jueves, 27 de octubre de 2011

Felicidades

El año pasado por estas fechas esperaba mi cumpleaños con la misma ilusión de siempre, pero lo único que quería era que mi padre estuviese bien ese día para que pudiera felicitarme.

Sabía que iba a ser la última vez, y hasta yo me sorprendía de las ganas que tenía de que pudiera ponerse al teléfono, que me oyera bien, que pudiera hablar. A veces le costaba mucho porque ya no tenía muchas fuerzas, estaba tan mal que se ahogaba y casi no podía.

Cuando me llamó mi madre desde el hospital le pregunté, puede ponerse el papá? Y cuando se puso y me dijo felicidades, y me preguntó qué tal me sentí genial.

Para mí fue el mejor regalo que tuve ese día.

Mañana ya no lo tendré. Murió quince días después.

lunes, 24 de octubre de 2011

Otoño

No me gusta que cada día haya menos horas de luz, ni que esté nublado constantemente y llueva.

No me gusta que hayan cambiado los anuncios de helados, bronceadores y aftersun por los de Strepsils, sopas y Gas Natural.

No me gusta tener que guardar toda mi ropa de verano y sacar los abrigos, pañuelos, botas y medias.

Me deprime. Me deprime mucho. Porque odio el frío, el otoño, el invierno y no tener con quién acurrucarme en el sofá debajo de una manta. Porque quizá así le encontraría el encanto, pero la verdad que cuando noto el frío metido en mis huesos se me van los encantos por todas partes.

Y aún así estoy animada. Estoy bien. Supongo que acostumbrada a estar sola, a hacer la mía. Además aún me quedan dos días de vacaciones que compartir con mi niño. Y aunque haya mucho más que compartir la verdad es que nos vemos bastante, así que disfruto todo lo que puedo, hasta los ratos que estoy sola y no tengo planes, que los bajones vendrán, seguro, pero hasta entonces intento animarme.

martes, 18 de octubre de 2011

Bajo las estrellas

Hoy hemos ido al bosque a pasear otra vez. Y no solo a pasear, porque al final siempre acabamos haciéndolo en algún rincón escondido, o no tan escondido.

En la cueva, entre las rocas, debajo de unos arbustos... en fin, creo que hemos recorrido todos los recovecos del bosque. Menos mal que no hay cámaras ocultas, aunque no descarto que algún barco o alguien que no hemos visto nos haya grabado, cualquier día salgo por el Youtube jajaja.

Pero no lo podemos remediar, a él le da mucho morbo, a mí también, y encima él me pone a mil, qué le vamos a hacer. Después de tantos años y me sigue atrayendo como un imán.

Como anochece tan pronto y nos hemos entretenido en la playa hemos salido que ya no se veía nada. Le he dado la mano, él me guiaba, se veían las estrellas, millones de ellas, y ha sido tan bonito.

Era uno de esos momentos en los que no puedes dejar de sonreir. A pesar de todo lo demás.

lunes, 10 de octubre de 2011

Mi regalo de cumpleaños

Esta semana estoy de vacaciones otra vez, ya casi las últimas, solo me quedarán dos días que a ver si puedo aprovechar a escaparme en el puente de diciembre.

Como coincidimos mi niño y yo pues aprovechamos a hacer excursiones por aquí, los últimos días de playa y esas cosas. Pero lo que más ilusión me hace es que el jueves iremos a montar a caballo!!

Ya tenía ganas, desde que mi hermana me contó que había ido y le había encantado la experiencia estaba yo con la cosa de montar también, y como he visto una superoferta la he cogido y así de paso de regalo de cumple que ya se acerca.

Estoy contenta esta semana.

domingo, 2 de octubre de 2011

Octubre

Empieza este mes que me deprime por una razón en especial. Se acaba el verano. Y además hay que cambiar el vestuario, volver a taparse, los días se hacen más cortos, empieza el mal tiempo.

Odio el invierno y el otoño, no me gustan nada. Y hace un tiempo, el año pasado sin ir más lejos aún le encontraba la gracia pensando que podía renovar mi vestuario, pero desde que estoy sola en el piso y más gastos, ni eso puedo hacer. Tengo que controlarme mucho y no puedo comprarme casi nada. Y eso me deprime mucho.

Será que también creo que estoy empezando a enfriarme, porque hoy me duele todo, tengo frío y a ratos me entran los sudores. No sé. Estoy hecha un asco.

Es el mes de mi cumpleaños y tendría que hacerme ilusión. Pero qué ilusión me va a hacer si no voy a poder celebrarlo con él como a mí me gustaría, y ya veremos si hago algo con C. Me siento tan sola.

Me gustaría seguir sintiéndome como ayer por la mañana cuando desperté al lado de mi niño y me abracé a él, y cuando luego él me abrazaba, me mimaba, y cuando hicimos el amor. Nadie puede ser infeliz con un despertar así. Teniendo al lado a la persona que amas.

Puedes serlo cuando te das cuenta de que por mucho que te quiera, por mucho que haga por tí, nunca es lo mismo que a ella. Pero estoy tan bien cuando estamos juntos, se preocupa por mí, hace muchas cosas para que yo me sienta a gusto. El viernes por ejemplo quedamos para cenar y que se quedaría en mi casa a dormir. Por él, nos habríamos quedado en casa, así evita que nadie le vea. Pero sabe que yo estoy harta de estar en casa siempre, y que me apetece salir, y salimos, solo porque sabía que a mí me apetecía, aunque él estaba con lumbalgia y podría haberlo usado como excusa para quedar bien y estarnos en casa.

Y me da igual lo que piense nadie, estoy harta de excusarme y excusarle, de sentirme juzgada en todo momento. Sé que no es la relación pefecta ni es la que quiero ni mucho menos. Pero es una relación en la que estamos tres personas, cada uno con sus problemas, sus neuras y sus malos y buenos ratos. Ella en el fondo sabe que sigue conmigo, lo sospecha, y vamos, lo tiene que saber seguro porque hay excusas que él le pone que no se las tragaría nadie. Pero también sigue ahí. El pasa sus malos ratos por las dos, pero creo que los tres en el fondo vamos a lo mismo, a disfrutar de lo bueno que nos traiga todo esto. No es fácil para ninguno, pero ahí estamos. Cabezonería? Egoísmo? Tres formas distintas de amar?
No sé dónde nos llevará esto, y seguro que acaba mal como dice él siempre, pero ninguno nos separamos.

Quiero irme de viaje, quiero salir y estar unos días fuera, conocer algún sitio nuevo, y creo que este año tampoco podré hacerlo.

Hoy me gustaría convertirme en la bella durmiente. Dormir hasta que todo haya pasado.