendo las casas de la gente podrida de dinero. El momento de relax tomando el sol en una cala perdida que parecía cualquier sitio del Caribe, o las Seychelles o algún sitio exótico.

En fin, que no todo ha sido tan malo, que ha habido cosas buenísimas, pero aún así sigo estando un poco depre, encima me siento gorda y fea. Y para colmo la cámara de fotos que era nueva ha resultado ser una mierdecilla, porque las fotos han quedado bastante regular.

jueves, 10 de septiembre de 2009

:(

Mi niño está malico, lleva un catarrazo de aquí te espero, así que no nos podremos ir hasta el lunes o el martes. He tenido que anular el hotel que teníamos reservado para el sábado, domingo y lunes.

Así que este finde me tocará hacer de enfermera, pero no con el disfraz, que es como a mí me gusta, :P sino la de hacer sopas, zumos y cuidarle.

Que tampoco está mal.

martes, 8 de septiembre de 2009

Solo dos días

Sí, solo me quedan dos días para irme de vacaciones y las necesito!

Estoy agobiada y aburrida ya, no aguanto ni a mi compañera de trabajo, y eso que me llevo bien con ella, pero es que está superpesada, todos los días me cuenta lo mismo y no deja de hablar de lo que se ha comprado, de lo que se quiere comprar, de que se quiere ir a casa, uuffff, pesadísima.
O quizá sea que yo no aguanto ya nada.

Lástima que solo tenga una semana, se me va a hacer cortísima, pero bueno, me apetece irme con mi niño unos días.
Iremos por la Costa Brava, en plan barato porque yo no puedo ya con tanto gasto. Y no me quejo, al menos estoy todo el día por ahí, haciendo cosas.

Este finde estuvimos en Zaragoza, lo pasamos genial, la verdad que el cambio de aires nos sentó bien. Así que espero que esta semana sea mejor todavía.

Es verdad que estoy un poco desengañada, que no recibo todo lo que me gustaría, pero cada uno es como es, eso ya lo sé.
Hay días que ni me llama por la noche, aunque no nos hayamos visto, dice que está cansado y aburrido, que no tiene ganas de nada más que de tirarse en el sofá. O eso o está preparando cosas para el trabajo.
Si no quedamos casi que me da igual, pienso, así descanso o hago otra cosa.
No aguanto como aguantaba antes, discuto mucho y me dice que no soy la misma de antes. A veces me da pereza todo. Sé que él no cambiará, que no va a convertirse en el más romántico ni el más detallista del mundo, pierdo la ilusión y ya no creo en los finales felices. Si yo me fuera él lo pasaría mal, seguro, no sería fácil para ninguno, pero no iban a cambiar las cosas,

Pero aún así, hay momentos en los que olvido todo, en los que estoy bien y pienso y por qué no puede cambiar? Momentos en los que se preocupa por mí, en los que se queda mirándome y si le digo algo me dice qué pasa no te puedo mirar?. Momentos en los que tiene pequeños detalles, como echarse colonia y afeitarse cuando le he preparado cena romántica y nos hemos pasado el día tirados en el sofá. Cuando de repente me da un beso en la mejilla.

Dos días para empezar mis vacaciones, qué ganas.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

El acertijo

Siempre he descrito esta relación como una montaña rusa. Tan pronto estoy arriba como bajo de golpe, y vuelvo a subir y doy vueltas...

Ayer mi amiga me hizo un acertijo. En realidad no es un acertijo porque no hay nada que acertar, simplemente das una respuesta. Supongo que tiene su historia psicológica, pero bueno, era para pasar el rato.

Vas en un coche de dos plazas y te encuentras en la carretera a una viejecita enferma, al médico que te salvó la vida y al amor de tu vida. A quién recoges?

Yo contesté que al amor de mi vida, sin pensarmelo además. Estuvimos riendo de su respuesta y la mía, sacando conclusiones, en fin, lo que haces en estos casos.

Le dije que se lo haría a mi niño, que seguro que contestaba que al médico, porque de la vieja pasaría y el amor de su vida nunca reconocerá que existe, y solo por eso no lo diría. O eso o decía que se iba con el coche, jajaja.

Cuando nos vimos por la tarde se lo pregunté, y se quedó pensando y dijo: A la mujer no, al médico no sé, al amor de mi vida cogería.

Me sorprendió la verdad. Y se lo dije, no me lo esperaba,me sorprendes gratamente.
Y luego para seguir el juego le dije, y si tuvieras que elegir entre yo y el amor de tu vida?

- No sé, hija
- Tendrías que contestar que a mí, porque soy el amor de tu vida.
- Sallyyy
- Hijo no sabes ni seguir el juego, desde luego.

Ya nos despedimos y yo me fui de bajón. Empecé a pensar que si dudaba era porque esperaba al amor de su vida, pero sabe que no soy yo.
Por la noche lloré en mi cama.

Hoy estoy mejor, supongo que estoy tan acostumbrada que ya no hago caso, o no quiero hacerlo.
Quizá estamos los dos cansados, necesitamos vacaciones y esa semana que nos vamos a ir por la Costa Brava nos vendrá muy bien para desconectar.
No lo sé.

domingo, 23 de agosto de 2009

Soy incapaz

En tres semanas solo lo hemos hecho una vez. Este finde ninguna.
Le he preguntado qué le pasa, si es que ya no le gusto, o si le pasa algo que no tiene ganas, si ha estado con otra.
La contestación es la misma de siempre.

- Otra vez estás con lo mismo? Siempre estamos con la misma conversación.
- Será porque te pasa algo
- Hija no sé, esto va por rachas.

Yo no tengo rachas, la única que he tenido dura tres años y pico ya y es la de desearle cada día más. La de tener ganas de sentirle cerca, la de besarle cada vez que le veo.

El me dice que ya sé como es, que los dos sentimos de forma diferente, que esto no es cosa de la razón, que se tiene que sentir.
Yo le digo que entonces algo falla, porque precisamente no tienes que pensarlo ni sentirte obligado, tienes ganas o no.
Me dice que no está conmigo por sexo, que hay otras cosas que le compensan más, que le hacen estar bien conmigo.

Le he dicho que se fuera a su casa. Yo estaba sentada en la cama en mi habitación, mientras oía cómo metía sus cosas en las bolsas de plástico, y cómo cerraba la cremallera de la maleta. Cada sonido era una lágrima más que me caía, como un cuchillo que se me clavaba en el alma. Y yo repetía para mí, no te vayas, no te vayas, ven aquí y abrázame.

Se ha quedado en la puerta mientras se despedía, para decirme que se iba, y que no quería verme así, que yo soy alguien muy especial para él, que le he marcado mucho y le he ayudado en muchas cosas.
Le he preguntado si esto le ha pasado con las demás chicas que ha estado o solo conmigo.
Me ha dicho que él nunca había estado tanto tiempo con una chica, que con la que más era su ex, y habían sido dos años y siempre estaban peleando y con crisis, que ya lo sabía yo.
Nosotros el único problema que tenemos es que siempre estamos hablando de este tema y que me pensara que quería hacer, que si quería nos tomábamos un tiempo.

Yo también tengo las cosas claras sé que le quiero y quiero estar con él, y si quiere que piense él lo que quiere hacer conmigo y con lo que siento.

El me decía que en cualquier caso no querría cortar de raíz como con otras chicas, que conmigo querría seguir el contacto, y que contara con él para cualquier cosa.

Me ha preguntado que qué hacía si se iba o se quedaba, le he dicho que se quedara.

Supongo que soy idiota por echarme para atrás en mi decisión, por no terminar con esto sabiendo que los sentimientos no son los mismos que los míos.
Soy incapaz de dejar que se vaya, de perderle.
También hay otras cosas que me compensan, aunque haya otras que me falten, y sé que le quiero por encima de todo.
He pasado por muchas cosas, he derramado muchas lágrimas, sé que no me quiere como a mí me gustaría, y sigo con él.
Soy imbécil, pues vale.

lunes, 3 de agosto de 2009

Mi mejor momento del día


Es cuando vamos a la playa por la tarde, paseamos por el bosque y llegamos a las rocas donde está nuestra cueva. Allí nos desnudamos y nos bañamos solos. A veces hay gente alrededor, pero muy poca, no es un sitio donde haya aglomeraciones.

Me gusta cuando me coge por la cintura para hacerme saltar las olas que estos días vienen más fuertes.
Me gusta abrazarle con los brazos y las piernas y ver cómo le brillan los ojos al sol.

Me gustan esos besos y esas palabras que se escapan en ese momento.

Y si ya vamos al cine después, la tarde es perfecta.

domingo, 2 de agosto de 2009

El lado oscuro

No me gusta hablar de estas cosas en mi blog, porque lo dedico a otras. Pero últimamente estoy pasando una mala temporada en el trabajo.
A decir verdad la mala temporada dura ya un año más o menos, pero lo he ido pasando como he podido. Hace ya bastante tuve malos rollos con mi jefa, broncas y eso, y la odio tanto que no lo podéis imaginar. No la soporto. Quería pedir un cambio de sección, pero el caso es que con mis compañeras estoy bien y no me atrevo porque a saber dónde iré a parar, porque hay cada uno y cada una que madre mía.
Todos me dicen que tengo que ser valiente y cambiar, y al final tendré que hacerlo porque no puedo estar siempre agobiada pensando en el tema.

Para empeorar la situación en octubre del año pasado pasó algo que no quiero alargarme en contar y el caso es que cinco compañeros y yo acabamos poniendo una demanda. Se suponía que era por una cosa y después nos enteramos que había más historias, un informe negativo de cada uno de nosotros y que nunca habíamos visto ni sabíamos nada de él. Se decían cosas muy fuertes, y todo mentira, claro y eso me dejó más hundida.
Siempre he dicho que no soy la mejor trabajadora, pero desde luego tampoco soy la peor. Y no creo que me merezca como me han tratado. Lo bueno del tema es que todo empezó porque querían cargarse a uno que no es del mismo partido político y no lo soportan y para que no fuera tan evidente han arrastrado a los demás.
No creo que se esperaran la reacción que tuvimos de poner una demanda, y como suele pasar al final la bola se ha ido haciendo cada vez más grande, y ellos se ponen bordes por un lado y nosotros atacamos por otro. En definitiva, una mierda.

Y lo peor de todo es como me está afectando todo esto. No es que nunca haya tenido ganas de que llegara el lunes para ir a trabajar, pero es que hace ya un tiempo que empiezo a agobiarme en cuanto llega el domingo. Cuando volví de Berlín, los días que me quedaban hasta empezar a trabajar no hacía más que soñar con el trabajo. Me pasa mucho, por lo que no duermo bien y no descanso. Me pongo nerviosa y lo acaba pagando la gente que tengo alrededor y que no tiene culpa de nada. Yo no quiero que esto influya en mi vida, quiero salir de allí y olvidarme, pero no puedo. Y luego me entra la desgana y no me apetece hacer nada. Yo me digo, Sally, que no te ganen, que ellos estarán tan ricamente disfrutando de todo y no se acuerdan de tí, olvídate tú tb de esa panda de hijos de puta.
Y ahí sale mi lado oscuro, y empiezo a desear que se mueran, no que se mueran no, que les pase algo que realmente les haga sufrir, que lo pasen mal. Y os puedo jurar que no es la típica sensación pasajera, realmente lo siento y lo deseo, y les deseo todo el mal del mundo y yo poder verlo para disfrutarlo.

Este finde no he hecho nada, he estado en casa y encima no he parado de darle vueltas casi todo el tiempo, me he aburrido, me he sentido insegura y encima me da por pensar otra vez en que mi niño no me quiere lo suficiente, no me desea, porque se levanta por la mañana y ni siquiera me toca.

Este finde estoy depre.

martes, 28 de julio de 2009

En el Monasterio de Piedra

Este finde nos fuimos a Zaragoza. Llegamos el viernes por la tarde, estuvimos un rato en casa y luego nos fuimos a cenar y a tomar algo.

Al día siguiente estuvimos de tiendas, aunque al final no compramos nada, fuimos a tomar vermut, a beber granizado de chocolate, más tiendas, y por la tarde volvimos a casa para descansar un rato. Nos encontramos con mi hermano en casa y, como ya lo ha visto unas cuantas veces porque casi siempre coincidimos, me acompañó a ver el piso que se había comprado. Parece que ha perdido la vergüenza con él. Algo es algo.
Luego yo me pasé a casa de mi hermana para ver un rato a mi sobrino, y él ya se quedó durmiendo un rato. Ya hubiese sido mucho tanta visita familiar jajaja.

Por la noche fuimos a cenar a un restaurante que me había recomendado mi hermana, muy mono, y sobre todo cenamos genial.
Después nos fuimos a la zona de las playas que hicieron el año pasado, actúaba Wally López y nos apetecía fiesta, así que allí estuvimos disfrutando como enanos.

Al día siguiente nos levantamos tarde y nos fuimos al Monasterio de Piedra. Con el calor que hacía el domingo era un sitio donde estar algo frescos, entre las sombras y el agua al menos te podías remojar y refrescar.

Lo pasamos genial, y como siempre se nos hizo corto. Y es que el finde se pasa volando!

Os dejo unas fotos del Monasterio de Piedra, a ver si os animáis y vais a visitarlo que es precioso.


Cascada caprichosa






















El lago del espejo
















Los Vadillos

jueves, 23 de julio de 2009

Semana tranquila

Esta ha sido una semana tranquila, excepto en el trabajo para variar. Pero de eso intento olvidarme en cuanto salgo.

Mi amiga está de vacaciones en Berlín toda la semana, así que estoy sola en casa, y la verdad que se está de coña, de vez en cuando se agradece tener la casa para tí sola.

Con mi niño muy bien, hemos quedado todos los días para hacer lo de siempre, y genial.
Mañana nos vamos a Zaragoza aprovechando que tenemos una casa libre, así el sábado iremos al Monasterio de Piedra, que él no lo conoce y le gustará seguro. La verdad que es precioso, y ahora con el calor que hace es una buena opción para pasar el día, por lo menos te puedes refrescar un poco por las cascadas.

Y en este momento estoy muerta de calor así que voy a quitarme de delante de la pantalla que aún me acalora más y voy a tomarme una shandy bien fría.

miércoles, 15 de julio de 2009

Doce días en veinte líneas

He estado en Zaragoza, he comido tapas y bebido granizado de chocolate.
Vinieron mi hermana y mi sobrino.
Cambió el tiempo, llovió e hizo frío.
Fuimos a Peñíscola, comimos como cerdas y nos rebozamos en la arena.
Jugamos en el agua con el pequeñín y nos reímos mucho.
Eché de menos a mi niño.
No pudimos ir a la playa ni un día más.
Se me caía la baba con mi sobrino.
Seguía echando de menos a mi niño muchísimo.
Se marcharon mi hermana y el peque.
Vi a mi niño y discutimos.
Fuimos al concierto de Amaral.
Pasamos la noche y el día siguiente en Barcelona.
Hicimos el amor por la mañana con muchas ganas.
Vimos una peli en 3D, comimos en una de nuestras pizzerías favoritas y me compré el vestido para una boda que tengo en agosto.
Hicimos el amor apasionadamente y como locos.
Descansamos en casa todo el domingo.
Hemos ido a la playa.
Y he echado de menos a mi otro niño.

miércoles, 1 de julio de 2009

No soy un ángel

La cuestión no es lo que nos valoramos nosotros mismos, sino lo que valoramos a la persona que queremos.
Tal vez yo no sea tan perfecta, tan angelito, tan fácil de aguantar cada día. Tal vez yo tampoco soy un buen partido para otra persona, porque tal vez esa persona también merezca algo mejor.

Valoro a la persona que amo por encima de todo. No es perfecto, es más a veces es inaguantable. No es todo lo cariñoso que a mí me gustaría, ni todo lo apasionado. Es cabezón, obsesivo y algo egoísta. Porqué le quiero entonces? Quizá porque nos parecemos más de lo que parece.
Igual yo me paso de cariñosa y apasionada para su gusto y tampoco le gusta. También soy bastante cabezona, obsesiva, y egoísta. Porque cuando quiero algo hago lo que sea por tenerlo.
Puede que mi actitud entonces no sea la mejor, puesto que estoy empeñada en tenerle.

No soy un ángel. Como tampoco lo es él.

Pero hay momentos que lo valen todo, que hacen que merezca la pena seguir adelante, intentarlo. Que hay que aprovechar porque la vida es corta, y nunca sabemos hasta cuándo estaremos aquí.

Y tengo muchos momentos guardados, muchos momentos que recordar y seguro que muchos por vivir.
Como el de esta tarde, bañándonos en la playa al atardecer, en una cala que no había nadie, incluso ha salido el arco iris.

Le he abrazado y me ha dicho no te vayas este finde.

- Sí, que tienes que hacer lo de la presentación.
- Que no, mejor nos vamos al chino y a la playa, o de excursión...
- No, que tienes que hacer eso.
- Además si viene tu hermana la semana que viene no nos veremos hasta el viernes, son muchos días.
- Bueno, pero así descansamos de vernos, no necesitabas espacio?
- Te lo guardas todo eh?

Mientras estábamos en el agua le he rodeado con mis brazos y mis piernas, y me ha dicho

- Te echaré de menos
- Yo también a tí
- No te vayas


Pero sí que me iré, porque tengo que ir a Zaragoza, porque me apetece, y porque realmente si no, no hará lo que tiene que hacer. Quizá no nos vayan mal esos días sin vernos. Como le he dicho, así me echarás de menos.

En el fondo, no puede vivir sin mí.

lunes, 29 de junio de 2009

Berlín

Esa ha sido la causa de mi ausencia. Esa gran ciudad que me ha tenido absorbida durante unos días, pocos para mi gusto, porque bien me habría quedado muchos días más, pero me conformo con al menos haberla conocido.

Berlín es otro mundo. Nada que ver con cualquier ciudad europea, al menos las que conozco. Es una ciudad que une lo antiguo con lo más moderno, la gente va a su bola, todo está permitido y admitido. Gente muy amable que intenta ayudarte si te ve perdida. Gente respetuosa, educada y sobre todo limpia.
En las orillas del río Spree hay zonas de bares que son como playas, con arena, hamacas o lo que pillen para que te sientes. Tienes una caseta donde te venden la bebida y hay gente de todo tipo. Todo está limpísimo. Hay otras zonas que tienen césped y la gente va allí a beber, a tomar el sol, a pasar el rato. Es el sitio idóneo para que esté sucio y se dejen las botellas y la basura tirada por ahí. Vamos, como suele pasar en cualquier parque de aquí. Pues la gente se levanta con su botella a la papelera y no ves ni una caca de perro por el parque.
Eso sí que lo envidio, la educación que tiene esa gente. No les envidio el clima ni la alegría que tenemos aquí, ni las playas que aquí son de verdad.

Berlín es enorme, no me la imaginaba tan grande. Tiene un parque el doble de grande que Hyde Park en medio mismo de la ciudad, el zoo más completo que he visto en medio de la ciudad, los centros comerciales más grandes que he visto. No he visto a ningún alemán desnudo, para saber si todo es tan grande, jajaja.

En fin, que el viaje estuvo muy bien, volvimos supercansados, pero lo pasamos muy bien.

Eso sí, volvimos con una pequeña crisis. Durante los cinco días que estuvimos allí solo lo hicimos una vez. Siempre me decía que estaba cansado, no funcionó ninguno de mis trucos, ni la indiferencia, ni los mimos, ni ponerme ropa interior sexy. Nada.
A la vuelta me dijo que le preocupaba esta falta de deseo que tenía últimamente, que solo se ponía si yo me disfrazaba de algo, como el día que me vestí de enfermera y se puso como loco, justo el finde antes de irnos.
Volvió a salir el tema de la diferencia de sentimientos, que él me quiere mucho más que a una amiga, que es algo especial, pero no tanto como para ser pareja. En fin, lo de siempre. Que tenemos que dejar que las cosas fluyan. Las estoy dejando fluir hace tres años y medio ya, pero parece que no cambian como a mí me gustaría. Ni cambiarán.

Me quedo con lo bueno de las vacaciones, ya pasé el sábado y el domingo bastante mal, así que voy a aprovechar mi último día de vacaciones en la playa y comiendo paella.

martes, 16 de junio de 2009

Besos

Echo de menos esas largas sesiones de besos en un sofá, en el asiento del coche, o en cualquier rincón.

Esos besos largos, infinitos, cálidos, húmedos. Esos en los que las lenguas pasean por el interior de la otra boca, en las que se muerden los labios, en los que acabas con la barbilla escocida de tanto roce.

Tengo ganas de un buen beso, de uno de verdad, de uno de los que sientes que te desean con todas sus fuerzas.

Echo de menos un beso de verdad.

jueves, 11 de junio de 2009

Cenamos?

Ayer por la tarde le llamé para decirle que no podría ir a jugar, porque me estaba doliendo bastante la espalda y no quiero fastidiarla justo antes de las vacaciones.
Por la noche me dijo que hoy tampoco podríamos quedar porque tenía que quedarse hasta más tarde en el trabajo.

- Así que ya nos nos veremos hasta el lunes, ostras.

Hoy le he puesto un sms diciéndole que si no salía muy tarde podíamos ir a cenar.

Siempre que le digo algo me dice que no, que sale cansado, que no tiene ganas más que de irse a casa y no hacer nada.

Y sorpresa! Me ha llamado y me ha dicho que estaba a cinco minutos de casa, que pasaba a buscarme y nos íbamos a cenar.

Y ha sido como la comida del chino, no sé si porque tenía muchas ganas o porque estaba muy buena pero me ha sentado genial. Pues con él lo mismo, no sé si porque tenía muchas ganas de verle, y eso que solo había pasado un día, o porque estaba guapísimo con su polo morado que solo le había visto en el probador antes de comprárselo, pero me he puesto supercontenta. Ha sido la inyección de adrenalina que necesitaba para terminar la semana.

Mañana me voy a Zaragoza, a celebrar el cumple de mi sobrino que ya ha cumplido dos añazos. Qué rápido pasa el tiempo, madre mía.

Pues ya os contaré el lunes qué tal el finde, que seguro que lo paso genial, pero segurísimo que echo de menos infinito a mi niño.

martes, 9 de junio de 2009

Tranquilidad

Las cosas se calmaron. Al día siguiente. No hizo falta esperar mucho.

Ya no ha vuelto a salir el tema, y no ha vuelto a hablar del tema de dinero ni del ahorro ni nada. De hecho, estuvo diciéndome que a ver si nos íbamos de vacaciones a algún sitio diferente, a la India, a Nueva York, o donde sea. Y ahí le tuve que parar yo los pies diciéndole que no sé cuánto dinero tendría yo de aquí a entonces, que estoy pelada.
Primero vamos a Berlín y luego ya hablaremos.

El finde fue tranquilo.
El viernes fui de cena con los del trabajo y me lo pasé genial, nos reímos mucho y nos desfasamos más todavía. Casi agradezco que a la chica que hizo un montón de fotos con el móvil se lo robaran, porque allí había de todo para hacer un chantaje, jajaja.

El sábado estuve de resacón, y él también porque había quedado con su amigo, así que toda la tarde en el sofá.
El domingo fuimos a caminar un rato y a comer un arroz caldoso que estaba de vicio.

Así que en general todo sigue bien.

martes, 2 de junio de 2009

La vuelta de la tortilla

No se puede hablar con él. En serio, como se le meta algo en la cabeza es que es imposible ni explicarse ni nada.

Me ha llamado hace un rato diciendo que estaba preocupado porque a su padre puede que lo echen del trabajo, y que quería que fuésemos controlando los gastos. Que el viaje lo haremos porque ya está pagado pero que ya tendremos que controlarnos porque si su padre no trabaja tendrá que dar dinero en casa.
Vale, me parece bien.

Pero me ha dicho que ahora ya no sabía ni siquiera si salir el viernes con su amigo. Le he dicho, hombre pues sal, que por que salgas el viernes tampoco pasa nada.

- Es que tú no lo entiendes.
- Hombre, claro que lo entiendo, pero vamos, me refiero que lo que gastes el viernes ya que has quedado tampoco te saca de apuros.
- Como se nota que tú no has pasado por eso y no sabes lo que es estar en el paro.
- Claro que lo sé, que también estuve, y a mi padre también lo echaron y era peor porque entonces éramos los tres pequeños y no trabajaba nadie en casa.
- Pero tú estuviste en paro hace muchos años, y total tenías veinte años o menos, no es lo mismo.
- Vale pero sé lo que es no encontrar nada, no tener pasta, y además he estado contigo todo el tiempo que estuviste tan mal, claro que sé lo que se pasa. Me fastidia que minimices lo mío para hacer lo tuyo más grande.
- Mira, que lo ves todo muy fácil, te crees que si salgo no va a pasar nada.
- No sé si pasará o no, pero desde luego porque salgas no te arruinas.
- Mira déjalo, que al final voy a decir cosas que no siento y va a ser peor, venga adiós
- Pero por qué te enfadas, si no te he dicho nada malo.
- Déjalo que me estoy poniendo nervioso y todo ya, adiós.
- Adiós.

A ver, que no le quito importancia al tema, pero tampoco es para que ahora se quede encerrado en casa a cal y canto, que lo conozco y exagera las cosas más de lo que son. Vale que es una mierda que te echen, y sobre todo a ciertas edades que es más complicado encontrar algo, y sobre todo en este momento. Pero es que él pasa de vamos a gastar a no suelto un duro porque nos vamos a morir de hambre. Y tampoco es eso. Vale que quiera controlar gastos, pero es que él tiene su sueldo, no necesita que lo mantengan, su padre cobrará paro, y su madre también trabaja. Así que la cosa no es tan precaria, me parece a mí, como para dejar de salir ya esta semana.

En fin, espero que se calme un poco, que entiendo su preocupación, pero que no se agobie. Ahora va a cambiar la tortilla, y todo lo que nos hemos movido se convertirá en quedarnos en casa. Pero lo más importante es que no se agobie demasiado porque lo conozco y sé lo que me espera, aguantar la misma cantinela de yo no lo entiendo y vivo muy bien. Como tengo el trabajo fijo ya no tengo derecho a opinar por lo que parece.

lunes, 1 de junio de 2009

Sí, sí, sí, nos vamos a....

....Berliinnn!!!

Por fin, hace años que tenía muchas ganas de ir, y este mes que tengo una semana de vacaciones lo hemos mirado y entre Londres y Berlín nos hemos decidido por este último.
No sé cómo lo haré porque no tengo ni un duro, de hecho el viaje me lo tiene que pagar él, y con lo que me devuelven de Hacienda iré tirando para gastos, aunque tendré que gastar más bien poco.

El finde aquel al final fuimos a Zaragoza, le pregunté a mi madre si se quedaban en el apartamento y me dijo que sí, así que cogimos el coche y nos fuimos para allá. Lo pasamos genial.
El viernes llegamos y nos fuimos a cenar al Gino's, que me encanta, y allí estuvimos hablando.
Volvió a salir el tema de las parejas, y le dije, pero tú qué te crees que es una pareja? Pues hacer todo lo que te apetece con ella, contarle tus cosas, hablar con ella cuando te sientes mal, preocuparte y alegrarte por ella, compartir cosas, pasarlo bien, en definitiva. O sea, todo lo que haces conmigo.
- La asturiana siempre me dice que aunque no lo diga eres mi novia y ya está, si siempre estamos juntos.
- Pues eso. Lo que pasa que tú tienes la idea de que una pareja es un agobio.
- Es que es eso,obligaciones, agobios, exigencias...
- Serán las que has tenido, pero conmigo no es así.
- Pero si yo dijera que eras mi novia estoy seguro de que me agobiaría y no duraría nada contigo. Querría irme.
- Bueno, pues no lo digas, no lo pienses y sigue como estás, que a mí me da igual como me llames si estás conmigo y lo pasamos bien. Algún día ya te darás cuenta de que conmigo has sido más pareja que con nadie, aunque haya sido la única a la que no has puesto la etiqueta.

Después nos fuimos a tomar algo y de fiesta. Lo pasamos genial, y llegué con los pies destrozados.

El día siguiente estuvimos paseando, de compras, y de noche en un cabaret que han vuelto a abrir después de muchos años, El Plata, viendo el espectáculo, que estuvo muy bien, y de fiesta. Y volví a llegar con los pies y el resto del cuerpo destrozado.
La resaca del domingo no hace falta que la cuente.

El resto de semana vamos quedando por las tardes, para lo de siempre, y el día que no quedamos aprovecho a hacer cosas que tengo pendientes, así que no me queda mucho tiempo para escribir. Pero os voy leyendo.

Este finde ha sido más tranquilo. El sábado fuimos a caminar por al lado de un río, pero el camino estaba tan intransitable que volví con las piernas llenas de arañazos. Parecía que me había peleado con un oso por lo menos jajaja.
El domingo tenía que trabajar por la mañana, y cuando terminó nos fuimos de picnic a la playa.

Y ahora ya estoy preparando el viaje a Berlín, que me voy en tres semanas, así que si alguien lo conoce, Pablete seguro que sí, que me diga sitios chulos para ir. Se admiten sugerencias.

Intentaré no tardar tanto en actualizar Carn ;)

jueves, 21 de mayo de 2009

Qué haré este finde?

No paro en casa un momento, por eso no actualizo tan a menudo como antes.
Todas las tardes quedo un rato con mi niño para ir a jugar y a pasear un rato, así que cuando llego estoy tan cansada que no tengo ganas de escribir ni nada.


El sábado pasamos el día en Barcelona, fuimos al parque Güell, hacía un montón de años que no iba, y me encantó. Tenía una sensación de estar de vacaciones increíble, vamos que me dieron ganas de coger un avión donde fuera y marcharme. Había un ambientazo enorme, muchos guiris, músicos tocando, gente vendiendo pulseras, anillos, pañuelos, de todo. Además hizo un día estupendo y el sol da una alegría tremenda.
Estuvimos todo el día caminando, nos dimos una paliza que no veas. Estuvimos por el puerto, de compras, tomando un cocktail, vamos que nos dio tiempo de todo. Nos quedamos con ganas de quedarnos a pasar la noche, pero otro día será.

Este finde la idea es ir a Zaragoza porque no estarán mis padres en casa, han venido unos días a un apartamento que les ha dejado un tío mío, pero si el tiempo está malo dicen que se irán. Así que ahora no sé seguro si se quedarán o no, porque yo no he dicho nada de que iba a ir con mi niño a casa, si no, ya sé que me dirán que vaya igual, que no pasa nada. Pero paso, además que él no tiene ganas de conocer a nadie, y yo no quiero pasar el corte tan grande que me iba a dar.
Así que realmente no sé qué haré. Creo que tendré que preguntar directamente si se van o se quedan y no arriesgarme a ir a casa y sorpresaaa!

En cualquier caso tengo ganas ya de que llegue el viernes a las dos para salir, desconectar y disfrutar del finde.

martes, 12 de mayo de 2009

Te echo de menos

Fue el sábado. Estábamos hablando por teléfono, él se metía conmigo en broma y yo le contestaba. Y de repente lo dice.

- Te echo de menos.

Me quedé sin palabras. No estoy acostumbrada a estas cosas y me quedé que no sabía qué decir.

Curiosamente por la noche tuvimos una discusión por otra cosa que no viene al caso, ya se ha pasado, pero me quedo con esa frase.

Tiene ganas de verme y yo a él. Y estoy deseando que llegue el viernes para poder quedar. Aunque si mañana no llueve quizá nos veamos. Que pase la nube, por favor :P

La semana pasada estuve poco en casa, entre el trabajo y que luego quedábamos todas las tardes pues llegaba a casa reventada y no tenía ganas de nada. Pero os he ido leyendo, eso sí.

Si tengo un ratillo os pondré alguna foto del viaje que hicimos en el puente a Carcassonne. El sitio es muy bonito, me sorprendió todo el paisaje tan verde, tan lleno de flores todo, no sé por qué pensaba que esa zona sería más seca. No sé, me sorprendió.

El finde en Zaragoza genial, mi sobrino está cada día más rico, para comérselo :D

martes, 28 de abril de 2009

Ayer

Por fin tuve un día bueno, un día de los que me hizo sonreir y no puedo parar todavía.

La verdad que la semana pasada no fue una buena semana, entre unas cosas y otras estaba bastante deprimida, y el finde no fue mejor. Tuve momentos buenos, pero de repente me daba el bajón y lo veía todo negro, no creía en nada de lo que me decía, o me enfadaba por cualquier cosa y no tenía ganas de nada.
El sábado hicimos una excursión muy chula, lo pasamos muy bien, pero por la noche todo se volvió a fastidiar. Aún así estuvimos todo el finde juntos, se fue el domingo por la noche bien tarde.

Y ayer quedamos para ir a jugar a fútbol un rato, y nada más verme me abrazó y me miraba y sonreía, y le dije qué te pasa, por qué me miras así?

- Qué pasa que no te puedo mirar?
-Sí, claro que puedes.

Volvió a abrazarme.

-Tenía ganas de verte, te echaba de menos
- No me digas esas cosas, que luego me las creo
- Pero si es verdad, qué pasa que no te puedo echar de menos?

Después de jugar fuimos al cine, hacía bastante que no íbamos, y estuvimos solos en la sala.
Estuvimos hablando hasta que empezó la película y le dije, gracias por invitarme eh? que lo has pagado todo tú.

-No pasa nada, además bastante mal lo has pasado por mi culpa estos días.
-Bueno, pero si es lo que sientes no puedo echarte nada en cara, al menos me lo dices y no me engañas.
- No, pero yo también me como mucho la cabeza a veces, no sé que pensar, le doy muchas vueltas a muchas cosas, y al final pienso, deja que fluya, que vayan pasando las cosas y a ver qué pasa. Total, lo pasamos muy bien, y llevamos ya tiempo así, quién sabe. Además que esta semana se han juntado varias cosas y por eso dije lo que dije, pero vamos.
- Bueno, pero hay cosas que no las sientes
- Ya no sé, más vale disfrutar el momento y no preocuparnos de lo que pasará.

No dejaba de abrazarme y de cogerme la mano, estaba tan cariñoso que daba gusto.

No es que me diese esperanzas, no es que las cosas hayan cambiado, pero me sentí bien al saber que él también piensa, también tiene dudas, y en el fondo, esta relación le importa más de lo que cree. O de lo que creo yo.

Vuelvo a estar bien, y deseando que llegue el puente para irnos de viaje otra vez!

jueves, 23 de abril de 2009

Sin más

Otra vez salió la conversación que no me gusta tener, la de las verdades que duelen, la que me hace replantearme todo y sentirme como una imbécil.

Ayer fuimos a la playa y estuvimos jugando y paseando, pero desde que vino, yo noté que le pasaba algo. Le pregunté y me dijo que nada. El estaba muy bien conmigo, yo estaba supercontenta como últimamente, pero pasaba el rato y cada vez le veía más ausente, pensativo, y al final insistí.

Para abreviar, estaba de bajón por una cosa que le había pasado, y entonces parece ser que empezó a pensar en él y en cómo es. Me dijo que tenía miedo por mí, porque no sabía qué pasaría con nosotros, que él no era tan buen tío como parecía y que no quería hacerme daño nunca.

Dijo que el no siente esa ceguera, esa ilusión que sientes cuando estás enamorado. A mí me quiere mucho, está genial conmigo y todo lo que hacemos realmente le apetece hacerlo, le apetecen los viajes, le apetece ir a la playa, le apetece aunque sea estar en mi casa sin hacer nada, y está genial. Dijo que si fuera cuestión de razones estaría conmigo hace muchísimo tiempo, pero es el corazón quien manda, y no siente que pueda ser mi pareja, porque no quiere cagarla como hizo con la otra chica.
Dijo que soy muy especial para él, que gracias a mí ha cambiado a mejor en muchas cosas, que le he influido mucho y que desde luego no seré una persona a la que pueda olvidar fácilmente, porque yo sí que le he marcado.

Le pregunté si me estaba planteando dejarlo, o si no quería verme en un tiempo o qué. Contestó que no, que no pretendía eso, pero que tenía miedo de hacerme daño, que sabe que es una persona que va a la suya y por muy mal que le sepa a veces, aunque tenga esa lucha interna diciendo por qué haces eso, sabiendo que está mal al final siempre hace lo que más le conviene. Dice que yo merezco algo mejor, que él no es tan buena persona para mí.

Yo le dije que ya sé como es hace mucho tiempo, que ya sé lo que siente y lo que no, pero para mí es una persona que merece la pena, con todos sus defectos, pero que la merece, y estoy muy a gusto a su lado. Yo también me planteo muchas veces, más de las que os imagináis, acabar con esta situación, pero no puedo, porque yo sí que tengo esa ceguera y esa ilusión que él no tiene.
Soy consciente de que no está enamorado de mí, lo he dicho muchas veces, pero últimamente las cosas estaban tan bien, se ponía tan cariñoso y tan romántico que empezaba a pensar que quizá algo estuviese cambiando. Pero no.

Así que en el fondo le agradezco que me vaya despertando del sueño de vez en cuando, para que no me haga ilusiones, para que sepa a qué atenerme siempre. Si algo no le puedo reprochar es que me haya mentido nunca. Y valoro esa sinceridad por encima de todo. Siempre le digo que prefiero una verdad que me duela que una mentira, porque al final me duele lo que me entero y que me hayan mentido.

Y sin más volví a caer de la nube. He vuelto a sentirme triste, porque por mucho que me quiera y por mucho que yo sepa lo que hay, no es agradable escuchar que no puede sentir más por tí, y que ojalá lo sintiera.

Hoy no puedo quitarme esta tristeza de encima, por mucho que haga un solazo y vaya a ir a la playa, que es lo que más me anima. Hoy no funciona.

martes, 21 de abril de 2009

Album de fotos

Para poner un poco de color al blog os pongo unas fotos del viaje que hicimos en Semana Santa por San Sebastián y alrededores, y a ver si así se me anima un poco Mini viendo su tierra. A ver qué te parece nena ;)


Playa de Zarauz

Este es el puerto de Getaria. La primera foto la puse de fondo de pantalla y a mi niño le gustó mucho cómo quedaba, así que la pongo :P







Zumaia, el pueblo que más me gustó de los que vimos ese día.



Biarritz. Este sitio nos encantó y si viviera cerca seguro que pasaba muchos días por allí.



San Juan de Luz (Menudo crêpe de Nutella que nos comimos aquí :P)



Y para terminar, San Sebastián, el Peine de los vientos que es un sitio precioso y al que fuimos todas las tardes que estuvimos por allí cerca.



El parque de atracciones del monte Igueldo, me gustó mucho, es encantador.

Y las maravillosas vistas que se tienen desde allí.



Bueno, pues aquí teneis las fotos del viaje, espero que os gusten.

lunes, 20 de abril de 2009

Qué querrá?

Este finde ha sido de relax, sobre todo para mí que no he tenido la suerte de poder salir de fiesta el viernes como hizo él. Así que el sábado ya se levantó tarde, nos fuimos a comer al chino y luego a la playa un rato.

El domingo ibamos a ir a la playa porque hacía solazo, pero nos enganchamos viendo en la tele el último superviviente. Nos gusta mucho, pero cuando sale comiendo bichos o lo que sea es asqueroso, entonces él empieza ajjjj qué asco y se tapa pegándose a mí, y yo hago lo mismo. Así que entre bicho y caca de elefante no paramos de abrazarnos y de estar bien junticos en el sofá.

Luego nos entró la pereza y ya no salimos así que nos pegamos el día en el sofá viendo la tele y tonteando.

El otro día me dijo que la asturiana (la que le echó los tejos en el trabajo) le preguntaba mucho por mí, que le preguntó un día cómo era yo, físicamente y personalmente. Se ve que hablan bastante de mí, le cuenta muchas cosas, hasta le ha dicho cómo me llama él, que es un nombre que nadie me dice y que nunca me dice cuando hay gente delante.
Pero es que el sábado me viene diciendo que la tía le ha pedido una foto mía.

- Pues no se la des que igual quiere hacerme vudú o algo
- Qué va mujer, mira que eres
- No, que la quiere para ponerme verde y sacarme faltas.
- Que no mujer, que ella no es así.
- Mira que eres inocente, delante de tí no lo hará, pero cuando no estés delante irá a la compañera y le dirá pues no es para tanto, bien fea es, yo que sé, cualquier cosa.
- Que no, que ella no es de esas, vamos o esa impresión me da.
- Si le llevas foto, porque aunque te diga yo que no lo hagas lo harás igual, llévale una que esté bien guapa, que yo salgo muy mal siempre. Llévale la de la noche de gala del crucero que estoy guapísima, jajaja.

Total, que entre bromas y no bromas, escaneó la foto para enseñársela.

Yo la verdad que no sé qué pensar, eso de que le pregunte tanto por mí, por cómo estoy, que quiera verme, no sé no sé.
Realmente tanto le interesa, o simplemente quiere satisfacer su gran curiosidad? A lo mejor quiere parecerse a mí. No creo.
El dice que lo que pasa es que no está acostumbrada a que le digan que no, porque parece ser que es bastante guapa, alta, tipazo, en fin, que tiene buena planta, y que por eso tiene tanta curiosidad por verme. Puede ser.

Lo que también me extraña mucho es que mi niño, con lo reservado que es para hablar de sus cosas, con ella comparta todo que hasta le ha preguntado y le ha dicho él que soy muy buena en la cama. Eso de que diga hasta lo que no sabe nadie es que es muy raro en él. Supongo que ha cogido tanta confianza que le gusta hablar de un tema del que casi nunca habla con nadie.

Misterios sin resolver. Cuando le enseñe la foto ya os contaré lo que ha dicho, aunque no me creeré ni la mitad.