miércoles, 17 de marzo de 2010

Nada es lo mismo

Siempre le echo de menos, pero en días como hoy muchísimo más.

Ha sido un día de esos que todo te sale mal o al revés, que estaba harta por nada en particular y todo en general.

Antes sabía que podía quedar con él o al menos como tarde el viernes le veía y podía abrazarle, y ahí entre sus brazos se me pasaba todo, me olvidaba de todo.

Por eso hoy echo de menos sus abrazos, igual que muchas otras cosas.

Sí que me animo a ratos y estoy bien, tampoco diré que me paso el día llorando, aunque hay días que han sido así y de vez en cuando alguno lo sigue siendo. Estoy bastante depre a pesar de que tenga momentos de risas, de borracheras y de diversión.

Si pienso en las vacaciones me entristezco porque sé que no las haré con él. Todos los sitios que veo románticos me hacen pensar que no los disfrutaremos juntos, y peor, que quizá los disfrute con ella.

Llega Semana Santa y no tengo ningún plan como el año pasado junto a él.

Se me acaba el gel de la piscina y pienso que tendré que coger el que tengo a medias en el neceser de todos los viajes y escapadas que hacíamos. Ya no lo necesitaré.

Hace sol, llega el buen tiempo, y no me animo, casi al contrario, porque se acabaron las excursiones con él, ahora si acaso las hará con ella.

Voy a comprar, veo los aguacates, y ya no los compro para hacer el guacamole que le encantaba, ya no tengo que preparar cenas para los dos.

Voy al chino y ya no es lo mismo sin él, ni el cine, ni Barcelona, ni Zaragoza, ni mi sofá, ni mi cama. Nada es lo mismo sin él.

Este finde necesito salir de aquí, me iré a Zaragoza y estaré tres días que he cogido de vacaciones para desconectar un poco. Estoy agobiada de todo esto. Pero seguro que no dejo de entristecerme por su ausencia.

domingo, 14 de marzo de 2010

Duele

Jamás pensé que sería tan duro estar separada de tí.

No creía tener tantas lágrimas acumuladas, me parece imposible que se pueda llorar tanto.

Cada día es más duro que el anterior cuando debería ser al contrario. Los findes son largos y vacíos sin tí.

No debería de darme un pequeño ataque de ansiedad cuando creo que voy a encontrarte en el pub de siempre, porque quizás estés con ella.

No debería de dolerme tanto tu ausencia.

Quiero que estés bien, y probablemente lo estás, seguramente muchísimo mejor que yo, pero te echo tanto de menos que me falta el aire.

viernes, 12 de marzo de 2010

San Viernes?

Le cojo la frase a mi niña porque últimamente para mí ya no es lo mismo.

Cuanto más se acerca el finde más empiezo a agobiarme. Y es que llega el viernes y todo el mundo tiene sus planes, ganas de estar con la gente que quiere. Y yo solo puedo pensar en lo que estará haciendo él con ella, en que sus caricias son para ella, que las cenas y el vino los comparte con ella, que hará el amor con ella. Me siento tremendamente sola aunque esté rodeada de gente.

Sé que no debo pensarlo, pero no sé cómo hacerlo.

Hace un par de semanas he empezado a quedar con gente del trabajo, todo fue de rebote, salimos un viernes a tomar vermut y acabamos por la noche. A la semana siguiente les dije, hay que repetir, y vaya si repetimos, terminamos a las dos de la mañana con un pedal que ni os cuento. Más que nada porque hubo unas horas que he olvidado por completo, jajaja.

El finde pasado estuve bastante entretenida, lo que no quiere decir que disfrutara al máximo, porque siempre por mi cabeza se cruza algún recuerdo o algún pensamiento.

Hoy estaba ya agobiada, y eso que mañana salgo con esta gente a cenar y de marcha, pero pensaba en esta noche y me da pena, me duele y me cabrea.
Me he puesto a hablar con una compañera por el Facebook y al final iré esta noche a su casa a cenar, así que tal vez, sí que sea Saaaaan Vierneeeeesss.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Así estoy sin tí

Hoy ha sido un día de esos en los que solo te apetece estar en la cama, y si es abrazada a alguien especial, mejor que mejor.

Hoy quería haberme quedado en la cama abrazando a mi niño. Pero no puede ser.

Estoy tan mal que no he podido ni escribir, la verdad es que casi no puedo comer, duermo fatal y lloro mucho. Aunque empiezo a tener algún momento bueno tengo bastantes bajones.

Lo peor fue hace tres semanas exactamente, cuando por fin quedamos para darle el ordenador que me tenía que arreglar. Entonces fue cuando me confesó por qué no quería venir a casa en fin de semana. Está saliendo con otra.

Mis dudas fueron obvias. Estaba ya con ella mientras estaba conmigo? En realidad lo ha dejado por irse con ella?
Me dijo que no, que la decisión estaba tomada, que nunca me ha engañado. A esta chica se la presentaron sus amigos hace año y medio o más, y a veces si salía con ellos coincidían, pero nunca paso nada porque le dijo que estaba con alguien de una forma especial. Cuando lo dejamos y volvió a salir con sus amigos más a menudo y empezaron a verse se animaron a salir juntos.

Dice que no está bien del todo porque sabe que yo estoy mal, que me echa de menos, que todas las chicas no hacen las mismas cosas que yo, y que no es igual.
Pero lo que está claro es que él tiene una ilusión, alguien con quien estar, y yo solo tengo mucho dolor. Y lo peor es que no sé cómo quitármelo de encima. Lo intento, igual que intento no pensar, que no me invadan todos esos recuerdos y todas las conjeturas sobre lo que hará con ella o dejará de hacer.

Hablamos de vez en cuando, incluso hemos quedado por el tema del ordenador. Lo pasamos bien, incluso se quedó a dormir en mi casa un día con todas las consecuencias.
Pero las cosas han cambiado, él ha cambiado, y aunque le apetece quedar conmigo porque me quiere mucho, porque soy muy especial, porque se lo pasa bien conmigo, ya me ha dicho que intentará quedar pero que tampoco quiere mentir como otras veces. Que aunque le encantaría hacer excursiones o todo lo que hacíamos que eso ya no podrá ser.

Todos me dicen que no piense, y yo contesto, dónde está el botón de no pensar?
Me dicen que sería mejor no vernos, ni hablar, pero a mí hablar con él me da fuerzas para seguir, me anima, aunque parezca raro. Y si nos vemos estoy genial, me lo paso bien y aprovecho a robarle un abrazo, unos besos o unas caricias.
No es la solución, lo sé, pero es lo que tengo, es lo que no quiero perder, y mientras tanto sigo adelante, intento no hundirme, quedar con gente y no estar solo con una sonrisa pintada en la cara.

Es muy difícil, no lo he pasado tan mal por nadie nunca en mi vida. Pero tampoco me había enamorado de esta manera nunca en la vida. Lo que he sentido por él desde el primer momento ha sido muy fuerte, y se ha hecho más fuerte con todo lo que hemos pasado.
El no ha sentido todo eso por mí, pero sí que ha sentido mucho, cosas, como me ha dicho hoy, que no ha sentido por otra gente nunca. Me ha ayudado, me ha animado, me ha hecho reir y enfadar, me ha hecho daño y me ha dado las alegrías más grandes de mi vida. Me ha hecho ver la vida diferente, sin miedo cuando estaba a su lado, y totalmente vulnerable ahora que no está. Me ha dado lo mejor y lo peor. Y todo es inolvidable, para él y para mí.

A ella le ha hablado de mí durante mucho tiempo, tanto que hasta le dijo un día que si tanto sentimiento tenía conmigo que volviera conmigo. Le dijo que sí que habíamos sido una pareja.
A mí no me quiere contar nada de ella, no sé ni cómo se llama, y dice que no me contará nada porque no viene al caso.
Le pregunto si está bien, pero lo único que me dice es que no puede estar bien del todo si me ve tan mal a mí.
Yo quiero que esté bien, pero no puedo ni mentirle para decirle que estoy mejor. Estoy mal, y lo comparto con él, quiero que sepa si lloro o todo lo que siento desde que esto terminó.

Y ni siquiera puedo odiarle.