jueves, 27 de noviembre de 2008

Sin novedades

Estos días no he actualizado porque la verdad no sé qué contar. No hay grandes cambios, y además llevo dos semanas de baja con lo que apenas salgo de casa. Así que aparte de engancharme a Gran Hermano, no he hecho mucha cosa.

La baja es porque llevo la espalda bastante fastidiada, me duele desde las cervicales hasta la ciática, depende del día, así que nunca sé dónde me va a tocar. La médica me dijo que podrían ser nervios, y seguramente será eso, porque en el trabajo llevo como un año bastante malo. Aún así, me mandó análisis y una radiografía, que no sé cuándo llegará, porque funciona tan bien, que no me pueden dar cita desde hace dos semanas porque están cambiando la forma de dar citaciones y está todo parado. Y de momento no parece que esté arreglado, así que con un poco de suerte igual coincide la radiografía con el día de mi jubilación. Mira que detesto ir de médicos, pero claro, llega un momento que no te libra nadie.
La semana que viene tengo que ir a que me den hora también para empezar la rehabilitación, así que como véis estoy hecha una octogenaria. Seguro que hay muchas que están mejor que yo, jajaja.

Esta tarde tengo que ir otra vez a la médica a ver si me alarga la baja o me da ya el alta. Yo la verdad que ojalá siga, porque además que no estoy bien del todo, el solo hecho de pensar en volver a aquel sitio me pone más de los nervios. No entraré en detalles porque sería una historia larga y aburrida. Y difícil de explicar.

Y con mi niño pues como siempre. Como dice la canción de Amaral, a veces lo mataría y otras en cambio me lo quiero comer.
A veces dice cosas que me encanta oir y otras cosas que preferiría que no pensara. Como por ejemplo el otro día que me dijo que así como estamos podemos durar toda la vida, pero que el solo hecho de pensar que seamos pareja y tener unas obligaciones le agobia, y seguro que no duraríamos nada, y sería por él, porque le entrarían los agobios y se terminaría. Que a veces lo piensa y le sabe mal por mí, pero que tampoco quiere terminar y sabe que con el hecho de decir que soy su novia todo saldría mal. Que ya sabe que es algo raro, una relación diferente, pero bueno.

El domingo tuve que ir a buscar a mi amiga a la estación y desde su casa hay un camino más directo, pero que está muy oscuro y es un poco malo. Así que le dejé allí y me fui, como siempre insistió en que le hiciera perdida cuando llegara a casa. Y le dije que iría por el camino que conozco, que aunque es más largo iba más tranquila. Al día siguiente me dijo que había empezado a pensar que a ver si me había ido por el otro camino, que si me pasaba algo, que se puso nervioso pensando que se sentiría tan mal como si le pasara algo a sus padres. Que no sabía qué haría si de repente un día a mí me pasaba algo, o me moría.
Pues supongo que es una forma de decir te quiero mucho. Por qué tiene que ser tan poco tradicional para alguna cosas? jajaja.

A veces me pregunto qué hago con él, si realmente me compensa, si realmente estoy bien, y otras me pregunto qué haría yo sin él. Solo pensar que pueda faltarme me entra un no sé qué en el estómago.

Así que esto es todo amigos, de momento no hay nada nuevo por aquí.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Aprenderé?

El viernes fui a buscarle como siempre, y nos quedamos a cenar en casa. Nos apetecía tener una de esas cenas románticas, como él dice, tranquilos, con la música suave de fondo y a la luz de las velas.

Mientras yo preparaba la cena, él se duchaba, y cuando salió vino a la cocina, me abrazó y me dijo, tenía ganas de estar contigo. No dejaba de abrazarme muy fuerte, y de darme besos, igual que yo a él.

La cena fue genial, me contó cosas del viaje ya más detalladamente y después estuvimos en el sofá bebiendo, riendo, y haciendo las típicas tonterías hasta que terminas en lo que tienes que terminar :P

Qué ganas tenía! Los dos teníamos ganas, y es que dos semanas se hacen tan largas...

El sábado salió un día precioso, de sol, muy buena temperatura. Perfecto. Así que nos fuimos a caminar un poco por un pueblo de playa que hay no muy lejos de aquí. Estuvimos por la playa, mojándonos los pies, y cuando se hizo la hora de comer nos fuimos a nuestro sitio preferido del pueblo de al lado. Hacen unas paellas buenísimas, pero cómo estaba cerrado tuvimos que cambiar el plan.
Después nos fuimos a jugar un rato, muchas risas. Y ya nos fuimos a casa, a descansar un rato y cenar pronto, porque el domingo él tenía que ir a trabajar y entraba a las seis de la mañana. Así que la noche no pudo alargarse mucho.

Pero fue un día genial. El domingo tenía que venir a traerme el coche y recoger sus cosas y ya se quedó hasta la noche.

La verdad que no sé por qué me rayé tanto el día anterior con lo que me dijo, porque todo ha ido tan bien como siempre.
Lo que pasa que él es muy radical diciendo las cosas, y a veces puede sonar más fuerte de lo que realmente quiere decir. Me ha repetido cientos de veces que si no hace nada por ahí es porque piensa en mí y no quiere hacerlo, pero entre que él habla de esa manera y yo enseguida le empiezo a dar vueltas a todo, pues me monto unos dramas que no veas. Si yo aprendiera a no darle tanta importancia o tantas vueltas a las cosas estaría más tranquila. Pero parece que eso es misión imposible en mí.

Aunque aquí siempre muestro mi lado más débil, el más miedoso o el más romántico, también tengo mi carácter, el fuerte, el que no aguanta ciertas cosas. Pero las discusiones que tenemos muchas veces no las cuento aquí, porque enseguida se pasan y ya no merece la pena nombrarlas. Pero también las hay, también yo tengo reacciones que a él no le gustan nada, digo o hago cosas que él no soporta, y al final también me las perdona. Hablamos de lo que no nos gusta del otro, pero los dos llegamos a la conclusión de que no podemos cambiarlo, así que tenemos que aguantarnos tal y como somos.

Así que aunque a veces aquí lo pueda parecer, por las cosas que cuento, ni soy el corderito de Norit ni él es el malo de la película. A cada uno lo suyo, hay que ser justos, y de la misma manera que yo cuento cosas que me han molestado de él, si él contara su punto de vista en otro blog la mala o la rara sería yo. Pero supongo que es lo normal, cada uno habla de lo que siente, y que cada persona siente diferente.
Así que el que no sea una borde constante con la gente que quiero, o que el orgullo me parezca la forma más tonta de perder a alguien, no quiere decir que no me valore o no me quiera.

Si aprendiera a quedarme con lo que hay realmente, con que llevamos tres años juntos de la forma que sea, como pareja, o como amantes o como lo que sea. Que hemos hecho un millón de cosas juntos y tenemos ganas de otro millón. Que cuando estamos juntos lo pasamos muy bien, discutimos, pero siempre nos arreglamos.

Pero debe ser verdad que me gusta comerme la olla, que parece que no puedo ser feliz o algo así y siempre tengo que darle vueltas a lo que sea.

Así que lo dicho, me quedo con este finde que ha sido muy bonito, y con que estamos preparando una escapada para el próximo o para el puente, ya veremos.

Ya veremos cuánto dura esta decisión, seguro que dentro de dos días estoy lloriqueando otra vez por algo que ha dicho jajaja. Aprenderé alguna vez?

jueves, 20 de noviembre de 2008

Una de cal y otra de arena

Ayer por la tarde quedamos porque tenía que darle una cosa, y nos vimos un rato en el coche.
Estuvimos hablando y le dije que hoy me quedaba sola en casa, que mi amiga se iba. Me dijo que entonces podía venir a dormir. Genial.

Estábamos abrazados y le pregunté que querría hoy, refiriéndome a la cena, y él me contestó: Estar contigo.

Claro está que me quedé como una boba y aún le abracé más fuerte y me lo comía a besos.

Al final no viene hoy porque su madre le puso mala cara, así que esperaremos hasta mañana.

Hace un rato me ha llamado, y estábamos hablando de cómo había ido el día y lo de siempre. Y me ha dicho, bueno mañana nos vemos por fin las caras no? Y los cuerpos, le he contestado.
Total que bromeando con ese tema ha dicho que si quería tenía otra invitación.

Hay una compañera de trabajo que se ve que va detrás de él, y últimamente se está acercando más. El siempre me dice que pasa, que le cae muy bien la chica, que es muy simpática pero que no le ve nada. Siempre estamos bromeando con eso, y me dice que tranquila que no pasará nada.
Pero últimamente ya repite mucho que con lo que él era antes, que se habría ido sin ningún problema, que ahora ya no hace nada y parece gay. Que ni en Alemania con la de tías que se acercaron intentó nada, y es que está tan soso que ni eso le atrae.

- Entonces no haces nada porque te estás volviendo soso? Yo no tengo nada que ver?
- Hombre, supongo que algo tendrás que ver
- O sea, que el día que se te pase la sosería o digas ya estoy harto te tiras otra vez a todo lo que se menea porque yo no pinto nada.
- Si llega ese momento ya se verá, pero hoy por hoy no es así, por tí o por lo que sea.
- Pero a tí no te gustaría que te hiciera algo así, que me fuera con otro.
- Si te vas solo por sexo no, pero si sientes algo más, sería una tontería que lo desaprovecharas no? Es que si yo creyera que con esta chica podía haber algo te diría, mira me he enamorado y quiero intentarlo, pero como no es así.

Así que realmente todo lo que yo creía que estaba avanzando, que se comportaba por mí, en parte es porque está en plan sosoman. O eso o es incapaz de reconocer que lo hace por mí en gran parte. Y por supuesto si conoce a alguna que le haga tilín no tendrá ningún reparo en largarse y ahí te quedas. Igual que pasó la otra vez. Igual que si le digo yo, mira que me he enamorado de otro, pues una lástima pero oye, sigue tu vida.

Una vez más, y por mucho que lo parezca, que me lo digáis y que quiera creer que es diferente volvemos a las mismas. Ni está enamorado de mí, ni lo estará.

Después de esto no he podido evitar quedarme seria, y me preguntaba si estaba bien, si me pasaba algo. Yo decía que no, para qué vamos a discutir si no salimos nunca del mismo círculo vicioso. Me preguntaba si ya estaba con mis tonterías. Mis tonterías son que no quiero perderle, que quiero que se enamore de mí y reconozca las cosas, que no bromee con estas cosas, y si no son broma, no quiero ni oirlas.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Confesión

Habéis tenido algún amor en vuestra vida que no hayáis podido olvidar? Habéis conocido lo que suele llamarse al amor de vuestra vida?

Yo sí, y me gustaría decir que es mi niño, que es quien he estado esperando siempre, con quien siempre he soñado. Pero no. El amor de mi vida solo estuvo seis meses. Le conocí, viví los momentos más felices de mi vida, se cumplieron sueños, y se fue.

Fue de las primeras personas que conocí por el chat. Hubo un momento de mi vida que yo no salía, me quedaba en casa sola, después de otro fracaso, pero bueno, ese lo superé rápidamente, otro día lo cuento. El caso que empecé a chatear, le cogí el gusto, y para mí era una forma fácil de conocer gente debido a mi timidez. Como siempre había de todo, pesados, colgados, babosos y gente interesante con la que podías mantener una conversación.

Una tarde empezamos a hablar, y estuvimos varias horas sin parar, la verdad que coincidíamos en muchas cosas, nos reímos, muy bien. Nos dimos el messenger y continuamos hablando cada tarde. Me mandó una foto, y pensé que tampoco era nada del otro mundo, normalillo, pero bueno, me apetecía quedar con él. Así que me fuí una tarde para donde él vivía y por fin nos vimos las caras y nos oímos la voz. Cuando le ví por primera vez le dije, eres más alto de lo que pensaba, (1,92), y pensé que también era más guapo de lo que parecía en la foto. La tarde fue genial, con los típicos nervios de la primera vez que ves a alguien, pero muy divertida.
Cuando nos despedimos me dijo que si no le iba a dar un beso. Y nos dimos un beso muy tímido, muy corto, muy de estar de los nervios. Esto había sido un jueves, y el domingo estaba él aquí para verme.
Fuimos a pasear por el faro, y me preguntó si prefería que me diesen la mano o me cogiesen de la cintura. A mí me daba igual, nunca nadie había hecho eso conmigo, por las circunstancias que fueran nadie paseaba conmigo de la mano.
Me cogió de la mano y ya no supo salir conmigo sin dármela. Fue allí donde nos dimos nuestro primer beso, el de verdad. Y fue allí donde empezó la historia más bonita que he tenido en mi vida.
El también era bastante tímido, y hacía tiempo que no salía con ninguna chica. Dijo que yo le había devuelto las ganas de salir, de estar con alguien. Decía que yo le había enseñado a besar. Y debe ser verdad, porque mejoró mucho con el tiempo, jajaja.
Siempre me llamaba, me decía cosas bonitas, me abrazaba, me besaba en medio de la calle. Decía que le gustaba ir conmigo y pararse para besarme delante de todo el mundo.
Una vez me pidió que le grabara un cd con mis canciones favoritas, las que más me gustaran. Y se lo llevó, lo escuchó, y cuando llegó a casa me dijo que le había gustado mucho. Entre ellas estaba "La fuerza del corazón" de Alejandro Sanz, dijo que se había emocionado al escucharla, que nunca se había parado a pensar que eso se podía sentir.
Otro día que estábamos en el coche frente al mar, una noche de luna llena puso ese cd mientras estábamos juntos.
El era muy detallista, muy romántico, muy tierno. Era la pieza del puzzle que encajaba perfectamente.

Se dormía abrazado a mí, y cuando se despertaba me volvía a abrazar y me decía que no quería irse.
Los findes decía que prefería venirse conmigo antes que irse con sus amigos.

Pero siempre decía que él no se veía atado a nadie, que no se veía formando una familia, que era un lobo solitario. Y al cabo de los meses empezó a decir que tal vez no funcionara lo nuestro. Que deberíamos dejarlo.
Hasta ese momento fue romántico, los dos abrazados en el sofá, escuchando canciones, llorando y diciendo que le daba mucha pena, pero no creía que pudiera estar con nadie.
Empezó a venir menos a verme, justamente en ese momento cogió mononucleosis y tuvimos que estar un mes sin vernos, aunque todos los días hablábamos por teléfono.
Aunque todo se enfriaba no acabábamos de romper.

Un día fuí a verle yo, estuvimos paseando y se supone que habíamos cortado ya, pero me dijo que se le hacía raro no cogerme de la mano. Y me la dió. Y seguimos estando cariñosos. Cuando ya iba a coger el tren empezó a llover y tuvimos que echar a correr porque si no, no llegaba. El sémaforo se puso rojo y ahí nos besamos. Fue el último beso.
La despedida en la estación fue muy triste. Cuando aún estaba en el tren me envió un sms diciendo que le había gustado mucho el beso bajo la lluvia.
Yo estaba convencida de que él tenía sus neuras, y que se le pasaría y seguiría todo como siempre.
Pero no fue así. Realmente dejamos de vernos, ya no me llamaba, y tuve que hacerme a la idea de que se había terminado. Fue unos días antes de San Valentín.

Hablábamos de vez en cuando, pero ya no era lo mismo. En verano, vino un día a verme para ir a la playa, y fue el último día que lo ví. Aunque no me imaginaba que sería el último.
Desde entonces ha habido algún mail, algún sms, alguna vez le llamaba, pero muy pocas veces ya.

El se fue a hacer un master a Andalucía, estuvo unos meses por allí. Después me dijo que había conocido a otra chica, mayor que yo, que tenía una hija y vivía en Valencia. Me enteré que iba a una comunión allí, y supe que era la de la hija de esa tía. El nunca había querido venir a Zaragoza conmigo, y de repente va a una celebración familiar de alguien que acaba de conocer.
Me dolió mucho, me rompió más el corazón si es que quedaba algún pedazo por romper.
Luego estuvo trabajando en Madrid, y ahora vive con ella y la hija en Valencia. Así que ahora tiene una familia al completo. No está mal para un lobo solitario no?

Ese día me hundí por completo, me dolió tanto que si supiera el daño que me hizo vendría a pedirme perdón de rodillas.

Yo nunca he podido olvidarle, no hay día que pase que no piense en él, en lo que hará, en si realmente será feliz, y en por qué no pudo serlo conmigo si tan bien estaba.
El era lo que yo siempre buscaba en un tío, y también se fue. Tampoco quiso estar conmigo. Claro que había cosas que no me gustaban de él, pero eran tan pocas.
Cuando llega su cumpleaños le envío un sms para felicitarle, y en Fin de Año le mando otro para desearle lo mejor. El me responde y me manda un saludo o un abrazo, nunca un beso.
Hace poco soñé con él, y le dije que aunque fuera en sueños me había gustado verle, le pregunté qué tal estaba. Pero esta vez no respondió. Supongo que ya no tiene ganas de decirme nada, no creo que se olvide de mí, pero desde luego no me recuerda tanto como decía que haría.

A veces ya no sé si lo idealizo, o si me acuerdo tanto porque mi niño es todo lo contrario a él. En todo caso nunca me olvido de J.
Tampoco sé si lo que siento ahora por mi niño es una especie de obsesión y sigo enamorada de alguien que ya no estará nunca. Pero creo que lo que he pasado, he sentido y siento por mi niño no es fruto de una obcecación.

Todavía me sigue doliendo haber perdido a J, y que haya hecho su vida con alguien que no sea yo cuando tantas veces me repitió que quería estar solo siempre.

Todavía guardo el medio sobre de azúcar que partió en dos y guardamos para que no nos olvidáramos el uno del otro. Dónde estará su mitad?

lunes, 17 de noviembre de 2008

Mensajes

El jueves me llamó desde el aeropuerto antes de irse, solo para decirme que ya le quedaba poco para subir al avión y despedirse de mí.

El viernes a mediodía me llegó un mensaje suyo. Yo flipando, porque casi nunca escribe sms, así que me hizo mucha ilusión. Decía: " Sally, disfrutarías aquí madre mía".
Yo toda contenta porque se estaba acordando de mí. Pensé, seguro que está en la zona de tiendas, jajaja.

Yo no dejaba de pensar en él, lo he pasado genial en Zaragoza, pero solo pensaba en lo que haría si estuviese conmigo allí.

El sábado por la noche recibo otro mensaje. " Hola qué tal cómo va Sally? Me lo estoy pasando bien pero la verdad es que me hubiese encantado que estuvieses aquí conmigo. Pronto nos veremos. Besos"

Me quedé con la boca abierta y con una alegría infinita, me daban ganas de saltar y no podía dejar de sonreir. Sábado por la noche y quería que estuviese con él!!

El domingo volvió a enviar otro sms porque necesitaba que le diera una cosa urgente para el lunes. Así que quedamos que cuando yo llegara de viaje se la pasaría. Así que aunque fue poco rato, porque tenía que levantarse hoy muy pronto, pudimos vernos. Pude darle un beso, unos cuantos, y abrazarle. Me contó cosas del viaje, aunque muy por encima porque estaba cansado, me dio un par de cosas que me había traído de allí, y aunque parece ser que tuvieron mucho éxito con las alemanas porque les encantaba el acento español y todas iban locas detrás de ellos, me dijo que no había pasado nada, algún baile con alguna, no lo negaba, pero nada más. Tampoco me lo diría si hubiese pasado algo, pero me lo creo.
Tengo que aprender a confiar en él, por mucho que me cueste. Pero también se lo merece.

El finde cuando nos veamos me contará más cosas, podremos hablar más tranquilamente, y le tendré para mí sola, para abrazarle, achucharle y hacer el amor con él todo lo que quiera. Qué ganas de que llegue el sábado!!

jueves, 13 de noviembre de 2008

Riiinnng

- Hola guapa, qué haces?

- Nada aquí, viendo la tele

- Qué te pasa Sally?

- Nada, que estoy tristona porque te vas

- Pero si me voy cuatro días, que tampoco me voy a la guerra.

- Ya, pero te voy a echar de menos, además no podré hablar contigo ni nada.

- Yo no, no me acordaré de tí nada

- Ya lo sé. Te portarás bien?

- Ya sabes que sí. Pero estos dos miedo me dan, porque se pondrán pesados y me querrán liar.

- Pues que no te líen. Si te dicen que te enrrolles con alguna tú piensan en mí diciéndote no me hagas esto por favor, no me hagas daño.

- Eso, me acordaré de esa carita de cordero degollado que me pones

- Sí, te acuerdas de mi foto de aquella excursión. (Una que estoy que parezco borracha) Bueno, de esa mejor no, jajaja.

- No mejor no, que si no me lío con cinco a la vez, jajaja.

- Mejor acuérdate de la foto de la cena de gala del crucero, que estaba bien guapa.

- Sí, o me acordaré de tu cara esta mañana, de los gestos que hacías.

- Tú piensa en mí y pórtate bien.

- Mañana en cuanto los vea les voy a decir que a mí me dejen en paz, que ellos como si se quieren tirar a 8o tías, pero a mí que no me digan nada y me dejen a mi bola. Aunque ya se lo dejé claro a uno de ellos la última noche que salimos, pero se lo volveré a repetir.

- Bueno, pasátelo muy bien

- Quieres que te traiga algo?

- Síi, lo quieras, lo que veas que creas que me gustará.

- Bueno, cuídate mucho vale? No hagas tonterías de las tuyas

- Vale, un beso muy grande. Llámame antes de irte vale?

- Vale, venga un besote enorme.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Tres años

Hoy hace tres años que nos conocimos, y aprovechando que él tenía fiesta hoy, yo también la he cogido y nos hemos ido por ahí.

No es que hayamos hecho nada de especial, hemos ido de compras, porque necesitaba algo de ropa para el viaje, y luego a comer a un sitio que nos gusta mucho, en un pueblo aquí cerca, y nos hemos puesto hasta las cejas.

Luego hemos ido a jugar un rato, para bajar la comilona, pero cómo se nota que ahora no vamos todos los días y hemos perdido la forma. No hemos aguantado casi nada. Vaya paliza!

Después le he acompañado a pasar la ITV, y ahí ha empezado a hacerse raro el día. Hasta entonces todo había ido muy bien, pero una vez allí se ha puesto nervioso porque le ha parecido ver a su ex, y ya estaba muy incómodo. No hacía más que decir que quería irse de allí cuanto antes, y luego seguía hablando de lo mal que lo había pasado.
Se ha tranquilizado un poco ya y me ha acompañado a recoger mi coche que estaba en el mecánico. Y no nos hemos podido despedir muy bien porque la calle donde está es muy mala para aparcar y estábamos los dos en doble fila y mal.

Mañana se va a Alemania hasta el domingo con sus amigos, así que este finde no nos vemos. Hasta el próximo nada. Se me va a hacer eterno, y eso que sé que el finde también yo lo pasaré muy bien porque me voy a Zaragoza y celebraré mi cumpleaños en casa, veré a mi sobrino, que tengo ya muchas ganas y no pararé de hacer cosas.

Voy a echarle mucho de menos, sobre todo se me va a hacer raro no hablar todos los días con él. Porque aunque no nos veamos hablamos dos o tres veces al día, y ahora estaré por lo menos tres días sin oir su voz, sin poder contarle nada. Os parecerá exagerado, pero me va a parecer que está más lejos de lo que estará realmente.

Así que en este día ha habido un poco de todo. Me ha gustado porque lo hemos pasado juntos, hemos estado muy bien, pero también me he puesto triste porque se va.
Ojalá me eche de menos cuando esté allí, aunque no sé por qué me da que se lo pasará tan bien que no tendrá tiempo ni de pensar en mí, jajaja.

Seguro que se acuerda en algún momento.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Como siempre

Mi querida Tam, que por fin ha vuelto por este mundo bloggeril, me decía en su comentario que no actualizaba hace mucho, que contara cosas.

Pero es que no sé qué contar porque no hay ninguna novedad. Todo sigue igual, lo bueno y lo malo.

Los momentos que pasamos juntos van muy bien, son geniales, seguimos haciendo planes para viajar, para hacer escapadas cuando podamos, etc.

Y él sigue diciendo cosas como que no cree en el amor, que no quiere vivir con nadie, que en el fondo me envidia por sentir que quiero verle cada día, que se siente halagado, pero que a él no le entra en la cabeza querer ver a alguien cada día, que eso le agobia. Yo le digo, pero si muchas temporadas nos hemos visto todos los días. Sí, pero no las 24 horas, en plan vivir juntos y eso.

Sigo sin entender algunas cosas, otras lo intento, pero siguen haciendo que me coma la cabeza.

Por ejemplo, en verano empezamos a dormir separados porque hacía mucho calor y era más cómodo, pero ahora que ya no hace calor tampoco quiere dormir conmigo. Dice que si no se agobia, que necesita espacio y en la cama los dos no podemos ni movernos. Y realmente es así, es muy incómodo cuando estás durmiendo, pero a mí me gusta despertarme y ver que le tengo al lado.
Por la mañana me levanto y me meto rápidamente en la cama, le abrazo, y ya nos quedamos ahí el rato que sea abrazados, hablando, riéndonos, mimándonos o haciendo el amor. El me dice que le gusta cuando me meto en la cama y le abrazo.
Mi amiga dice que no le dé tanta importancia, que cuántas parejas que duermen juntas no tendrán ganas ni de verse la cara después. Que eso no significa nada.
Entonces por qué me siento tan mal cuando salgo de la cama para irme a la otra? Es como si quisiera apartarme de él, aunque lo que realmente vale es lo que pasa cuando estás fuera.

Estuvimos hablando de Nochevieja, si nos íbamos a algún sitio para pasarla juntos. El problema es que no tenemos mucha pasta y para esas fechas es todo más caro. Yo le dije que si no, me iba con él y sus amigos a la casa rural, pero ya empezó a decir que no, que sería incómodo, que mejor cada uno con los suyos. Le repito que no entiendo esa negativa a que me conozcan, que me siento como si se avergonzara de mí, como si no quisiera que me viera nadie. El dice que si se avergonzara no saldría de casa conmigo, pero que él es así, que nunca ha llevado a ninguna chica a su grupo, que lo de ella fue algo diferente porque las circunstancias también lo fueron, y ya la conocían todos, pero que si no nunca ha llevado a nadie. Yo sigo insistiendo en que no lo entiendo, y él sigue insistiendo en que estoy obsesionada con que me presente a sus amigos.

Este finde ha sido raro, hemos tenido momentos de estar bien, y otros de discutir, o al menos de enfadarme yo. Y es que entre que yo estaba más sensible de lo normal, y él estaba más agobiado de lo normal, pues de vez en cuando saltaban chispas. Parece que cuántas menos cosas quiero oir, más me dice él, es tan tocapelotas que le encanta llevarte al extremo para hacerte saltar, y seguir con la broma. Como le digo siempre a él le parecerá gracioso, pero tiene que saber cuando parar. Luego dice que si soy blanda que me creo cualquier cosa que me dice. El es una persona muy segura de sí misma y se cree que todo el mundo es igual, a él le da igual lo que le digan, pasa de todo, pero yo no soy así.

Esta semana se va cuatro días con sus amigos, yo le digo que se porte bien, que me fio menos de ellos que de él, porque ellos le animaran a que se líe con alguna y al final caerá. El dice que no, que las cosas han cambiado mucho, que ni quiere liarse con nadie, y que aunque lo quiera hacer entonces piensa en mí y se le van las ganas, porque no quiere hacerme daño ni arriesgarse a perderme. El último día que salió con un amigo suyo parece ser que le animaba a que se liara con una que le estaba rondando, y él decía que no. Conociendo su pasado el otro se extrañaba, pero él decía bueno ya sé que soy gilipollas pero no quiero. Sabe que tiene que decir eso para que le dejen en paz, que prefiere decir que es tonto por no irse con una tía que hacerlo.
Así funcionan las cosas entre "machos". Qué le vamos a hacer.

El está genial conmigo, se le nota, se lo pasa genial, si no, no me llamaría después de haber pasado el finde juntos sólo para decírmelo.
Pero aún así, yo estoy al 100% por él y él al 70. Más o menos. El caso es que yo estoy superenamorada de él, y él está conmigo. No digo que no sienta nada por mí, no digo que no me quiera, pero es cierto que no está enamorado, que no sé si algún día lo estará. Que hay cosas que no creo que lleguen a cambiar, si acaso tendrá que pasar mucho tiempo. Y yo a veces me siento como si esto no fuera a ninguna parte, y me pregunto qué hago con un tío como él, tan escéptico, tan poco detallista, nada romántico, poco apasionado y tan rarito.

Esta semana no ha sido muy buena, he tenido algún problemilla en el trabajo, llevo arrastrando ya tiempo ciertas cosas y estoy muy desmotivada y quemada. Pero tampoco soy la única que está en esa situación, muchos compañer@s míos están igual. Mal de muchos...

Y a pesar de todo lo malo que he contado, mi niño es lo único que salva la semana.