martes, 29 de enero de 2008

Hoy

Hoy parece que las nubes han pasado, parece que mis nervios se han calmado.

Hoy tenía muchas ganas de verle, qué tontería! si le ví ayer. Pero aún así sentía unas ganas tremendas de abrazarle, de darle un beso.
Me sentía fatal por tantos días de discusiones, es como si hubiese estado perdiendo un tiempo precioso.
Pero de todo se saca alguna experiencia, de todo sale algo bueno.


Desde luego no se han alejado mis dudas, siguen ahí, pero prefiero no hacerles mucho caso y disfrutar cada momento. Quién sabe lo que la vida nos traerá.

Hoy vuelvo a sentirme bien, y eso es lo que importa.

domingo, 27 de enero de 2008

Eterno excelente

He pasado una mala temporada, no sé si aún estoy con alguna tontería pegada en mi cabeza.

Se me han juntado varias cosas, y me he sentido hundida, perdida, con ganas de salir corriendo, dejarlo todo atrás. Muy agobiada, ansiosa y desquiciada.

He llegado a plantearme si mi niño está conmigo por conveniencia, por no estar solo, si se avergüenza de mí. La verdad que a veces hace cosas que es para planteárselo, pero conociéndole no sé de qué me extraño.

Ayer por la tarde discutimos otra vez, y dijo que últimamente no hacíamos más que discutir, que no sabía qué nos estaba pasando. Que quedaba conmigo porque se lo pasaba muy bien y estaba muy a gusto pero que estos días hasta se lo pensaba dos veces porque no quería acabar discutiendo.

En parte ha sido por mi culpa, estaba tan nerviosa, tan insegura de todo que saltaba a la mínima, pero con él y con todo el mundo. Es como si mi paciencia se hubiera acabado por completo, como si ya no quisiera callarme nada, todo me daba igual.

Y así se lo dije ayer. Estuvimos hablando durante la cena, tranquilamente. El decía que a lo mejor vernos tanto no nos iba bien, nos cansábamos aunque fuera inconscientemente, y a lo mejor estaría bien vernos dos o tres días a la semana. Le expliqué que no era eso, al menos por mi parte, porque aunque había días que también pensaba eso, luego sentía que quería estar con él, que aunque hubiese una discusión también había muchas risas, abrazos, contarnos cosas y hablar de todo un poco, desahogarnos, jugar, pasear, comentar la película del cine. En fin, que no quería perder eso, y menos ahora que enseguida empezará a trabajar y ya no será igual, ya no nos veremos todos los días.

Le conté que me sentía tan mal en el trabajo, en casa, con todo el mundo, hasta con él a veces, porque parece como si tuviese que estar siempre demostrando algo, lo que valgo, y encima parece que no valgo nada. Parece que nunca esté a la altura en nada. Ni en el trabajo, porque la imbécil de mi jefa todo lo cuestiona. Ni en casa, porque mi amiga y su novia discuten mucho y la mayoría de las veces es por los celos que ella tiene de mí, y aunque no haga yo nada ni sea mi culpa, me siento culpable de no sé qué.
Sé que mucha gente, mis amigos, mi hermana, cuestionan mi comportamiento en esta relación, por lo que pasó y por cómo estoy ahora, aunque no me digan nada directamente, y aunque a mí no me importe lo que piensen porque siempre he actuado como me ha dictado mi cabeza y mi corazón.

Y por él, porque siento que nunca hago nada bien porque me dice que soy torpe, que soy vaga, o cualquier cosa. Dice que no haga caso de eso, que él es así con todo el mundo, siempre se está metiendo con quien sea, le gusta chinchar, que desde luego conmigo no tendría que hacerlo, al menos tanto, que es broma , que con todo lo que me diga que me quede con un diez por ciento porque lo dice por decir.
Le digo si se avergüenza de mí porque no quiere que me vean sus padres o sus amigos, y dice que en absoluto, que si no no saldría conmigo por cualquier parte, pero que para esas cosas él es muy raro, muy celoso de su intimidad, que no quiere que sus padres ni nadie sepa lo que hace o con quién va. Que nunca ha dicho nada en casa de lo que hace o deja de hacer. Que su madre es muy tradicional y siempre cuestiona muchas cosas, tiene bastantes prejuicios, y no quiere que si me ve empiece a comerle la cabeza con cualquier idea que ella tenga. como que qué hace con una mujer más mayor o cosas así.

Yo me siento mal por haber pasado estos días discutiendo tanto, aunque sé que también hay que tener mucha paciencia para estar con él, al menos yo, porque nuestros caracteres chocan mucho si uno de los dos no está calmado y cargado de paciencia. También él la ha tenido conmigo, me ha aguantado cosas que sé que le sacan de quicio, pero ahí ha estado.

Después de la conversación me preguntó qué balance hacía de estos dos años, qué nota le ponía, le dije que un diez, porque aunque he pasado momentos muy malos, también los he pasado muy buenos, y desde luego no me arrepiento de nada, volvería a hacerlo.
El dijo que tampoco se arrepentía de nada, que le había influenciado en muchas cosas, que le había apoyado mucho, que le ponía un eterno excelente.
Entonces se levantó, se acercó a mi silla, se puso detrás, me abrazó y me besó en la cara. Le dije que yo creía que teníamos una bonita historia, por lo que había pasado y por cómo estábamos ahora, que habíamos pasado de todo y seguíamos juntos.

- Pues claro tonta.
Yo no quería que dejara de abrazarme. Fue entonces cuando empecé a sentirme mejor.

Aún así sigo un poco tocada, no se me ha pasado del todo, pero sé que no quiero volver a discutir con él. Sigo teniendo un mar de dudas, de inseguridades con respecto a él, siempre dice que no sabe qué pasará, si acabará conmigo, con otra o con nadie, que lo único que sabe es que ahora quiere centrarse en su trabajo, en buscar piso, en hacer sus cosas, y que está muy bien así, que no quiere conocer a nadie ni tener una relación con nadie. Y me pregunto dónde me deja eso a mí? Qué pasará cuando pase el tiempo?

Y no lo sé. Y sigo con él porque quiero estar con él. Y porque otras veces me dice que soy tan importante para él, cuenta conmigo para la mayoría de sus cosas y decisiones, porque para la película que estamos viendo cinco o seis veces solo para mirarme y abrazarme, para darme un beso, porque me abraza cuando paseamos o mientras estoy haciendo la cena.

Tengo que volver a recuperar mis dosis de paciencia, seguridad y confianza, y seguir hacia delante aprovechando cada momento.

miércoles, 23 de enero de 2008

Cansada

La verdad es que lo estoy, y mucho. Y no sólo físicamente, estoy cansada de cosas que pasan a mi alrededor, o no pasan.

En el trabajo lo llevo fatal, nunca os hablo de eso, pero estoy aburrida de hacer siempre lo mismo. No me llena para nada, estoy desilusionada de ver cómo nunca te agradecen nada, y mi jefa es una brasas que me tiene harta. Imagino que hasta aquí me pasa como a la gran mayoría, pero es que ella cada día me da más asco, no puedo ni mirarla a la cara. Me pone muy nerviosa hablar con ella, tanto que no puedo ni disfrutar de una tarde porque salgo atacada.

Hay más cosas que ahora no vienen al caso que me están afectando, pero bueno, lo peor es eso.

Así que he cogido fiesta hasta el lunes porque no puedo volver a trabajar. Necesito irme y desconectar, cambiar de aires. Y descansar.
Quería que la escapada fuera de cuatro días ya que no me llegaba para mucho más, pero a él no le va bien porque está ahorrando para independizarse, quiere irse ya de casa en un par de meses.
Pero yo no puedo más y necesito salir, así que al menos una noche pasaremos fuera. Nos vamos mañana a un balneario, nos relajaremos, pasaremos la noche y volveremos el viernes.
Y espero calmarme para volver el martes a trabajar, o no sé qué haré si no.

A veces pienso que no sé dónde va esta relación que ya no sé ni como llamar , que puede que sigamos así toda la vida, o puede que cuando se estabilice y empiece a trabajar, tenga su piso y se centre un poco, quizá pueda dar otro paso.
Supongo que todo esto me pasa por el agobio que llevo encima y aún me hace estar más deprimida. Pero al mismo tiempo los únicos momentos en los que estoy bien es cuando estoy con él. Y eso que últimamente discutimos bastante, pero bueno.

El me abraza, me hace sentir a salvo entre sus brazos, y no quiero salir de ahí nunca. Quiero quedarme hasta que todo esto pase.

Hace un par de días me estaba contando que en los cruceros se liga mucho, y le dije que tendría que irme a uno para ver si encuentro novio.

- Y para qué quieres novio?
- Para que me lleve a todos sitios sin que le importe que le vean, para que me acompañe al bautizo de mi sobrino...
- Pues para eso de alquilas un acompañante.
- Para que me quiera
- Hay muchas formas de querer
- Para hacer planes de futuro y estar con alguien
- Ya estás conmigo, además hacer planes de futuro es una tontería, hay cosas más importantes.
- Pero tú no eres mi novio no?
- Pues nos vemos todos los días
- Pero no somos novios
- Como si lo fuéramos


Como siempre a veces me ilusiono, y otras me decepciono.

miércoles, 16 de enero de 2008

Tiempos modernos

La semana pasada tuvimos unas cuantas discusiones, una de ellas bastante fuerte. No sé si estábamos más alterados de lo normal, o era yo que tenía las hormonas revueltas y todo me afectaba.

La del sábado fue la peor.

Vino a casa por la tarde, estuvimos viendo Tiempos Modernos, de Chaplin, le había dicho que le tenía que meter en el mundo del cine clásico, que ya era hora de ver buen cine. Le gustó la idea, empezamos a verla, comíamos palomitas, me daba la mano. Hicimos una pausa porque quería ir al baño, cuando volvió se inclínó sobre mí para besarme, me tumbó en el sofá y me abrazó, me dijo que estaba muy bien, que le estaba gustando mucho la película y que se sentía muy cómodo conmigo, en casa. Nadie se creería que estuviera viendo una peli muda, pero estaba la mar de bien.
La cena fue muy bien, luego estuvimos jugando al trivial, le gané, se supone que tenía que pedirle un deseo sexual, pero empezamos a hablar de cuando nos conocimos, del tiempo que había pasado. Quién me iba a decir que unos minutos después estaría metida en la otra cama, hablando a gritos de habitación a habitación y sin querer saber nada de él. El me llamaba, me decía que fuera a la cama, yo no tenía ninguna gana ni ninguna intención, al final vino él, pero yo me fui. Estuvimos discutiendo bastante, llegó a decir que si se iba no volvía, que me lo pensara bien, yo le decía que se lo pensara él, que a mí me daba igual.

Todo empezó porque él decía que estábamos juntos de casualidad, que habíamos llegado hasta aquí de casualidad. Yo le decía que no, que era por algo más, te conoces de casualidad, pero si sigues con alguien será por algo. El insistía que todo era pura casualidad, y a mí cada vez me cabreaba más que siguiera insistiendo en eso, porque me sentía fatal, como si no le importara. Para mí era como si dijera que igual que estaba conmigo podría estar con otra, que no era importante. El me decía que no era eso lo que significaba para él ese concepto.
No quise hablar más, estaba tan enfadada, tan dolida, que preferí dejar el tema.

Al día siguiente volvió a sacar la conversación tranquilamente, cuando los dos estábamos más calmados, para explicarme que él pensaba eso porque no habíamos hecho nada premeditadamente, que habían ido suceciendo las cosas pero sin planearlas. Que él estuvo a punto de irse a vivir con ella y no fue casualidad, era algo pensado, como si hubieran querido tener un hijo o algo así, todo pensado. Pero lo nuestro había ido surgiendo, y eso no es malo como yo me pensaba, sino que es casual porque sucede poco a poco.

No sonaba tan mal, pero no me convence mucho. Quizá soy muy clásica y me gusta que me digan eres mi novia y no dejarlo ahí que todo el mundo te lo dice menos él. Quizá me gusta que me digan te quiero. Porque aunque sé que es así, que me lo demuestra, que le duele que no valore los momentos que tenemos, aunque eso es opinión suya, o que cree que estaremos siempre juntos, nada me gustaría más que oir de su boca esas dos palabras.

Desde luego todo se arregló, menos mal que no soy orgullosa, siempre he pensado que el orgullo no te lleva a ninguna parte, en todo caso a perder.
El lunes estuvimos todo el día fuera, le acompañé a una entrevista de trabajo, y por cierto, por fin le han llamado de un sitio y empezará a primeros de mes.
Nos pusimos muy contentos, ahora solo tenemos que esperar a tener pasta para celebrarlo. Qué largo es enero Dios!

Ahora ya vuelve a hablar de independizarse, de buscar piso, pero ya no me dice nada de que me vaya con él. Yo no le digo nada tampoco, porque aunque me encantaría, me gustaría que me lo pidiese él, pero porque quiere, no por compartir gastos. Así que creo que no será.

Hacemos planes para irnos de viaje, seguimos viéndonos cada día, me dice que estamos condenados a estar siempre juntos, pero que es una bonita condena. Me encanta que me abrace cuando paseamos, que me dé un beso de repente, que se me quede mirando.
Pero luego de repente le entran las prisas por irse a casa a hacer algo, o me dice no bajes del coche no me vea mi padre, o cosas así que no cuadran con lo anterior. Supongo que si no fuera así, no sería él.

Aprovecharemos estos días hasta que empiece el trabajo para poder vernos todos los días, porque luego ya será más dificil con los turnos y eso. Además seguro que algún día dice que está cansado o que no le apetece, normal.
Yo estoy que no puedo con mi alma, y todos los día pienso, bueno mañana si eso no quedamos y me dedico a descansar y a ponerme al día de mis cosas, pero soy incapaz. Llega el día y ya estoy deseando que sean las dos y media para pasar a buscarle. Si se pone el día de llover pienso, bueno mira, así voy a la piscina o descanso. Pero cuando veo que las nubes no se van me da rabia no poder quedar.

Todo esto solo tiene una cosa mala, que desde que estoy tan bien y mucho más tranquila estoy empezando a engordar otra vez.
Será verdad que la felicidad engorda.

miércoles, 9 de enero de 2008

Lo que nunca cuento

Casi siempre estoy contando los malos ratos que tenemos para desahogarme, los malos ratos que me hace pasar.
Y cada egoísta, caradura o listillo que leo se me clavan como cuchillos. Porque hay muchas cosas que no cuento de él, cosas que me encantan y que son las que compensan la balanza.

Nunca he contado que me atrae tanto físicamente que no sé cómo explicarlo, es mi ideal de chico. Más joven que yo, moreno, pelo muy corto, alto, deportista, ojos marrones y almendrados y que le brillan de una forma especial. Tiene una piel supersuave, una caricia suya es como sentir las nubes.

No he contado que es muy educado, que es algo que valoro mucho en la gente, que aunque a veces no lo parezca y yo se lo digo, es muy sensible, le afectan las cosas más de lo que parece, o más de lo que hace ver.
Le encantan los animales, tiene un amor hacia cualquier clase de bicho que no habia visto nunca en nadie. Un día que fuimos a jugar a basket la cancha estaba llena de caracoles porque había llovido, caracoles muy pequeños, y nos pegamos no sé cuánto rato apartándolos todos para no pisar ninguno.
Teniaís que haberle visto un día que fuimos a un parque de loros, que podías entrar en las jaulas que eran enormes y dar de comer a los pájaros en tu mano. Se le iluminaba la cara de ver a esos animalillos en su mano, disfrutaba de su belleza. Se le veía feliz. Ese día me sentí tan bien de estar con él.

Con él he aprendido a ver y sentir la naturaleza de otro modo. Me fijo en cosas que antes no me fijaba, lo veo con otros ojos.
Me habla de cualquier tipo de animal y me cuenta mil cosas y curiosidades.
Le encanta ver documentales de cualquier tipo, y le encanta contármelos y decirme todo lo que ha aprendido o le ha sorprendido.

Nunca digo lo que me hace reir. Tiene una forma de decir las cosas que te ríes aunque no quieras, es gracioso, es divertido. Le gusta mucho salir, la música, hacer planes.

Le gusta ir al cine y comer palomitas. Todo va en un pack, si no hay palomitas no hay peli. Es así de especial. Y a mí me se me cae la baba con esas cosas que tiene.
Siempre que salimos comentamos la película, hacemos un debate sobre lo que hemos visto y empezamos a filosofar y a arreglar el mundo.
Me encantan esas conversaciones con él. Hablamos de cualquier tema, a veces hasta llegamos a discutir por defender cada uno su punto de vista, por intentar convencer al otro de que tenemos razón.
Le gusta pensar en los misterios de la vida, del universo, de dónde venimos, cómo funcionamos...

Le encanta viajar, le gusta aprovechar el tiempo cuando vamos a algún sitio, conocer sitios nuevos, otras culturas.

Nunca cuento que cada vez que cenamos o comemos juntos lo primero que hacemos es brindar, y dice por nosotros, por este día especial, por que no nos separemos. Siempre algo que me hace sonreir y no poder apartar la mirada de sus ojos.

Nunca digo lo bien que me hace sentir cuando estoy a su lado, no tengo miedo a nada, me olvido de todo, es como si nada más existiera.

Siempre está metiéndose conmigo en broma, pero cuando se pone es la persona más dulce que hay en la tierra, muy cariñoso. Me abraza por la espalda, me aprieta fuerta, y me muerde en un brazo. Me abraza, me mira y me dice qué guapa estás hoy. Me encanta cuando me dice no te vayas, o no cambies nunca, o lo mejor que me ha dicho: junto con mis padres eres la única persona en la que confío al cien por cien.

Podría seguir escribiendo hasta mañana, tantas cosas buenas tiene y tantas cosas me gustan de él, pero creo que lo dejaré para otro día para no subir los niveles de azúcar.

martes, 8 de enero de 2008

Celos y decepciones

A veces estás hablando de cualquier cosa tan tranquilamente y no sabes cómo estás en medio de una discusión.

Eso pasó ayer, estábamos hablando de irnos un finde por ahí y dijo que a ver si al final podía darle carpetazo a lo de esta chica y ya no teníamos que preocuparnos de nada.

Lo dijo de una manera que daba a entender que hasta que ella no estuviera con alguien no se acabaría la cosa y no podríamos hacer nada tranquilos.
Por lo visto yo lo entendí mal, porque después de mucho discutir, de decirle yo que no solo dependía de que ella saliese con alguien sino también de él, parece que no iban por ahí los tiros.

Resulta que su mejor amigo está interesado en ella, y él está contento de que quiera salir con ella, porque sabe que las cosas podrían irles bien. Si esto ocurre ella no estará tan detrás de él como parece que todavía está, además ahora que se va a ir a vivir al lado de su casa él teme que ella quiera quedar más a menudo y que una cosa lleve a la otra, que se acaben liando otra vez, aunque él tiene claro que no quiere volver a tener una relación con ella, pero aún así, quién sabe.

Por eso le dije que estaba en su mano que eso pasara o no, porque si él le dice que no, no pasa nada. El dice que yo lo veo muy fácil, que quiere mantener una amistad con ella, que no quiere perderla como amiga aunque no quiera volver a ser su novio porque además ya no siente nada por ella, aparte de mucho cariño, claro. Yo le digo que me parece genial, pero que eso no quiere decir que tengamos que volver a no hacer nada, a escondernos y todo eso.

Total, que la cosa se va liando, no nos entendemos, cada vez nos gritamos más, nos cabreamos más y dejamos de hablarnos.

Cuando ya nos calmamos un poco él me dijo que se sentía decepcionado conmigo porque no confío en él.

- Y cómo quieres que confíe después de todo lo que he pasado? Se me hace muy difícil la verdad.
- Vale, pero esto de volver con ella solo pasó una vez, no cincuenta, y ahora con quién estoy? Sabes de sobra que uno de los motivos por los que corté era porque estabas tú, porque habíamos pasado muchas cosas juntos y tampoco quería perderte. Entiendo tus celos cuando estaba con ella, pero ahora no los entiendo y más viendo todo lo que ha cambiado esto, que he hecho mucho por tí, que hemos estado haciendo un montón de cosas y encima pones en duda que quiera estar contigo, aún piensas que voy a volver con ella.
- Pero es que es lo que has dicho tú, viviendo tan cerca hay más posibilidades, yo sé que estará más pendiente de tí.
- Pues por eso tengo ganas de que salga con mi colega, para dar carpetazo de una vez por todas, porque así sé que no habrá posibilidad de nada, ella estará con él y se acabó.
- Entiende por qué tengo miedo, porque he pasado mucho tiempo así, era tu pareja, y ahora no sé qué pasará, lo he pasado muy mal y me he vuelto desconfiada, la verdad.
- Es que tú te piensas que para mí todo ha sido muy fácil, que estaba con ella y contigo y todo era jiji jaja, pero no me he reído nada. Cada vez que te daba un plantón lo pasaba fatal, o cuando tenía que cambiar los planes a última hora, y con lo del crucero no digamos, lo pasé muy mal, porque aparte de dejarte tirada sabía que te hacía mucha ilusión y todo lo que estabas pasando.
Yo pensaba que nosotros aparte de ser amigos muy especiales, no sé, teníamos algo más, una confianza ciega el uno en el otro, y ahora me vienes con eso.


Saqué conclusiones precipitadamente quizá, porque entendí una cosa que él no quería decir y yo me monté mi película. Es cierto que tendría que pensar en todo lo que está pasando ahora, que si está tan seguro de no volver es que no lo va a hacer. Pero también sé que ella quiere volver, sé lo que somos capaces de hacer las mujeres cuando amamos a alguien, y sé que en parte no es casualidad que ahora se vaya a vivir a dos portales del suyo. Una de las razones por las que lo dejaron era porque vivían lejos y no podían verse mucho. No sé, no hace falta ser muy espabilada.
Quizá estoy celosa, quizá tengo miedo, quizá me he vuelto muy desconfiada, pero a mí me sigue dando miedo lo que pueda pasar.

Y como siempre, una de cal y otra de arena, después de todo esto que parecía que quería estar conmigo sobre todas las cosas, empieza a hablar como siempre de que no quiere tener una pareja, que ahora tiene otros problemas y otras cosas en que pensar. Que para intentar algo con alguien tendría que tener su vida ya muy organizada y ahora no es el caso.
Siempre dice algo que deja claro que él está muy bien conmigo, pero ni pareja ni nada, que yo siento cosas muy fuertes por él, pero él nunca se incluye en esto.

La verdad, estoy otra vez de bajón, no sé qué pensar. Lo mejor es no pensar en nada, sino disfrutar, pero no puedo evitarlo.
No sé si serán los virus que me están dejando por los suelos, el síndrome premenstrual o que realmente como dice él y mucha gente es que me gusta sufrir, pero estos días estoy dándole muchas vueltas a esto, si realmente llegará a algo, si se quedará en el camino.
Sé que no hay relaciones perfectas ni seguras para siempre pero no sé qué pasará, no veo nada claro, por mucho que él siga hablando de irnos este finde, o de hacer un crucero en vacaciones.

Se me pasará, solo es una mal día. O una mala semana.

viernes, 4 de enero de 2008

Incertidumbre

No sé si estoy viviendo un sueño que yo misma me estoy creando o qué. Las cosas no son como a mí me gustaría, aunque se parecen bastante, pero también es verdad que sigo aguantando a veces, que por no discutir me callo cosas. Quizá no estoy en posición de exigir según qué, porque si no somos pareja no tengo por qué pedirle explicaciones o insistir en ciertas cosas.

Tenemos momentos muy buenos, y él se ha volcado mucho en mí, hace y ha hecho mucho por estar conmigo, a veces tiene detalles que me hacen pensar que no puede estar sin mí, pero otras veces hace lo contrario y me rompe todos los esquemas. Sé que una de las razones por las que lo dejó con ella fuí yo, aunque no es la única, pero eso quiere decir que le importo y quiere estar conmigo, no quería perderme.

Ayer no nos vimos porque aparte de que estaba lloviendo los dos estábamos malos. Pero estuvimos hablando por teléfono todo el día. Una de las veces me llamó para decirme que se acababa de levantar, por la tarde, y ya estaba mejor, que quería que lo supiera.
Claro, a mí me dejó con cara de boba, diciendo, qué mono es. Mira que llamar solo para eso.
Otra de las veces que hablamos me preguntaba qué nos depararía este nuevo año, que teníamos pendiente el crucero, volver a Menorca, ir a Londres, a Roma, a la Riviera Maya.... Tantas cosas. Eso quiere decir que le apetece hacer todos esos viajes conmigo, que quiere seguir haciendo planes y le encanta hacerlos.
Pero por la noche cuando volvimos a hablar me dijo que ella le había llamado y que está buscando un piso para compartir con una amiga, y uno de los que ha visto está en su misma calle. El dijo que le aconsejara, que qué hacía, porque claro si yo iba a buscarle o algo y ella le veía qué pasaría. Le dije, lo primero no tengo que decirte nada, tú sabras, pero qué pasa que nunca le vas a decir que sales de vez en cuando con otra chica o qué?
- Hombre pero es que estuvimos juntos en Fin de año, hace tres días, y no sé resulta violento.
- Vale os visteis, pero hace dos meses que habéis cortado. O es que pasó algo en Nochevieja que no me has contado?
- No, no pasó nada.
- Pues entonces. De todas formas aún no sabes seguro si va a ir allí, hay otras opciones, cuando sea seguro te preocupas.
- Vale, pero tú no te enfades.
- No me enfado, pero no quiero volver otra vez a lo de siempre.
- Bueno, ya se verá qué pasa. No te preocupes vale?

Pero claro, empecé a pensar, y si se va y está tan cerca. Uno de los problemas era que vivían muy lejos el uno del otro, si ahora están a tres portales de distancia qué pasará? Supongo que nada, ya ha pasado tiempo y han cambiado cosas, pero aún así, no me hace gracia. Con la de calles y barrios que hay para irse y tiene que ver un piso en esa. Es que nunca me libraré de su sombra?

Ayer me dio otro bajón, esta inseguridad me vuelve loca, por eso digo que no sé hasta qué punto yo puedo exigir nada. Sé que él me quiere mucho, pero no está enamorado, no quiere una relación conmigo, aunque lo que tenemos sea casi lo mismo, pero hoy por ejemplo habíamos quedado que venía a dormir a casa, y ahora me dice que se lo pensará que igual no viene, que si todavía estoy mal y eso, que lo dejamos que no pasa nada. Le he dicho que ya no estoy tan mal, además mi amiga se va a casa de unos amigos para dejarme la casa sola, encima no la voy a hacer irse para que luego a última hora me diga que no se mueve.

Así que todas estas cosas, estos cambios, me producen inseguridad, me llenan de incertidumbre, no sé qué va a pasar. Por una parte no deja de hacer planes conmigo, dice que cree que estamos condenados a pasar toda la vida juntos con esa cara de malo que me encanta, no deja de repetirme que no me vaya con nadie, que solo tengo que estar con él, que él ya no busca nada cuando sale, y por otro lado a veces parece que le dé igual no verme, desquedar, o que a mí me apetezca pasar la noche con él.

A veces me dice que no para hacerme rabiar, para ver si me enfado o no, pero la forma que me lo ha dicho hoy me ha sonado a que realmente se lo estaba pensando, no sé. Yo le he insistido, sí ven, porfa, ven, con mi voz melosa, pero cuando ha dicho no me insistas tanto que sabes que en mí crea el efecto contrario porque no me gusta, me ha hecho ver que quizá no estaba bromeando.

Aunque los dos sabemos que es una relación muy especial, lo vemos desde puntos diferentes. Yo estoy enamoradísima de él. El no lo está, aunque me quiere muchísimo.

jueves, 3 de enero de 2008

De verdad me parezco?

He visto en el blog de Nanuck esta web que te saca el parecido con las celebridades y lo he hecho. Madre mía!

De verdad me parezco a estas tias buenas? jajajaja, no creo pero bueno, me ha subido el ánimo.

Sé que no podreis opinar porque la mayoría no habeis visto mi foto, pero he puesto la que tengo en el msn, así que unos cuantos podreis darme vuestra opinión. Pero no vale hacer la pelota eh? jajajja



http://www.myheritage.com/collage

miércoles, 2 de enero de 2008

Nochevieja

El domingo estuve un poco mal, pensando en lo que estaría haciendo y todo eso. Pero me calmé pronto, no le dí demasiadas vueltas. Total, para qué, si no merece la pena. El iba a hacer lo que quisiera y yo no iba a enterarme, así que aunque no estaba bien del todo, estuve bastante normal.

El día de Nochevieja al final lo pasé muy bien. Creía que no sería tan divertido porque uno de mis amigos, el más animado, no podía venir, pero me reí un montón, hicimos tonterías todas las que quisimos y más, estuvimos cantando , bailando y haciendo las típicas fotos de todos los años enseñando las bragas rojas. En fin, que me lo pasé genial, acabé bastante beoda y dormí como una manta zamorana hasta que me desperté con la boca como un estropajo. Pero aparte de eso, bien.


Nada más levantarme me llamó, era la una y media y él ya volvía para casa. Dijo si nos íbamos a jugar y al cine. Así que cogí el coche, vine a casa a cambiarme y pasé a buscarle. Pasamos la tarde juntos, no me comentó nada de los días en el camping, excepto lo que habían hecho un poco en general.

Si no hubiese pasado nada entre ellos supongo que me habría dicho algo así como tranquila que no pasó nada. Pero si no lo ha mencionado imagino que hubo rollo, o al menos hablaron de algo, pero no me lo ha contado. Yo no he querido preguntar, casi prefiero no saber, aunque me imagino lo que me diría.

Hoy también hemos quedado un rato, pero ha empezado a llover y nos hemos vuelto a casa. Mañana si está el tiempo igual no podremos quedar. Maldita lluvia!

No quiero darle muchas vueltas porque hemos estado muy bien estos días y no quiero pensar mucho en el tema, aunque tendría cosas en las que pensar. Podría hacer un propósito de año nuevo, no pensar tanto y disfrutar el momento. A ver si se cumple o como casi todos se queda por cumplir.