lunes, 29 de noviembre de 2010

Otra vez topo

Parece que los cambios no han sido tan duraderos como me pensaba.

Recordáis que hace tiempo os dije que me sentía como en ese juego que salen los topos de unos . agujeros y los metes a martillazos? Ahora lo anuncian en la tele para los Reyes, seguro que algún día lo véis. Pues otra vez me siento topo.

El sábado quedé con este chico, y muy bien, hablamos, nos reímos, y luego empezamos a tontear. Le dije si se venía a casa y dijo que sí. Empezamos a enrrollarnos en el sofá, y luego nos fuimos a la cama, pero como había bebido, la verdad es que no aguanta mucho el alcohol, no había manera de que aquello funcionara. Los estragos del alcohol. En fin, que todo fueron besos, caricias y revolcones, pero estaba a gusto. Por supuesto que me quedé con ganas, pero pensé, por la mañana mejor.

El había quedado por la mañana a las diez, así que puse el despertador a las ocho, para que nos diese tiempo de algo, no sé. Total, que nos quedamos dormidos y a las nueve le avisé.
No se acordaba de casi nada de lo que había pasado, estaba superavergonzado, y se marchó rápido porque aún tenía que pasar a su casa a ducharse y cambiarse.

Le escribí un mensaje por el facebook diciéndole que no se preocupara, que no pasaba nada, y que esperaba que eso no cambiase las cosas. Que aún así lo había pasado muy bien.
El me contestó que no se acordaba de mucho, pero que fue un error y no debía haber pasado, que se dejó llevar por el alcohol, y que mejor dejáramos pasar un tiempo hasta volver a quedar.

No sé por qué cree que es un error. No sé por qué ahora no quiere verme. Yo no buscaba nada con él, simplemente me lo pasaba bien y me apeteció hacerlo. Es lo que le contesté después. Me hacía ilusión poder quedar con alguien con quien me divierto de vez en cuando, me apetecía irme con él a algún sitio, incluso estuvimos hablando de las vacaciones, si se vendría conmigo.

Total, que otra vez me veo colgada. C no hace más que decirme que tengo gente y soy yo la que me estoy separando, pero es que todo lo que hace esa gente están ellas dos presentes y con sus arrumacos y a mí no me apetece estar con ellas. Aparte que la situación con K ha cambiado mucho y no me apetece hacer cosas con ellas. Era una de las cosas de las que hablaba con Sergio, en la que nos entendíamos muy bien porque a él le pasaba lo mismo.

Ayer por la noche me dio un bajón terrible, no podía parar de llorar, y claro no quiero contarle nada a C porque me va a decir que si no me lo esperaba o algo así. No parece que se lleve muy bien por todo lo que ha pasado también entre él y K.

Por la noche leí un correo que me había puesto mi niño, ex niño, diciendo que se alegraba por mí, porque estuviera bien con este chico y que a ver si poco a poco las cosas me iban mejor. Le contesté contándole que estaba fatal. Estaba tan depre y tan hecha polvo que puse lo que en ese momento sentía, que desde luego que era un error, yo era el error, que no sabía ni para qué había nacido. Que no sabía para qué quería que le contara nada si siempre es lo mismo, decepciones, desilusiones, que mi vida era una mierda.

El pobre me ha llamado esta mañana, todo preocupado, porque lo acababa de leer, y me ha estado animando, diciendo que deje pasar el tiempo, que deje que se le pase y ya será él quien dé el paso si quiere. Que no le dé más vueltas, que seguramente con todo este lío que ha habido con ellas, porque vive con K y todo eso se ha hecho un lío y que le deje tiempo, que si le apetece quedar conmigo ya me dirá algo. Que me anime y no le dé más importancia.

Al menos me ha animado su llamada, pero la verdad que hoy no he podido ni ir a trabajar porque ni os imagináis como llevo los ojos de hinchados de tanto llorar. Me lo descontarán del sueldo, pues bueno, para ellos, pero hoy no tenía ganas ni cara para ver a nadie.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Cambios

No sé ni cómo empezar, porque no sé ni cómo me siento.

Hay días que no me hago a la idea de que ya no está, últimamente empiezo a darme cuenta que ya no me llama ni volveré a verle ni oir su voz.

A veces me siento aliviada porque no sufre, otras me parece injusto lo que ha pasado, otras no me queda más remedio que aceptarlo y hacerme a la idea. Recordar y sonreir.

Por otra parte el sábado lo pasé muy bien. Quedé con el chico que comparte piso con K, hacía días que nos veíamos. Desde que pasó todo el mal rollo con K nos vemos menos, porque él ya no quiere hacer nada con ella, se va con otra gente de su trabajo. Así que a veces quedamos y nos tomamos algo, hablamos del tema y de otras mil cosas. Siempre me he encontrado muy a gusto con él, es de esas personas con las que enseguida conectas.
El sábado le llamé por si quería salir a cenar, y me dijo que había quedado con gente del trabajo después de comer y no sabía si se alargaría la cosa. Pero me llamó y me dijo que se había ido para quedar conmigo, que hacía mucho que no nos veíamos.
La noche fue muy bien, al menos me reía y desconecté de todo un poco, y como es tan cariñoso hubo un rato en el que estábamos tomando una copa que empezó a darme la mano a juguetear con mis manos y entrelazar nuestros dedos. Fue una tontería, porque de sobra sé que estas cosas las hace con cualquiera que se sienta a gusto, pero fue muy agradable. Sobre todo cuando al irnos dijo que teníamos que quedar más.

El martes le llamé por la tarde por si estaba libre, porque C y K iban a estar en casa y no me apetecía estar aquí aguantando vela. Así que le acompañé a hacer un recado y luego nos tomamos algo. Esta vez no pasó nada.
Y como hoy es su cumple le dije que me tenía que invitar este finde, que no se olvidara, así que a ver si hay suerte y por fin pasa algo más.

No quiero entusiasmarme porque sé que no pasaría de un rollo, muchas veces ha dicho que no quiere novia ni nada, y ahora lo pasa muy bien con la gente que sale. Pero la verdad, el sábado me quedé con muchas ganas de volver a verle. Y ahora estoy deseando que llegue el finde para quedar.
Al menos me da un poco de alegría poder quedar alguna vez y la posibilidad de que pase algo, aunque sea que me mime un poco, porque realmente en este momento lo necesito. Me apetece más una sesión de mimos y caricias que una sesión de sexo a lo bestia.

Además hoy me han llamado que me han tocado cuatro entradas para Port Aventura. Quizá mi suerte empiece a cambiar. Quién sabe, tampoco quiero ilusionarme mucho.

martes, 16 de noviembre de 2010

Adiós papá

El viernes tuve que volver a Zaragoza rápidamente. Me dijeron que a mi padre le iban a sedar porque estaba ya bastante mal, y esperaban que llegase yo para poder despedirme.

Creo que fue el peor momento, aparte de todos los que he pasado viéndole sufrir, cuando le dije, bueno mañana vengo otra vez, pero sabía que ya no volvería a hablar con él. Creo que él también se imaginaba algo, porque al contrario que otras veces el viernes me cogió la mano y me atrajo hacia él para darme un beso.

A la mañana siguente fuimos al hospital sabiendo que ya estaba sedado y no se enteraba de nada. Respiraba fatal. Mi tía y mi hermana subieron un momento a la cafetería y mientras me quedé yo allí, dándole la mano, aunque no se enterara. Como tenía apneas de repente dejaba de respirar, pero al rato volvía a hacer esos ruidos. La primera vez me asusté. La segunda ni me enteré, entró justo una enfermera a decirme que saliera que iban a limpiar, y mientras estaba en el pasillo salió a decirme que si yo era la hija de Manuel, que había fallecido mientras yo estaba dentro.
Ni me enteré. Fue tan normal, tan tranquilo, que ni me dí cuenta. Al menos estuve ahí cuando se fue.

Nunca había querido ver a nadie de mi familia cuando ya habían muerto, pero esta vez como ya lo ví allí, me acerqué a verlo una vez que estaba en el ataúd en el tanatorio.
Pero no me impresionó tanto como creía, porque por fin lo ví descansar. Por fin vi que ya no sufría más y todo el año que había pasado tan mal, que ya ni tenía vida ni nada, que solo decía me quiero morir, al final descansaba.

Sentí un alivio tan grande que casi he llorado más mientras estaba vivo y pasándolo mal que una vez que se ha ido.

Ahora me quedan sus recuerdos, cuando era muy pequeña y él llamaba todas las noches a mi madre porque estaba siempre de viaje y yo me ponía a contarle mis cosas, y él me decía hola mi chica, y si le contaba algo que me había salido mal me contestaba mecachis diez ladrón.
Cuando me levantaba por las noches y me quedaba sentada con él en la mesa mientras él hacía sus maquetas de barcos, y me contaba cosas de cuando era pequeño, o de su juventud.
Cuando me empeñé que yo también quería hacer un barco y me compró uno pequeño y me pasaba el rato allí con él.
Cuando las noches de los sábados hacíamos guateques con sus discos de cuando eran jóvenes, y nos sabíamos todas las canciones de esa época, y con una linterna y un papel de celofán de color hacía luces de discoteca.

En fin, me alegro de que ya no sufra, aunque me parece injusto que no haya podido disfrutar de su jubilación como quería, ni de su nieto ahora que empieza a hablar más y a estar más gracioso.
Ahora que podría haber pasado sus temporadas en Asturias que tanto les gusta a los dos, que podría tener todo el tiempo del mundo para hacer sus maquetas de tranvías que es lo que hacía ahora. Ha dejado uno a mitad, y así se quedará.

El próximo día 3 de diciembre habría cumplido 68 años. Podía haber hecho mucho todavía.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Bajando, bajando...

No me apetece mucho escribir, así que iré rápida.

El finde en la casa rural fue mejor de lo que esperaba, sobre todo el viernes que estuvo la cosa bastante relajada. El sábado fuimos a hacer una pequeña caminata, pero tuvimos que volver pronto porque a una de las que iba le dolían mucho las rodillas, así que me quedé con más ganas de excursión de las que fui. Recordaba las veces que iba a caminar con él, y me dio algo de bajón.

Por la noche me siguió dando porque a esas alturas ya empezaba a estar empalagada de ver a C y K todo el rato de la mano y haciéndose monerías. Y encima cuando K bebe se cree muy graciosa y divertida haciendo tonterías y le dio por coger una figura enorme que había en la casa y hacer el tonto con ella, y cambiar los cuadros de sitio, con el otro chico que iba, y chorradas así, pero que parecen dos críos, y ya me harté y me fui a mi habitación. Tienes que estar detrás de ellos para que no rompan nada como si fueran niños, para eso me voy con mi sobrino que tiene 3 años y es normal que tengas que estar pendiente, pero no con dos personas de casi 30 años que hacen esas chorradas.

El domingo hablé con mi hermana y me dijo que a mi padre le estaba saliendo otro bulto en el cuello, así que el bajón fue ya total, y entre eso, el empalago de verlas, miles de cosas que me venían a la cabeza que ya os contaré, y que me acordaba de él, pues unas ganas de volver a casa que me moría.

Cuando llegamos a casa que eran las seis y pico de la tarde, C dijo que se iba a ir un rato con K, le dije que por favor se quedara conmigo que estaba hecha polvo. Esa mañana ya había estado llorando en la casa y ella estuvo consolándome, pero necesitaba estar con alguien, que me abrazara o simplemente estuviera a mi lado. No sé ni cómo no se dio cuenta de que la necesitaba y se iba otra vez con ella después de estar todo el finde juntas.

Y hoy me han dicho que mi padre va peor, que seguramente pronto lo sedarán si no se va antes por su cuenta, porque ya no puede respirar bien, ni tragar, ni levantarse, el dolor es muy fuerte y en fin. Mañana me voy a Zaragoza y no sé si me quedaré ya toda la semana o qué pasará.

Y lo peor de todo es que en estos momentos echos de menos más que nunca a mi niño, porque él me daba fuerza, tranquilidad, y me gustaría que estuviese a mi lado en estos momentos, y cuando llegue el momento final, para que me abrazara, o me cogiese de la mano. Para tener a mi amor conmigo, para sentirme protegida.
Y porque aunque tenga a mi familia y a más gente, cada día me siento más sola.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Finde

Estoy tan cansada que no me apetece ni escribir, pero por petición de Carn cuento mi finde :D

El viernes fui con los amigos del trabajo a celebrar mi cumple. La cena estuvo bien, me regalaron un Netbook entre todos, me sacaron una tarta y me pusieron el cumpleaños feliz en varias versiones y a toda pastilla, para que todo el local se enterara jajaja. Así que cuando la gente pasaba por nuestra mesa me felicitaba y eso. Una de las veces salió un chico muy mono diciendo adiós a la del cumple, y cuando me volví y vi lo bueno que estaba dije, uy no te vaya, ven a comer un trozo de tarta. Pero ya había salido. Así que dos de mis amigas salieron corriendo a buscarle, entró, comió un bocado de tarta y se marchó. Nos dijo que era medio americano medio español, y que estaba aquí estudiando, creo, no me enteré mucho, porque a esas alturas estaba ya cortadísima. Total que se marchó, y al rato entra otra vez y me pide el teléfono, para ver dónde ibamos a ir luego y eso.

Yo me fui a casa pronto, al día siguiente tenía que conducir y no quería llegar muy perjudicada. Y a la mañana siguiente me encuentro un sms de este chico preguntando dónde estábamos. Lo envió a las cuatro de la mañana o algo así, y yo no lo vi hasta el día siguiente pq ya estaba durmiendo. Así que le contesté que lo acababa de ver y que sentía no haberle podido contestar.
Pero ya no ha dado señales de vida. No sé, igual la próxima semana le escribo por si quiere quedar alguna tarde o algo. No pierdo nada no?

Lo único malo, lo que me dejó el sabor agridulce fue la actitud de K en la cena. Estaba sentada dándome la espalda, y no me dirigía la palabra ni aunque yo me dirigiera a ella. El día anterior que fue realmente mi cumple me había felicitado, y yo había ido a hablar con ella, a decirle cuatro tonterías, y pensé que la cosa podría irse relajando. Más que nada porque C está en medio y no me apetece estar de mal rollo todo el día. Pero veo que ella pasa de todo. Ahora parece que está muy indignada conmigo.

Este finde vamos a una casa rural a un pueblo por aquí cerca. Vamos cinco personas porque una ha fallado al final. Me apetece mucho porque tengo mono de montaña, de excursiones y de salir al campo. Yo voy de buen rollo, intentando que la cosa vaya bien, pero la realidad es que la situación es muy tensa, y no me fío de cómo irá allí.

Las pastillas que me tomo parece que van haciendo efecto, me noto más tranquila, pero sigo teniendo mis bajones, mis momentos malos, y de vez en cuando me da el subidón de nervios. Siguen las discusiones con C, pero ya intento no hablar del tema para no liar la historia más.

Estoy un poco harta de todo esto, pero hay que pasarlo.

El resto del finde pues pasó entre hospital a ver a mi padre, hacer de canguro de mi sobrino, y regalos.
Me dieron dinero que ayer me gasté como una loca, y hay que ver cómo disfruté, y me regalaron también una tarjeta de Oysho para gastar allí y un colgante de Swaroski. Así que muy bien.

Ahora espero que el finde vaya bien, pero sé que soy yo la que tendré que aguantar sus caras, sus carantoñas y mimos y tonterías, e intentar no saltar, para que estén todos bien. La parte difícil me toca a mí, porque no recibo ayuda de ellas, está visto.

Ya os contaré.