domingo, 30 de diciembre de 2007

Una tarde en el circo

Siempre se ha dicho que el mundo del circo tiene dos caras. La que todo el mundo ve de ilusión, de magia, de alegría. Y la que está detrás, la tristeza, la soledad, ir de aquí para allá sin tener un sitio fijo.

El viernes le acompañé a una entrevista de trabajo que tenía aquí cerca y ya pasamos el día por ahí. Todo genial, como siempre, muchos mimos, muchos abrazos, risas, vamos aquí, vamos allá... Comimos en un restaurante pequeño y con mucho encanto, fuimos a pasear después.

Y vimos el circo. Le dije si quería entrar, dijo que bueno. Compramos palomitas, nos reímos, aplaudimos como críos, comimos algodón de azúcar. Todo magia y alegría.

Pero también tuve la parte triste, como cualquier circo que se precie.

Antes de entrar íbamos hablando de que esa noche no iba a venir a dormir a casa. A la mañana siguiente había quedado para ir a comprar lo de Fin de Año con toda la gente. Decía que mejor iba desde su casa. Yo no lo entendía porque el sitio donde habían quedado está muy cerca de la mía. Pero pensé que seguramente habría quedado con ella o con alguien por su casa y no quería que se enteraran de que estaba conmigo.
Se lo dije, se sonrió y dijo que no podía engañarme, pero que era por el hecho de no dar explicaciones si veían que venía de esta zona. Le dije que lo comprendía antes porque estaba con ella, lo puedo comprender ahora porque es reciente, pero que el tema de esconderme tanto llegará un momento que no lo entenderé. Que no necesito que me presente en sociedad, pero que tampoco deje de hacer algo solo porque no le vean.
El ya se agobió, dice que le presiono. Que tenemos que hablar este tema porque cree que hay cosas que yo no tengo claras.
Ya sé que no somos pareja, pero ni como amiga tengo por qué permanecer eternamente en la sombra.

Para colmo ayer me entero que todo el grupo con el que van no saben que ellos han cortado, excepto uno que es a quien se lo contó aquella vez. Así que encima tendrán que hacer la pantomima de que están juntos. Por no dar explicaciones.

Ayer vino a buscarme cuando terminaron de comprar, nos fuimos a jugar y luego estuvimos ya toda la tarde y noche en casa. Yo ya no estaba muy bien, como la tarde del jueves, que ya medio discutimos por el hecho de que iban a estar juntos y a mí no me hacía ninguna gracia. El decía que lo comprendiera, que no había quedado con ella hace poco, que había quedado con un montón de gente hace mes y medio y que va por la gente, no por ella.
- Pero con quién vas a dormir? Qué pasará con la tontería de beber y pasarlo bien?
- No te pongas así, ya sabes que yo no me voy con nadie, no sé si pasará algo o no, no tiene por qué, pero además no es cualquiera, es mi ex, acabo de cortar hace nada, hemos estado casi dos años juntos...
- Pero a mí me duele que te líes con ella, no lo puedes entender? Si es tu ex, es tu ex, fin de la relación ya no tienes que hacer nada con ella.
- Tú tranquila, que no voy a volver con ella ni nada. Ya sabes que ahora no quiero estar con nadie, ya dijimos que no buscaríamos sexo ni nada, que si aparece alguien con quien puede haber una relación hablamos pero si no, nada.

Y esta mañana cuando estaba arreglándose para irse, yo me he quedado sentada en el borde de la cama, no podía contener las lágrimas, porque me daba miedo que volviese con ella, dos días juntos, pasándolo bien, qué puede pasar? Y porque me hubiese gustado pasar el fin de año con él, darle el primer beso del año, divertirme con él y su gente.

Me ha preguntado por qué lloraba. Se lo he dicho, y me ha contestado que no me preocupe, que no pasará nada, que ya no siente nada por ella, que ayer cuando la vió se dio cuenta de que no había ningún sentimiento como había antes. Que por mucho que le diga que va a cambiar que ya es tarde,porque él ahora está bien así y no quiere una relación ni con ella ni con nadie. Que esté tranquila, que él ahora lo que quiere es encontrar un trabajo, hacer la suya e independizarse. Pero nada de relaciones.
Me decía que dejara de llorar, que no fuera exagerada, que solo son dos noches que no nos vemos, yo le digo que a mí me parece genial que se vaya con sus amigos, pero el hecho de que esté también con ella es lo que me hace estar mal.
Le he dicho, supongo que no me llamarás ni podré llamarte.
- Hombre Sally, será complicado. Ya hablaremos el martes. Hija, no pasa nada, tú tranquila.
- Es que me hacía ilusión estar contigo.
- Bueno, pero no podemos estar todos los días juntos hija, nos hemos estado viendo todos los días hace tiempo, no te quejes, por dos día que no estoy o no hablemos no pasa nada. El martes te llamo cuando vuelva.

Pero él no entiende que para mí sea importante pasar el fin de año con él, que quiera darle el primer beso. A mí esas bobadas me gustan, me parecen importantes. Y más si sé que va a ser otra quien se lo va a dar. No entiende que para mí verle todos los días es perfecto, que vale que no pasa nada si no podemos quedar, pero no me gusta que no me llame porque no puede verle nadie. que no quiera dar explicaciones. Tampoco tiene que darlas, con decir que llama a su madre, o decir a tí que te importa a quien llamo. Que si quisiera me llamaría un momento.

Es fácil de entender su postura, porque él está conmigo genial, nadie lo discute, hace un montón de cosas por mí y por quedar conmigo. Pero está encantado de irse con sus amigos dos días a termimar el año y le da igual si yo no estoy, porque estoy otros días.
Para mí, es un asco no poder estar con él en un día así. Porque si él me lo pidiera sabe que me hubiese ido con él, habría dejado a mis amigos por estar con él.

Pero lo peor de todo es saber que está ella allí. Si no, seguro que no lo estaría pasando tan mal. Me daría pena no celebrarlo juntos, pero bueno, no pasa nada, también tiene que hacer cosas con sus amigos, no siempre vamos a hacerlo todo juntos.

Cuando he salido a la puerta a despedirle yo seguía llorando, no podía parar, además todas esas cosas que me había dicho volvían a recordarme que no está enamorado de mí. No es que se me hubiera olvidado, ya lo sé, ya sé que nunca lo estará, pero no me gusta oir ciertas cosas. El está bien como está, yo también lo estoy, pero no quiero que me diga que no quiere una relación y todo eso. No sé hay días que me da igual, hoy me afecta el doble.

Como no dejaba de llorar me dice,

- Ni tranquilo me puedo ir.
- Bueno yo tampoco me lo voy a pasar bien estos días, así que
- Tranquila, ya nos veremos el martes. Feliz año.

Espero que lo sea. Aunque yo lo voy a acabar con los mismos nervios y lágrimas que hace días que no me visitaban.

viernes, 21 de diciembre de 2007

La Navidad

Es curioso, no es que me guste mucho la Navidad, pero al revés que a la mayoría de la gente lo que más me atrae es el espíritu consumista de estas fiestas. Es la excusa perfecta para gastar y comprar cosas. No es que me haga falta ninguna excusa, me paso el año gastando en ropa, en libros o en lo que sea, pero ahora como que se disimula más.

Me encantan los adornos de Navidad, las calles iluminadas, poner el árbol, todos los dibujos navideños.
Pero no me gusta tener que reunirme obligatoriamente con la familia porque sí. Porque lo mandan las fechas. Será que somos poca familia y nos vemos habitualmente y por eso no le encuentro la gracia. Además, soy bastante desapegada, me gusta ir a la mía.

No me gusta porque no puedo estar con quien yo quiero normalmente. Durante el tiempo que estuve con mi pareja, como no lo decíamos en casa, nunca pudimos celebrar la Navidad juntas, a ver por qué iba a venir una amiga a cenar en Nochebuena no?

Otra vez estuve saliendo con un chico y durante todas las fiestas no pudimos vernos. Odié la Navidad como nunca la he odiado.

El año pasado ya no pude estar con mi niño. Este, bueno, no me importa tanto porque nos vemos bastante y solo estaré en casa tres días. Pero desde luego me encantaría pasar esa noche con él, para mí es la persona más importante de mi vida, a quien más quiero.
Y lo peor de todo es Fin de año. El estará con sus amigos y con ella en una casa rural, no sé si se irá todo el finde o solo ese día y el siguiente. Pero en cualquier caso no me hace ninguna gracia.
A mí me encantaría terminar y empezar el año con él. Darle el primer beso del año. Pero será ella quien esté ahí, y seguro que no desaprovecha la oportunidad.
No quiero pensar en eso ahora, me queda una semana, ya tendré tiempo de pasarlo mal. Os aviso, volveré a las andadas. A las tristezas y a los agobios.

Aún así, esta Navidad no me parece tan mala. Me apetece volver a casa y cenar con mi gente. Porque sé que cuando vuelva, me espera una noche con mi niño.

FELIZ NAVIDAD A TODOS!!!!!

jueves, 20 de diciembre de 2007

Chocolate con coca

Hoy mi niño había quedado con un tío para vender su portátil. Me dijo que le acompañara, por si acaso. Había quedado en un sitio cerca de mi trabajo a la hora que salgo a almorzar.

Así que he salido, he estado con él, nos hemos ido a tomar un chocolate con coca, y me ha vuelto a llevar en el coche hasta la puerta del trabajo.

Y qué queréis, pues me ha hecho ilusión. Me ha hecho ilusión que quisiera que le acompañara, que estuviera conmigo ese rato, y que me dejara en la puerta y me diera un beso para despedirse.

Esta tarde estaba en la piscina y estaba recordando que no hace tanto tiempo ahí mismo estaba llorando pensando que le perdía, que se iba con ella. Y hoy estaba tan feliz. Supertranquila.

Cómo pueden cambiar las cosas no? Creo que él conmigo cada vez está mejor, hoy me ha dicho si le acompaño el próximo viernes a una entrevista en otra ciudad y así pasábamos el día alli, pero yo lo tengo difícil, porque estos días hay mucha gente de vacaciones y no puedo pedir fiesta ya.

El ha bromeado diciendo que si yo no voy tendrá que buscarse a otra, que si no va la titular, tendrá que buscar a otra en el banquillo. Yo ya le he dicho que está difícil, y ha seguido diciendo que ya no era la Sally de antes toda obediente, que me había vuelto muy rebelde.

Pero me gustan esas bromas, porque en el fondo se da cuenta del cambio que ha habido entre los dos, aunque realmente no creo que yo haya cambiado tanto.
Y porque si le digo que vale que se busque a otra porque yo no puedo, dice, ah, no te importa?
Pues claro que me importa.

A él también entonces, porque si no, no lo preguntaría no?

Este finde estaremos juntos, estoy apurando para irme a casa de mis padres hasta el domingo, así podré estar con él, celebraremos una cena de Navidad especial. Ya tengo el menú preparado. Y de postre, me he comprado un disfraz de Mamá Noel sexy, para desearle una Feliz Navidad.

Igual que a todos vosotros, que espero que lo paséis genial en estas fiestas.

domingo, 16 de diciembre de 2007

Lo que quiero por Navidad






TODO LO QUE QUIERO PARA NAVIDAD ES A TI
por Mariah Carey

No quiero mucho para Navidad.
Sólo hay una cosa que necesito.
No me interesan los regalos
Debajo del árbol de Navidad.
Sólo te quiero para mí,
Más de lo que podrías imaginarte.
Haz que mi deseo se haga realidad.
Todo lo que quiero para Navidad es a ti.

No quiero mucho para Navidad.
Sólo hay una cosa que necesito.
No me interesan los regalos
Debjo del árbol de Navidad.
No necesito colgar mi media
Allí sobre la chimenea.
Santa Claus no me hará feliz
Con un juguete el día de Navidad.
Sólo te quiero para mí,
Más de lo que podrías imaginarte.
Haz que mi deseo se haga realidad.
Todo lo que quiero para Navidad es a ti.

A ti, cariño.
No pediré mucho esta Navidad.
Ni siquiera desearé nieve.
Sólo voy a quedarme esperando
Debajo del muérdago.
No haré una lista para enviar
Al Polo Norte para Santa Claus.
Ni siquiera me quedaré despierta para
Escuchar el chasquido de esos renos mágicos.
Porque sólo te quiero aquí esta noche,
Abrazándome bien fuerte.
Qué más puedo hacer?
Cariño, todo lo que quiero para Navidad es a ti.

Todas las luces están brillando
Tan fuerte en todas partes.
Y el sonido de las risas
De los niños llenan el aire.
Y todos cantan.
Escucho repicar esas campanas de trineo.
Santa no me traerías lo que realmente necesito?
No me traerías por favor a mi amor?
Oh, no quiero mucho para Navidad.
Esto es todo lo que pido.
Sólo quiero ver a mi amor
Parado justo en la puerta.
Oh, sólo lo quiero para mí,
Más de lo que podrías imaginarte.
Haz que mi deseo se haga realidad.
Cariño, todo lo que quiero para Navidad es a ti.

Todo lo que quiero para Navidad es a ti, cariño.

Tanto cambiaría?

Hasta qué punto una palabra puede cambiar una situación?
El dice que así estamos muy bien, que realmente actuamos como una pareja aunque no lo seamos.
Por qué tendría que cambiar nuestra relación si le pusiéramos un nombre?
Dice que cuando sales con alguien siempre hay obligaciones y malos rollos, que de esta manera si no te apetece quedar en una semana pues no pasa nada, en cambio si ya eres pareja vienen los malos rollos.
Si él no quiere verme en una semana voy a tener mal rollo igual, no sé si lo sabe, pero bueno.
Si él está mejor así, a mí me da igual. Me ha preguntado si así estoy bien, si estoy feliz. Claro que lo estoy, cómo no iba a estarlo a su lado, sobre todo ahora que todo está calmado, ahora que cada vez estamos mejor, que me siento más unida a él, y que no busca nada porque dice que conmigo tiene suficiente en todo.
Dice que le gusta ir a la suya, que no quiere sentirse atado, pero también dice que no quiere perderme, que quiere hacer muchas cosas conmigo, siempre estamos planeando y le encanta.

Tanto iba a cambiar lo nuestro si dijese que soy su novia?
Como él dice el poder de sugestión es muy grande, y solo pensar en eso haría que todo se estropease.

Me da igual como lo llame, me da igual lo que piense, solo veo lo que hace por mí, cómo se porta conmigo, cómo se preocupa. Y quiero que sea siempre así, que poco a poco las cosas vayan cada vez mejor, a quién le importa si somos novios o amigos especiales?.


El viernes le acompañé a una entrevista de trabajo, cuando terminó fuimos a tomar algo, luego a cenar, y lo que iba a ser una salida a cenar acabó siendo una noche de fiesta en toda regla. Fuimos a varios pubs, en uno de ellos pinchaba un primo suyo, me lo presentó, nos invitó a copas, y le dijo que pasara a otro que estaba su otro primo. Y más copas gratis.
Lo pasamos genial, hacía tiempo que quería una noche así con él, que quería salir y divertirme, y reírme y no parar de bailar. Y no esconderme.
No me arrepiento de no haber ido a la cena de empresa. En el último momento pensé en salir con él porque estaba un poco depre los días anteriores y no me apetecía dejarle solo. Y fue la mejor noche que he tenido hace tiempo.

No sé si sería por el subidón de felicidad, por pasármelo tan bien o por qué, pero al día siguiente no notaba cansancio ni nada, aún seguía bailando cuando escuchaba la radio y con más ganas de verle todavía.

Ahora lleva unos días diciéndome que me quede en Navidad, así saldremos, podremos estar juntos, pero yo no puedo hacer eso, ya se lo he dicho, si no mis padres ya me desheredan, jajaja. Si no vuelvo a casa ni por Navidad dejarán de llamarme hija.

Nada me gustaría más que quedarme aquí y estar con él, hacer una Nochebuena superespecial, pero por eso lo adelantaremos al viernes o el sábado y tendremos nuestra celebración.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Estás contenta?

De hoy no pasa. Hoy lo primero que hago es escribir el post en vez de pasar a ver los vuestros.
Y qué puedo contaros?

Pues que si la felicidad es esto me la pido para siempre. Lo único malo es que me he relajado tanto que estoy empezando a engordar otra vez. Con lo mona que me había quedado, ya veis, no hay mal que por bien no venga.

La verdad estoy muy tranquila, ya no vivo con la desesperación de si lo veré o no lo veré, lo que estará haciendo con ella, si se irá con ella y me dejará. Es un descanso tan grande que no se puede explicar.
Ya sé que las cosas no están claras, que no somos pareja formal aunque actuemos como tal, que todavía hay secretos y no nos dejamos ver por según que sitios, pero cada vez estamos más unidos, cada vez se le nota más preocupación por mí, hace cosas que antes no hacía, aunque haga mucho tiempo que sé que soy especial para él.
Me gusta que cada vez me abrace más, que me de un beso por sorpresa o que me coja la mano.

Hoy me estaba contando que le tenían que llamar para concretar una entrevista de trabajo, pero como íbamos a jugar no sabía si coger el móvil.

- Cógelo, no sea que te llamen y la fastidiemos.
- Hablas en plural como si estuviésemos juntos, me dice sonriendo.
- Bueno, es una forma de hablar, además de alguna manera estamos juntos, o no estoy aquí contigo?
- No, no, si me gusta.

A mí también me gusta hablar en plural de los dos, y me encanta que a él también le guste. Tampoco es la primera vez, él a veces también habla como si fuésemos uno, pero hoy le ha dado por decirlo.

Mañana tengo cena de empresa, y me gastaré un pastón, así que prefiero gastármelo en hacer algo con él, además está muy agobiado y prefiero irme con él para que no piense tanto y se relaje un poco, aunque solo vayamos al cine y a cenar. Se lo he dicho, y me ha dicho que muchas gracias por hacer eso por él.
También sé que el sábado saldrá con sus amigos, no pensará si yo me quedo sola o no, o quizá sí, como otras veces, pero me da igual, no lo hago para que me recompense, lo hago porque me apetece.

Estos días acabarán cuando empiece a trabajar, lógicamente no podremos quedar cada tarde, tendremos que esperar al finde, y se me va a hacer muy duro, pero es lo normal. Así me echará un poquito de menos no?

Ojalá todo vaya bien, ojalá que al final todo sea como yo quiero. Aunque por ahora no me quejo.

Hoy en el cine me pregunta por enésima vez, estás contenta? Sí, le digo yo siempre.
- Tienes los ojos hasta más brillantes y más grandes, se te nota una felicidad
- La culpa es tuya

Sonríe, me abraza y dice, Ay Sally.
Y eso qué quiere decir? Es bueno o es malo?

El tiempo lo dirá.

sábado, 8 de diciembre de 2007

Ilusiones

Os mentiría si dijera que no estoy feliz. Quizá hay cosas que podrían mejorar, pero siempre es todo mejorable.
Estoy feliz por cómo han cambiado las cosas, pero sobre todo por leer en algún comentario que mi germaneta está recuperando la ilusión de que a ella las cosas también le vayan bien.

Sé que es dificil en situaciones como éstas vivir con ilusión, tantas veces la he tenido yo y me he tenido que bajar a la realidad para que luego el golpe no sea tan fuerte. Hay veces que no puedes permitirte ilusionarte mucho, pero también es inevitable, y a veces hasta sale bien. Y si no tan bien como te gustaría ves que hay un camino y ahora sí que puedo empezar a ilusionarme más, aunque sin pasarme.

Cómo no voy a ilusionarme si cada vez me siento menos escondida. Le habla de mí a sus amigos, aunque solo sea para decir que hay alguien especial, ellos saben que cuando no sale está conmigo.
Me ilusiono porque hoy no va a quedar con sus amigos porque dice que me he portado muy bien con él y no quiere dejarme sola. Que también es porque no tiene pasta y porque no le apetece mucho salir. Pero será que le apetece estar conmigo.

Me ilusiono porque dice que si algún día me pide ser pareja seguro que yo le digo que no porque he conocido a otro o porque ya no me apetece. Yo le digo pues date prisa en pedírmelo.
Será que en el fondo le apetece? Quizá más adelante, cuando esté más tranquilo de todo lo que ahora le hace comerse la cabeza, cuando lleve un tiempo sin pareja y ya no le parezca agobiante estar con alguien.

Me ilusiono porque se despierta a mitad de noche y me abraza, yo me asusto y me dice, dame la mano, no tengas miedo. Y me abraza, y no me suelta la mano, y si yo se la suelto, me dice dame la mano. Me gusta que no quiera soltarme, que quiera sentirme cerca, que quiera darme la mano.
Igual que me la da en la calle a ratos, igual que me abraza o me da un beso.
Me gusta que vayamos de compras, que me anime a entrar en tiendas a probarme cosas, cuando le he oído que a ella nunca le ha acompañado porque le aburre ir de tiendas, no le gusta más que cuando él tiene que comprarse algo. Conmigo no se aburre?

Conmigo no se aburre, me ha repetido cien mil veces que conmigo se lo pasa muy bien, que se ríe mucho, que siempre hacemos cosas divertidas.

Me confesó, aunque ya lo había dicho otra vez, que esta última vez no tenía que haber vuelto con ella, que no sabe por qué lo hizo, pero ahora está seguro que no volvería. Que aunque le tenga un cariño especial porque es muy buena tía y han pasado muchas cosas juntos, sabe que no quiere estar con ella. Que si hubiese reaccionado mejor o hubiese sido más valiente en ese momento habría cortado ya, y nos habríamos ido de crucero y ya hubiésemos hecho un montón de cosas juntos. Ahora no podemos hacer demasiado porque no tiene trabajo. Siempre pasa algo, primero por ella, ahora que tenemos libertad no tenemos pasta. Siempre contra viento y marea.

Dijo que yo era la única persona que le había demostrado que realmente le quería, que había hecho muchas cosas por él, y por eso no quiere dejarme, por eso quiere hacer tantas cosas conmigo. Le dije que no lo hiciera por pena o gratitud, que si no le apetece no hacía falta. Pero es que me apetece, estoy muy bien contigo.

Ojalá encuentre pronto un trabajo, ojalá pueda hacer todo lo que le apetece y se relaje y se centre, así quizá quiera ser mi pareja, dejar de esconderme definitivamente.

Me estoy ilusionando, pero esta vez no voy a dejar de hacerlo.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Detalles

No vino a dormir. Pero me puso un sms que quedábamos a las 9,30 en su casa.

Pasé a buscarle, empezamos bien la mañana pero al final se torció un poco. Ibamos a ir a Morella pero nos pasamos la salida de la autopista y acabamos en Peñíscola. Eso sí, después de discutir, de que él se pusiera nervioso y de mala leche y yo también. Un rato sin hablarnos, porque cuando nos cabreamos es mejor que cada uno mire para un lado o acabamos fatal.

Al final decidimos entrar al centro comercial que habíamos encontrado, compramos unas camisetas, hicimos una primitiva, empezamos a soñar con lo que haríamos cuando nos tocase el bote y nos fuimos a comer a Peñíscola.

A mí me encanta ese pueblo, a él también desde que yo se lo enseñé, y las tres veces que hemos ido han sido realmente especiales.

Llevábamos el GPS que se había comprado, y cada poco iba parando para reconfigurarlo o ponerle otra dirección. Cuando íbamos a entrar al pueblo de repente pone el intermitente y para el coche. Yo pensando qué querría mirar a esas alturas ya en el GPS, y le pregunté, para qué paras?

Para darte un beso.

Yo pensé, me toma el pelo. Pero no, paró, me dio un beso, y seguimos el viaje.

Me reí, porque no me lo esperaba, él dijo, no te lo creías? Estaba alucinada, pero fue un detalle que me encantó.

El día fue genial, además hizo un día precioso de sol. Nos hicimos muchas fotos juntos, abrazándonos, besándonos. El muy cariñoso, como últimamente. Creo que se ha quitado el peso de encima de estar escondiéndose y ahora lo disfruta más.

Por la noche había quedado, pero al final no salió, iban amigas de sus amigos y les dijo que no quería conocer a nadie, que no le interesa ahora, que está muy bien sin pareja. Dos de sus amigos saben que está conmigo, y el viernes pasado les contó la historia. Les dijo que hace dos años que estamos juntos, y ellos no se lo creían por lo visto. Les dijo que era una relación muy especial, que no es un simple rollo ni quedamos solo por sexo, pero que de momento no somos pareja ni nada.

No sé por qué pero me gusta que lo haya contado, quizá así aunque no me vean nunca saben que hay alguien. Ya no me siento tan invisible.

El domingo en casa genial, no hicimos nada especial, pero solo sentarnos a ver la tele, o tumbarnos en la cama, que me acaricie o se eche encima a hacerme cosquillas, ya lo convierte en inolvidable.


Nos hemos visto todos los días, vamos quedando a lo de siempre, jugar, playa y cine. Y hablar, hablar mucho, porque está preocupado y mal porque no encuentra trabajo.
Ayer hasta las 12,15 hablando, yo me caía de sueño y cansancio, pero estuve escuchándole.
Gracias por escucharme, me dijo. Hoy me lo ha repetido, mientras no dejaba de abrazarme.

Solo por eso vale la pena. Como valen la pena tantas cosas a su lado.

Mañana nos vamos a pasar el día y la noche fuera, hasta el viernes por la tarde.

Estoy contenta, pero cansada. Aunque no me importa cansarme de esta manera.