jueves, 24 de julio de 2008

Dónde están?

A veces me quejo de que mi niño no me dice cosas bonitas, que me mete mucha caña. Me quejo de lo poco cariñoso que es en general, de lo poco apasionado que se muestra.

Pero está aquí, conmigo.

Dónde está D, que tantas ganas tenía siempre de hacerlo conmigo? Que me decía siempre lo guapa que era?

Dónde está J, que siempre tenía palabras bonitas, detalles conmovedores, que siempre cogía mi mano para pasear?

Los dos se fueron, tampoco quisieron ser mi pareja, tampoco dijeron nunca te quiero ni me presentaron a su gente. También me hicieron llorar.

Dos años y medio hace que mi niño está ahí. Con su carácter a veces imposible, con sus rarezas, con su novia, sin ella. El quiere pasar sus vacaciones conmigo, quiere hacer cenas especiales conmigo, él se queda mirándome y me dice que tengo los ojos bonitos. Eso si me suena sincero, porque si me tiene que decir que me he engordado o que llevo el pelo fatal me lo dice. No es de halago continuo, que es lo que nos gusta a todas. Por eso cuando te dice alguna cosa sabes que lo dice de verdad.
Ahí está diciéndole a sus amigos que no quiere enrrollarse con la tía que se le está insinuando porque está con alguien especial y no quiere liarla. (Eso me contó que pasó la noche de la boda).

Y por qué entonces hoy me siento tan melancólica, tan insegura, tan perdida?

Acaso no es mejor valorar las acciones y no las palabras?

martes, 22 de julio de 2008

Tensión

Hace un rato estaba a punto de ponerme a escribir un post diciendo las ganas que tenía de besarle, que echaba de menos abrazarle y darle besos. Y eso que nos vimos ayer.

Pero me he entretenido haciendo otra cosa y me ha llamado y después de la conversación he acabado cabreada como últimamente.

Hoy ha salido muy tarde de trabajar, no hemos quedado al final por eso. Me ha llamado desde el trabajo primero para decirme que seguramente saldría más tarde, luego que aunque fuera más tarde quedábamos que le apetecía ir a jugar, y luego para decir que mejor lo dejábamos que ya si no nos entreteníamos mucho. No me ha importado porque la verdad que hoy a mí no me apetecía mucho ir, me duele bastante la cabeza y estoy cansada.

Nada más llegar a casa me ha llamado, yo tenía muchas ganas de hablar con él para comentarle lo del viaje tranquilamente pq esta mañana cuando me ha llamado para preguntarme no hemos podido hablar mucho. He hecho la reserva antes de irme a trabajar.

Le pregunto qué tal el día y me empieza a hablar de cómo le ha ido, que mal, que está agobiado, preocupado, que tienen mucho lío, en fin, lo de siempre, él habla y habla y yo escucho y le digo mi opinión. Cuando termina empiezo a contarle lo del viaje, y notaba que no me estaba haciendo mucho caso, debía estar mirando algo en el ordenador. Le pregunto:

- Pero me estás escuchando?
- Sí

Sigo hablando y no me contesta. Le digo

- Podías poner un poco de emoción en el tema no? que te estoy hablando de las vacaciones
- Ay hija, pero no ves que estoy aburrido, que acabo de llegar de trabajar? Ya te llamo luego y me cuentas.
- O sea que me llamas para soltarme tu rollo como siempre y cuando te quiero contar algo que me hace ilusión no puedo.
- Bueno, luego te llamo.

Pero es que ayer pasó igual, me llamó, me preguntó si ya había encontrado hotel, le dije que esperaba a última hora por si veía otra oferta y me dice bueno ya hablaremos que ahora estoy aburrido.

Siempre a la suya. Yo ya no sé si es que el tema este de los nervios me hace aguantar menos o es que ya no aguanto nada. Últimamente siempre es así, acabamos discutiendo, él está más raro, no sé por qué, quizá yo ya no estoy como siempre, no quiero saltar más por no discutir, pero a veces me dan ganas de decirle que no quiero estas tonterías. Pero sé que me arrepentiría antes de terminar la frase.
Estoy tan histérica que cualquier cosa se me hace un mundo y me hace saltar, no soporto a nadie,cuando consigo estar relajada cualquier cosa que se tuerce me hace volver a ponerme nerviosa.
Estaba tan contenta pensando en el viaje y ahora otra vez me pregunto si todos los días en Roma serán así, porque no quiero. Solo quiero tranquilizarme, volver a tener mis kilos y kilos de paciencia que me hacen vivir más tranquila.

Ya no sé si él es el egoísta por ir a la suya o si lo soy yo porque quiero que se centre solo en el viaje que es lo que ahora me apetece hacer.

En el fondo sé que cuando nos vayamos todo irá bien, siempre que salimos de la rutina nos tranquilizamos y nos va bien. Alguna discusión habrá seguro, pero se nos pasará. Espero.

lunes, 21 de julio de 2008

Para vosotras

Ultimamente no escribo mucho, y es que llevo una temporada un poco mala.

Aunque a veces no lo parezca por lo que cuento, realmente no estoy siempre en esa nube que describo. Tengo días malos, y muy malos, estoy fatal de los nervios por el trabajo, por muchas cosas, y entre ellas mi niño. También hay reproches, cosas que me cansa oir, que me cansa aguantar. Palabras que me duelen aunque me diga que no es en serio, que me fije en los hechos, que ya sé cómo es. A veces me canso de esperar algo que no llega. De oirle decir que no quiere pareja, que está muy bien así, que una pareja solo trae exigencias y obligaciones. Y me canso de decirle que no tiene por qué ser así, pero que me da igual como lo llame si seguimos como estamos.

Pero hoy no quería hablar de lo mal o lo bien que lo paso. Quería deciros que os he echado de menos, que no sabéis cuánto me he alegrado de leer vuestros comentarios, que me encanta sentir que realmente os alegráis por mí, igual que os preocupáis y hasta os enfadáis si hace falta.

Sé que últimamente ni siquiera he pasado a vuestras casas mucho, a veces os leo aunque no pueda entretenerme a comentaros porque no tengo mucho tiempo.
Me apetece contaros un montón de cosas, buenas y malas, pero al final estoy tan cansada que ni entro.
Está siendo una semana muy rara, de altibajos, de ataques de nervios, de llorar, de enfados, pero también de risas, de disfrutar y de hacer planes.

La semana que viene nos vamos a Roma, así que con vuestro permiso os abandonaré unos cuantos días más :P

Gracias por estar ahí, quizá no lo imagináis pero me ayudáis mucho, sé que siempre encuentro el apoyo que necesito cuando estoy mal, tal vez por eso es tan fácil contar aquí las penas.

Así que no penséis que me olvido de vosotras porque la verdad es que ya no podré hacerlo nunca.

Gracias a Tam, mi germaneta, porque siempre me dice lo que necesito oir, sea bueno o malo, es mi alma gemela y sabe cómo me siento en cada momento.
A mi niña Carn, que todos los días tiene un momento para pasar a saludarme y hacerme sonreir.
A mi querida Hada, y a Candy, que saben muy bien lo que es ser la otra.
A mi loca de Mini que me hace reir con sus historias y me da ánimos para conseguir lo que ella tiene.
A Patry, que me contagia su optimismo. A Nanuck que tb ha conseguido ser feliz después de todo lo que ha pasado.
A Nais, Daniela, Nuria, Eso es lo que se siente, Alicia que están ahí alegrándose de lo que me pasa.
A Luna, que por mal que esté siempre tiene fuerzas para animar a los demás.
A Pablete que siempre tiene una palabra bonita para mí.
Y seguro que me dejo a alguien pero igualmente gracias por estar a mi lado.

viernes, 18 de julio de 2008

Hoy

Hoy quiero decirte que te quiero aunque a veces me den ganas de contestarte que te busques a otra que no se canse, que esté más buena, que no sea tan miedosa, que siempre lleve el pelo perfecto, que no se enfade nunca y no te agobie.

Dices que importan los hechos y no las palabras, que no eres persona de hablar pero sí de demostrar. Y tú me demuestras que te importo, aunque a veces me gustaría oir más a menudo todas esas cosas bonitas que me dices de vez en cuando. Me gustaría no oirte siempre metiéndote conmigo aunque sea en broma.

Hoy quiero decirte que a veces me sorprendes gratamente con tus reacciones, y otras todo lo contrario, y aún así no puedo vivir sin tí.

Quiero que sepas que tu sonrisa me hace sonreir a mí, me hace sentirme la mujer más feliz del mundo. El brillo de tus ojos llena todo mi mundo. Que tú eres lo único que necesito para seguir.

Hoy quiero decirte, aunque te parezca exagerada, que te voy a echar de menos estos dos días sin verte. Que las cosas no son lo mismo si no estás tú. Aunque me digas medio en serio medio en broma que nos va bien descansar un poco el uno del otro.

Por qué tendría que descansar de la persona que me hace sentir lo peor y lo mejor de esta vida?

Hoy quiero decirte que te quiero. Quiero decírtelo siempre.

miércoles, 9 de julio de 2008

Despedida de soltero

El próximo finde se casa un amigo de mi niño, con lo cual este toca la despedida de soltero.

Yo ya temblaba, porque ya sé lo que pasa en estos casos. Pero el domingo me dijo que no sabía si ir o no. Si la hacían él y ella juntos entonces sí porque no pasaba nada, pero que si era él solo no quería ir, porque conociendo a sus colegas lo pesados que se ponen y que seguro que había tías de por medio, prefería evitar cualquier tontería.
A mí eso me alegró mucho, por supuesto, pero no dije nada, de sobras sé las veces que puede cambiar de opinión a lo largo de la semana.
Ayer decía que a ver si le decían ya cuando quedaban y eso, hoy que ya sabe que quedarán a las cinco y poco más, dice que no sabe qué hacer.

Por una parte prefiere quedar conmigo para ir a andar, a hacer ejercicio y aprovechar el sábado y el domingo, porque si no, entre que el sábado sale pronto y al día siguiente estará hecho polvo, dice que se le pasa el finde sin ir a la playa ni nada.
Por otra parte le apetece quedar con sus amigos porque hace tiempo que no los ve.

Yo estoy deseando que no vaya, claro, y no porque esté conmigo, que también, sino por evitar cualquier peligro.

Además hoy debo estar muy rara, porque he cogido un cabreo tonto yo sola por una tontería...

Primero estábamos hablando de la semana de vacaciones que tenemos que coger este mes, que yo le he dicho cincuenta veces cuándo la cogemos, y las he tenido que cambiar otras cincuenta veces. Ahora parece ser que estaba claro que cogíamos la última, pero hoy me dice que igual no puede. Total, que ya le he dicho enfadada que haga el favor de aclararse que yo no puedo cambiarlas cada dos por tres. Hemos seguido hablando normal, íbamos en el coche, y ha pasado por delante una tía que estaba bastante bien, la verdad. De cara normalilla, pero claro, tenía un tipazo, iba con sus leggins marcando culo y ella que sabía que estaba bien, y podía, pues se lucía, como haría cualquiera. Total, que él se ha quedado mirando que hasta ha girado la cabeza y le he tenido que decir que se iba a chocar por mirarle el culo. Y eso es lo que me ha cabreado. Porque siempre se queda mirando tías, yo también miro a tíos, pero yo sé que si me encontrara un tiazo no haría nada, pero si él se encuentra a una tía así que se le pone a tiro, pues no sé lo que haría, por más que me repita que no quiere liarse con nadie, que está bien conmigo y que solo está conmigo.
Y me cabrea que a veces me haga sentir tan fea, porque siempre habla de otras que están muy buenas, y aunque a veces me diga lo guapa que estoy, también me dice cuando estoy horrible.
Me da la sensación que nunca estoy a la altura, que cualquiera es mejor que yo.

No sé, supongo que es la inseguridad que me crea constantemente. El miedo que tengo a que se vaya con cualquiera, porque me dolería si se enamorara de otra pero creo que más si solo se enrrolla una noche.

Ahora me acaba de llamar y me ha dicho que no va a ir de despedida, que prefiere aprovechar el finde y que conociendo el percal prefiere evitar cualquier peligro.

Qué tranquila me quedo.

lunes, 7 de julio de 2008

En la Expo

Hay fines de semana que salen redondos, y este ha sido uno de ellos.

Pasé a recogerle el viernes por la tarde para salir hacia Zaragoza. Llegamos ya por la noche, y rápidamente nos fuimos a cenar, dimos una vuelta y fuimos de marcha. Me lo pasé genial, será que últimamente no salgo mucho y cuando lo hago aprovecho bien.
Volvimos a casa ya casi de día, y hay que ver lo bien que le sienta Zaragoza porque lo hicimos dos veces seguidas y de qué manera.

A la mañana siguiente no pude dormir mucho, tenía que ir a casa de mis padres y a ver a mi sobrino un rato. Así que a la hora de comer volví a casa de mi amiga, que es donde nos alojábamos , y nos fuimos a comer. Después dimos una vuelta por el parque, un rato a las rebajas, y ya por fin a la Expo.

Está genial, a pesar de las colas, el calor y la gente. Pero es lo normal en estos casos y sobre todo un sábado.

Todo está muy bien organizado, el recinto es precioso, hay pabellones que son verdaderas maravillas, y el tema es interesante. Eso sí, hay que perder tiempo leyendo muchas cosas si quieres enterarte bien de muchos datos interesantes y nadie lo hace. Hay tanto que ver que no te paras.

Ojalá esto sirviera para que la gente tomara conciencia de lo importante que es conservar lo que tenemos y aprovechar energías alternativas y menos contaminantes, pero claro, eso no interesa. En fin, que me voy del tema.

Por la noche estaba tan agotada que me fui a la cama.

Al día siguiente más Expo y de vuelta a casa.

Me hacía mucha ilusión ir a Zaragoza con él. Ya vino hace dos años una semana que teníamos vacaciones, y ahora me apetecía un montón que volviera, ir a la Expo con él, llevarle a los restaurantes que le gustaron y a otros que sabía que le encantarían. Fue genial que me abrazara por la calle, que me diera la mano, que me besara y estuviera tan pendiente de mí.

Aunque tengamos nuestras discusiones, aunque a veces se ponga tan pesado que no lo aguante, aunque tenga sus rarezas y sus manías, otra vez he pasado un finde estupendo a su lado, y todo eso se me olvida con cada palabra cariñosa que me dice, o cuando noto que está tan a gusto conmigo que no quiere irse.

Este próximo finde no sé si nos veremos mucho, pero esa es otra historia.

miércoles, 2 de julio de 2008

Con qué me quedo?

Hay algo mejor que estar entre sus brazos?

Quizá que me abrace bien fuerte cuando voy a la cama después de dormir separados por el calor.

O ver su cara sonriente, sus ojos brillando mientras se baña en el mar o la piscina. Se pone tan guapo!

O sentir sus manos acariciándome.

Escucharle decir que estoy muy guapa, que tengo los ojos bonitos o que le gusto.

O sentir cómo se preocupa por mí. Cómo me pide que me cuide mucho siempre.

Hay tantas cosas buenas a su lado que no sé con cuál quedarme.