jueves, 30 de agosto de 2007

A veces

A veces pienso que es posible.

A veces pienso que puede ser. Que puede que acabe enamorándose de mí.

A veces creo que ya lo está y no se da cuenta.

Si me mira a los ojos de esa forma, si me llama por segunda vez a las doce y media de la noche solo porque le apetece hablar conmigo, si me abraza tan fuerte y quiere viajar conmigo.

No entiendo por qué dice que puede sentir lo mismo por mí que yo por él. Si cada uno siente de una manera.

Me gusta esa sensación de estar flotando cuando estoy entre sus brazos. Esa sensación de que de repente todo se para alrededor, de que nada existe cuando estamos mirándonos.
Me gusta sentir que está solo conmigo, a veces.
Me gusta cuando vamos paseando, me agarra de la cintura y me atrae hacia él. Me gusta cuando me llama con el nombre que él me ha cambiado. Me gusta cuando me acaricia, cuando me besa.
A veces hace planes que no se cumplirán, otras veces sí, pero me gusta que quiera hacerlos, que lo piense, que se ilusione.
Me gusta tanto que no puedo parar de decirle lo que siento.

A veces pienso que sería posible vivir en esa nube a la que subo de vez en cuando.

lunes, 27 de agosto de 2007

Quiero ser como Paris Hilton

Bueno, o al menos tener su dinero. Qué bien se debe vivir cuando tienes pasta sin conocimiento. Y eso que no me puedo quejar, pero quién no quiere tener más?

Este finde mi niño y yo nos dimos un capricho y nos fuimos a un hotel 5 estrellas gran lujo con Spa y estuvimos el sábado y el domingo en plan relax y como dioses.

Qué maravilla de sitio, qué tranquilidad, y qué bien poder olvidarse del mundo con él. Para eso no me hace falta irme tan lejos, pero allí, es mejor todavía.

El viernes ya vino a comer a casa, estuvimos juntos toda la tarde y la noche, el sábado nos fuimos para allá, y disfrutamos del Spa, de la piscina, de la habitación. Todo genial. El domingo también pudimos estar bastante rato, hasta el mediodia que ya nos vinimos hacia casa, pero antes fuimos al cine. En fin, un finde estupendo y sin tener que compartirle con nadie.

Durante la comida del sábado me dijo, en momentos como este me dan ganas de cortar con ella para estar solo contigo.

Le dije que no me dijera eso, porque si no lo va a hacer, prefiero no saberlo. Podría hacerlo no? Podría cortar con ella y estar solo conmigo, y así seguiríamos pasando findes geniales.

Hubo varios momentos románticos, como cuando llegamos a la habitación y nos tumbamos en la cama, se me quedó mirando a los ojos y me dijo, me gustan tus ojos, son de color miel, son bonitos.

O como cuando él estaba en una de las piscinas del spa, y yo estaba mirándole desde la tumbona, entonces me llamó, me dijo,ven. Entré en el agua, me abrazó y se puso a bailar conmigo mientras me tarareaba una canción al oído. Yo me reía, luego nos besamos.

Esa sensación de que no existe nada ni nadie más en esos momentos es la mejor del mundo.
Ojalá durara siempre, o al menos se repitiera más a menudo. Aunque para ser sincera, con él, se me repite mucho. Cada vez que estoy con él es como si no existiera nada más, y cada vez mejor.

El lunes cuando me llamó por la noche me saludó con un hola guapa, has pensado en mí?
- Claro siempre pienso en tí.

El estaba escuchando el Adagio de Albinoni, lo habíamos escuchado en la habitación del hotel, a él le gustaba mucho, y no podía parar de escucharla. Mientras estábamos tumbados en unas de las tumbonas de la piscina, los dos en silencio, me dijo, estoy pensando en cosas que hemos pasado y la música esta le pega mucho a lo nuestro.

Me pareció muy bonito. Bueno ese finde todo me lo pareció, excepto cuando empezó con sus dudas de siempre . Al menos tiene dudas, quizá algún día se decida por mí. Aunque lo veo difícil.

Ahora estoy esperando que llegue el viernes para verle, tengo unas ganas que me muero .

Estos días he estado un poco liada porque ha venido mi hermana con mi sobrino y no he tenido tiempo para nada. Ha sido un caos, porque mi casa es pequeña y te vuelves loca en cuanto hay más de dos, pero bueno, el chico está muy mono, y lo hemos pasado bien.
Se me cae la baba con él, jajaja.

jueves, 23 de agosto de 2007

Vosotros y yo

Quiero deciros a todos otra vez muchas gracias. Pero esta vez lo hago en un post, no en un comentario, porque tengo muchas cosas que decir.

Sé que me repito mucho en lo que cuento, que un día es todo maravilloso y al siguiente toca el bajón y los lloriqueos, y siempre estáis ahí para escucharme y animarme. Y no os imagináis cuánto me ayudan vuestros comentarios.

Lo mejor de todo es que veo que hay gente que me comprende porque pasa o ha pasado por lo mismo, y eso te hace sentir menos tonta a veces, porque ves que no eres la única en este mundo que está metida en semejante situación. Una situación que vista desde fuera, yo la primera, diría estás loca por aguantar y además eres tonta. Es que no lo ves?

Pues no. O peor, desde dentro lo ves y no puedes o no quieres salir.
No sé dónde está mi límite, pero creo que bastante cerca ya. Pero esto lo he pensado tantas veces y luego no lo dejo. Aunque creo que esta vez ya no aguantaré tanto.

Cuando empecé a escribir, hace ya un año, lo hice por desahogarme, porque aunque yo escribo un diario, era una manera de decirlo al mundo, por si alguien me escuchaba y se encontraba en la misma situación que yo. Quería no sentirme tan sola en esto.
Y ahora puedo decir que no me siento sola en ese sentido, porque poco a poco he ido "conociendo" mucha gente que sabe por lo que estoy pasando, y que me dejan compartir sus historias también.

Parece mentira como se puede coger tanto cariño a alguien que ni siquiera has visto en tu vida, que no sabes ni qué aspecto tienen, quizá por eso es todo tan sencillo, porque solo te dejas llevar por los sentimientos, conoces a la gente en su parte más vulnerable a veces, sin dejarte guiar por el físico o cualquier otra cosa. Conoces sus miedos, sus inquietudes, sus secretos, todo lo que normalmente te cuesta tanto llegar a saber cuando te encuentras con alguien cara a cara.

Ahora, he de reconocer, que estoy enganchada a vuestros blogs, a vuestras vidas, porque me interesa saber si estáis bien o mal, si habéis conocido a alguien, o si os pica un pie. Ahora sois mis amigos del blog, como le digo a la gente.

Me gustaría contaros más cosas sobre mí, o sobre mi vida, pero nunca se sabe quién puede leerlo por casualidad, y no quiero dar demasiadas pistas por si acaso. Quizá es una tontería, pero bueno.
Ahora creo que más o menos sabéis mi edad, por algún comentario que he hecho. Bueno , vale, tengo 36, aunque realmente no los aparento. Normalmente todo el mundo me lo dice, pero por mi forma de ser, por mi forma de pensar, incluso fisícamente.
La verdad, creo que siempre he sido muy infantil, quizá por eso a veces parece que tenga 15 años. No pienso en las cosas que piensa la gente de mi edad, igual porque llevo otra vida, no he tenido hijos o yo qué sé. Pero bueno, ahora ya sabéis algo más de mí, para que os hagáis una idea. Siempre me he sentido un poco mayor sabiendo que la mayoria estáis entre los 20 y los 30, pero ahora que sabéis mi edad, me siento como la yaya jajaja.

En definitiva, que os agradezco que estéis ahí, que estoy encantada de haberos conocido aunque no os haya visto, y que espero que me dejéis compartir vuestras cosas durante mucho tiempo.

miércoles, 22 de agosto de 2007

Hoy toca sal

Pues sí, después de tanto azúcar ayer, ya era raro que durara más de un día.
Ibamos a quedar mañana a comer, pero resulta que no puede.
Le digo pues mira, así no tengo que ir a comprar.
Parece que te alegres, me contesta.
Pues no me alegro me sabe mal porque tenía ganas de verte y otra vez me quedo colgada.

Y otra vez hemos tenido esa discusión de que harta estoy de quedarme siempre tirada, y él decir que si ya estamos con lo mismo otra vez.
Pues claro, y las veces que le quedan. Si lo único que tengo es el recurso del pataleo, pues lo hago, aunque no sirva de nada.
En qué quedamos entonces, si me alegro mal, si me enfado también.

Dice que solo me acuerdo de lo malo, no de lo bueno. Le he dicho que de eso nada, que precisamente porque me compensa lo bueno sigo aguantando como una imbécil.
Porque vuelvo a sentirme imbécil, aunque no lo sea, pero es lo que siento, porque siempre tengo que esperar yo, porque lo sé todo.

Ya sé que él hace lo posible, que se la juega, pero ese es su problema, como le he dicho. Si tanto se la juega por mí, qué está pasando?
Quién le importa más? Ella que es con quien tiene la relación y no quiere que se entere, o yo porque se la juega para estar conmigo?
Claro que por mucho que se la juegue hay momentos en los que no puede estirar más la cuerda, y entonces la que se queda sola soy yo.

Y sé que pasará definitivamente, y entonces dolerá más.

Quizá estoy exagerando porque un día no pueda quedar, pero me había hecho ilusiones de verle, y saber que estará con ella pues no me hace gracia. Si fuera porque tiene que hacer otras cosas, vale, lo entiendo, pero es que aunque no me quiera decir nada, sé que estará con ella. Y cada vez lo soporto menos. Hace mucho tiempo que me duele, pero cada vez es más y más duro. Porque cada día que pasa yo le quiero más, y tanto amor se traduce en tanto dolor.
Los momentos buenos son buenísimos, pero los malos son lo peor.

Encima me pilla todo esto en estas semanas que mi amiga no está, que hace mal tiempo y ni siquiera puedo ir a la playa.

Este post me recuerda a los últimos que escribió Anita, que el primero estaba genial y al siguiente en pocas horas volvía a estar mal. Por qué nos tiene que pasar esto?

martes, 21 de agosto de 2007

No apto para diabéticos

Qué hay mejor que llegar a casa después de trabajar y sentarte a comer con la persona que amas?
Quizá que te diga que estás muy guapa, que te queda muy bien el pelo hoy, que no deje de mirarte y abrazarte.
O dormir la siesta con él, y despertar entre caricias y hacer el amor.

Pues así ha sido mi tarde de hoy. Bellísima, inesperada, y completamente feliz. Aún no puedo dejar de sonreir, aún me tiemblan las piernas, aún llevo su olor en mi piel.

Desde que ayer me dijo que si se venía a comer a casa, estoy supercontenta. Hasta en el trabajo estaba más animada. (Eso, y que no está mi jefa , que también ayuda).

Vamos que hoy mi día es para matar a un diabético. Exceso de azúcar por todas partes. Me siento completamente feliz. Cuánto durará? Nunca se sabe, pero no voy a pensarlo ahora, total ya sabemos como funciona esto.

Encima no dejaba de preguntarme, dónde me vas a llevar este finde? Yo le decía que no me había querido hacer muchos planes por si acaso luego me quedo con las ganas, me dice, tranquila que eso no pasará. Eso ya lo he oído más veces, le digo. Qué mala, me contesta sonriendo.
Más exceso de azúcar, en cualquier momento si no fuera mi historia, vomitaría.

Parece que tiene muchas ganas de que llegue el finde, y hoy ha estado tan bien conmigo. Como siempre, pero mejor. Claro, luego una empieza a pensar, se hace ilusiones y ve cosas dónde no las hay, o quizá donde él no deja que las haya.

Seguramente el jueves repetiremos. Yo solo sé que si el cielo es como esta tarde, quiero morirme ya.

lunes, 20 de agosto de 2007

Mis amigos

Lo prometido es deuda, y tal como os dije en un post anterior os cuento la historia de mis amigos y por qué cada vez me siento más lejos de ellos.

Como casi todo el mundo, supongo, he ido teniendo y perdiendo amigos a lo largo de mi vida. Cuando cambié de ciudad, dejé de verme con mi amiga de allí, por otros motivos también, y empecé a conocer a las chicas que vinieron conmigo. Sobre todo a una, nos hicimos íntimas. Tanto que acabamos siendo pareja. A través de ella conocí a su grupo de amigos, pero las cosas de la vida, al final nos veíamos más con uno que con los demás. A través de este chico fuimos conociendo a otros, y así, siempre llegaba alguno a través de otro. Al final eramos un grupo de 7 u 8 más o menos, o depende la temporada y los novios de cada uno. Claro, al estar nosotras juntas, y acabar con uno en especial, supongo que os habreis imaginado ya que todos eran gays. Bueno, y lo son.
El caso es que todo iba genial, sobre todo mientras nosotras estábamos juntas, que fue mucho tiempo.

Cuando nosotras dejamos la relación, no dejamos la amistad, fue bastante difícil, sobre todo para ella, pero lo conseguimos y seguimos siendo muy amigas, bueno, creo que somos mucho más, hermanas o lo que sea, pero estamos muy unidas.
Yo lo dejé con ella porque a mí siempre me habían gustado los tíos, pero con ella pasó algo especial, y claro, después de muchos años yo notaba que me seguían atrayendo los tíos, que nunca había estado con uno en serio, había tonteado, pero nada. Y me apetecía mucho, además que ya me había colgado de uno, y aunque no podía pasar nada porque estaba casado, (sí, lo sé, mi ojo es fatal, está visto) pero ya con ella no estaba bien.

Total, que seguíamos saliendo todo el grupo pero con el paso del tiempo yo notaba que me aburría tanto rollito gay siempre igual. A mí me apetecía también salir por otros bares que no fueran siempre los mismos. Que al cine íbamos, pero si había alguna peli del tema o que pudiese salir algo relacionado se perdía el culo, en fin, todas esas cosas. Yo la verdad, empecé a cansarme y cada vez salía menos, y salgo menos con ellos. Y claro, eso se nota, y ellos también se van distanciando.

Yo sé que les pido un favor y están ahí, que darían su vida por mí se lo necesitara, y eso es muy importante. De hecho estos días que estuve tan mal con lo de mi niño, no faltaba una llamada de apoyo, un qué tal estás hoy, y tú ven que no te puedes quedar sola, etc.
Eso lo tengo claro, y los quiero un montón, y nos reímos mucho, pero a veces las risas siempre del mismo tema cansan.

Tengo otro amigo hetero, con el que tampoco se puede contar mucho porque siempre tiene cosas que hacer y gente con quien quedar. Es más difícil quedar con él que con el Papa.

Así que todo esto unido a que cada vez salgo menos, y que me cuesta mucho encontrar a alguien con quien me encuentre a gusto de verdad, pues eso. Que cada vez me encuentro más sola.

Lo bueno es que aquí he "conocido" gente con la que tengo algo en común, aunque sea estar loca por alguien que no te hace el caso que te gustaría, que me apoya y me entiende. Y eso también me ayuda. Al menos no pienso que soy una idiota, sino que estas cosas pasan y a mucha gente.

Ya sé que me diréis que tengo que apuntarme a algún sitio y conocer gente, pero lo primero que no sé si me apetece mucho, y además ya os he dicho que me cuesta intimar. Puedo hablar y pasar un rato, pero alguien con quien tenga una complicidad, esté realmente a gusto, y me apetezca hacer cosas es difícil de encontrar para mí.

Por eso con mi niño es especial, porque además de sentir todo lo que siento, tengo esa complicidad, me siento tan bien con él, tan tranquila, es como llegar a casa, no hay agobios ni problemas. Y otras veces que me he pillado por alguien esto no me ha pasado con tanta intensidad. Así que por eso me da tanto miedo y tanta pena perderle, porque aparte de perderle a él perdería a un amigo. Pero claro, no puedo ser solo su amiga. Al menos por ahora.

La sorpresa del sábado

Él sábado iba a quedar con un amigo para salir por la noche, tenía que llamarme para decirme sí o no. Pero no me llamó, me quedé con las ganas.

El que me llamó fue mi niño. Me dijo que no sabía si salir con los colegas o no, que por una parte le apetecía, pero por otra también le apetecía estar conmigo. Al final se vino a casa, estaba un poco depre, dijo que si salía se iba a desfasar mucho y no tenía ganas de hacer nada de lo que se pudiese arrepentir.
Está depre por el trabajo, porque quiere montar algo y no sabe el qué, porque en lo sentimental no sabe si está haciendo bien. No sé si se refiere a si no hace bien estando con las dos, o siguiendo con ella. Las dos cosas se las he oído, pero ya no quise preguntar más.

En un momento dado le pregunté que cuando ya no nos viésemos cómo me recordaría. Dijo que como alguien que ha estado ahí siempre cuando las cosas no iban bien. Pero que de la manera que sea intentaría que nunca perdiéramos contacto. A veces no sé cómo tomarme estas cosas.

Luego no sé cómo salió el tema de los hijos, que yo no quería tener, pero que si un día fallaba la pastilla y me quedaba qué iba a hacer. Me dejarías? El decía que no, tampoco le apetece mucho lo de los críos. Tranquilo, le dije, que la pastilla no fallará, que me la tomo todos los días puntualmente. Pero me preguntó qué nombre le pondría, y empezamos a hablar de los que nos gustaban, y cuando dijo uno que le gustaba a él y le añadió su apellido y el mío, me sonó tan bien. A ver, no es que me diesen ganas de quedarme embarazada, pero sonaba genial tener algo en común, algo tan fuerte.

Estuvimos bebiendo, hicimos el amor, y tonteando tonteando me disfracé de colegiala, me dijo, sabes que cuando quieres eres muy sexy?
Podría decirlo más a menudo :P
La verdad que lo pasamos genial, fue impresionante.

De pensar que iba a estar sola toda la noche, estuve con mi niño.

En cambio ayer no me llamó. Siempre lo hace por la noche, a veces me llama también por la tarde para comentarme alguna cosa. Ayer, me extrañó que no lo hiciera. No sé si habrá pasado algo, estará más depre, o simplemente no lo hizo. Espero que me llame hoy. Si no puedo verle, al menos poder hablar con él.

La vida te da estas sorpresas, para bien y para no tan bien.

sábado, 18 de agosto de 2007

Lo que no he conseguido

Más o menos he ido consiguiendo todo lo que quería en mi vida. No puedo quejarme.
Tengo un trabajo fijo, me independicé bastante pronto, vivo en el piso que me gustaba, tengo un gato que era la ilusión de mi vida y mi madre no me dejaba, y ahora hasta tengo coche. Y lo más importante tuve una relación que duró bastante y que me hizo muy feliz, sobre todo los primeros años.
Pero terminó, porque yo quise terminar. Porque quería hacer otras cosas y probar nuevas experiencias. Y desde luego que las he probado, pero si llego a saber que terminan tan mal.

Entonces por qué no me siento feliz?

Porque no puedo tenerle a él.

Ultimamente solo me siento bien cuando estoy con mi niño, o cuando sé que voy a verle o hacemos algún plan y se cumple.
Pero muchos no se cumplen, como el de las vacaciones, como el de poder hacer tantas cosas porque ya no estaría atado a nadie.

Yo ya me veía en el crucero, me veía mirando las estrellas por la noche con él, tomando el sol en cubierta, conociendo un montón de sitios, paseando por las playas de Niza, y empapándonos de la magia de Roma. Me veía feliz a su lado, haciendo el amor todas las noches en un pequeño camarote, como él dijo. Me veía en la discoteca bailando con él, hasta ya sabía qué ponerme en la cena de gala.
Y de repente, como si fuera agua entre mis dedos todo desapareció.
Y pienso que al final se irá con ella, ya me da igual dónde, pero no irá conmigo.
Y pienso en todo lo que podíamos haber hecho, todos los planes que ya no se cumplirán.

Quizá me precipité a coger esa felicidad que me ofrecían, quizá tenía que haber esperado un poco. Pero cómo no iba a ilusionarme con algo así?

Ahora me siento tan vacía, tan llena de dudas, tan sola. Y lo peor, por primera vez desde que empecé a trabajar no voy a poder irme de vacaciones a ningún sitio. Todos los planes han ido cayendo uno tras otro como si fueran fichas de dominó.

Mis amigos, sé que me prestarán ayuda siempre que la necesite, pero cada vez me veo más lejos de ellos, cada vez tenemos menos en común. Otro día os contaré.
Algunos no viven donde yo vivo, y los que están aquí, son tan caseros y tan tranquilos que no pegan nada conmigo en ese aspecto. Me gustaría salir a cenar , a tomar algo, a bailar. Pero les cuesta tanto moverse de casa, y desde luego no son de hacer ese plan.

Quiero a mi niño para mí sola, quiero no temer al futuro, quiero irme de vacaciones.

Nuestro momento

Esta noche ha sido genial. La verdad, no recuerdo un momento que haya estado con él que no lo haya sido. Excepto cuando hemos discutido, claro, pero si no, siempre lo hemos pasado muy bien .
Supongo que estar con la persona que amas es lo que tiene. Cualquier cosa a su lado por aburrida que sea la encuentras encantadora.

Después de cenar, no nos dio tiempo a llegar a la cama, hicimos el amor en el sofá. Al terminar me dijo, mira, tócame el corazón. Parecía que se le iba a salir. Yo le sonreí. Me dijo, piensa que al menos por un momento, eres tú la que haces que se me acelere el corazón. Nos miramos a los ojos fijamente, lo poco que se veía porque había muy poca luz, le di un beso en los labios en el que puse todo mi amor, toda mi ternura, todo lo que siento y si no sintió eso es que es de piedra. Fue un momento muy especial.

Ese momento es mío, y ya no me lo quita nadie. Ese momento no lo ha tenido con ella. Ese momento fue de los dos y sentí como si estuviera en el cielo.

Si pudiera sentirme siempre así.

viernes, 17 de agosto de 2007

Me siento sola

Hoy me he levantado muy contenta porque esta noche voy a ver a mi niño.
Pero conforme pasa el día me estoy entristeciendo, y no por él, sino porque me siento sola.
Mi amiga, la que vive conmigo, está de vacaciones, se ha ido dos semanas a Argentina, para conocer en persona por fin, a la chica con la que lleva hablando casi un año. Está supercontenta, se ve que ha ido todo muy bien, y yo me alegro mucho por ella, se merece que le salga bien.
Pero la estoy echando mucho de menos, porque desde que empezamos a vivir juntas hace ya años, no hemos dejado de hablar ni un solo día. Y ahora no puedo llamarla allí en cuanto hay algo que me apetece decirle, y se me está haciendo muy cuesta arriba.
Además, veo que ella rehace su vida, o al menos está en ello. Mi niño está conmigo de aquellas maneras y yo le necesito cada día más. Pero como siempre, hay alguien que gusta más que yo o tiene algo que yo no tengo.
Siempre que he estado con un tío me ha dejado por otra tía, y al final eso te marca, te hace preguntarte muchas cosas. Si al menos me dejaran porque soy una cerda o porque les he hecho daño, pero encima tienes que oir lo buena persona que eres y que lo siento pero no me puedo enamorar de tí.
Si él estuviese conmigo me sentiría más segura, más protegida.
Yo creo que siempre he sido fuerte, me he hundido pero he salido otra vez. He resurgido de mis cenizas. Pero ya llega un momento que piensas, qué será de mi vida? Voy a estar toda la vida sola? Ya no quiero arriesgarme ni volver a pasarlo mal.
Todo el mundo a mi alrededor va haciendo su vida, y yo me quedo en el camino.

miércoles, 15 de agosto de 2007

Una noche especial

Ayer por fin fue el día que nos vimos. Tenía tantas ganas de abrazarle.
Llevaba los nervios en el estómago, parecía que el reloj no avanzaba hasta las 10,30.
Yo miraba por el balcón por si veía llegar el coche, daba vueltas, preparaba la cena, me preparaba yo, mascarilla, cremas, maquillaje, un conjunto mono. Encendía las velas y la barrita de sándalo para que todo estuviera tan acogedor como siempre.

Por fin, llamó al timbre, y mi corazón empezó a acelerarse, tuve que agarrarlo para que no se escapara.
Pero por qué no llega el ascensor? Si solo son 5 pisos

Por fín se abrió la puerta y apareció él, sonriéndome, con un brillo especial en los ojos, se notaba que también tenía muchas ganas de verme.

Le abracé con todas mis fuerzas, no quería soltarle.

-Déjame que me duche primero que voy muy sudado y huelo mal.
-No me importa

Hubiese podido morir en ese momento y hubiese muerto feliz.

Terminé de preparar la cena mientras él se duchaba, y cuando salió vino a abrazarme.

-Ahora sí, que ya huelo bien.

Nos besamos, y dijo, tenía muchas ganas de verte.

Cenamos hablando de todo un poco, él tenía prisa por oir lo que tenía que decirle, si estaba decidida a dejarle o no.

- Primero terminamos la cena y luego hablamos.

Cuando terminamos de cenar me preguntó, qué has pensado?

- Que voy a luchar por la persona que amo, que eres tú, hasta que no pueda más y no haya otra salida. Y me trago mi orgullo, mi dolor, y me arriesgo a que pienses que soy débil o cobarde por no dejarte, y que me tomes poco en serio por cambiar de opinión. Pero no quiero perderte.

Me abrazó, me dijo que se alegraba mucho, que a ver como iba todo, que como siempre n me prometía nada porque no sabía como iban a ir las cosas, pero que desde luego tampoco quería perderme. Que estos días me había echado muchísimo de menos.

Hicimos el amor con más ganas que nunca. Fue genial.

Esta mañana me he despertado a su lado, yo le rodeaba con mi brazo, y cada vez que él cogía mi mano o me acariciaba yo podía volar.

Me he acercado a besarle en el cuello y le he susurrado al oído, solo por despertar a tu lado y estar así contigo puedo aguantar todo el dolor que venga.
Me ha abrazado fuerte, hemos vuelto a hacer el amor. Yo no quería que acabara nunca, él decía que no quería irse de ahí, que se quedaba para siempre. Quédate, le decía yo.
Siempre me dice lo mismo, y siempre le contesto lo mismo.

Cuando estaba a punto de irse me ha dado el bajón otra vez, me ha vuelto a visitar el miedo y la inseguridad. He dudado de todo otra vez, de si hacía bien o no.
Cuando ha dicho que haría todo lo posible por vernos pero que igual nos podíamos ver menos que antes porque cada vez era más difícil, y he vuelto a verlo todo negro, he caído de ese cielo al que había subido ayer.
El decía que no me preocupara, que intentara no pensar en eso y no agobiarme, que seguro que podiamos vernos y hacer algo, que a ver como iban saliendo las cosas.

Luego se me ha pasado un poco, y cuando me ha llamado para comentarme unas cosas y me ha dicho que si no pasa nada de última hora el finde de la próxima semana podremos tenerlo entero para nosotros, me he vuelto a animar.

Que no cambien mucho las cosas por favor, al menos para peor.

lunes, 13 de agosto de 2007

Contradicciones

He leído muchas historias, he escuchado canciones, en las que el protagonista deja a la persona amada por amor. Yo siempre me he preguntado, si le quiere tanto por qué no lucha por seguir con ella? Por qué le deja?

Ayer le pregunté a mi niño si me quería. Dijo que sí. Entonces por qué insistes en hacerme daño? Por qué no me dejas?

El no quiere que lo dejemos. Y yo me pregunto, si me parece mal o triste cuando dejan a alguien por no hacerle daño, por qué no me parece bien que él quiera seguir? Debo sentirme halagada porque me quiere tanto que no renuncia a mí?

No sé que pensar, estoy hecha un lío.
Por otro lado sé que la vida ya te quita a las personas cuando menos te lo esperas, entonces por qué tengo que perderle ahora? Por una cuestión de orgullo, de a ella la quieres más que a mí?
Por una cuestión de dolor? Ahora no me duele menos.

Por qué no luchar por la persona que amo?
Nunca se sabe lo que puede pasar más adelante, si lo dejo ahora, nunca lo sabré.

domingo, 12 de agosto de 2007

Perdida

Te echo tanto de menos que duele.
Duele saber que por mucho que te importe siempre estoy en segundo lugar.
Duele saber que tengo que dejarte.
Y duele más saber que no tengo fuerzas.
Cómo voy a hacerlo?
Me asaltan las dudas, quiero esperarte, quiero verte, quiero tenerte aunque sea unas horas.
Quiero estar contigo y volver a reirme.
No quiero llorar más.
Me encuentro tan perdida sin ti. Ven a buscarme. Vámonos lejos.
Si volviese la felicidad de aquella semana en que no tuve que compartirte, en que me sentía libre y la única.

No puedo seguir

Tengo ganas de verte. Pero me da miedo. Porque no sé si sabré decirte adiós.
No quiero hacerlo, pero sé que ya no hay salida, que no cambiarán las cosas, y no puedo seguir así.
Sé que intentarás convencerme para seguir, dirás que no quieres perderme y que harás todo lo posible por verme.
Pero yo tendré que seguir esperando, y ya no tengo fuerzas.
Sé que perderé muchos buenos momentos contigo, pero no puedo aguantar más. No puedo decirte que estaré aquí, porque aunque es muy posible que lo esté no quiero que sea tan fácil para tí.
Tienes que elegir, y ya lo has hecho hace tiempo. Tienes que decidirte, y seguirás con ella.
Por mucho que me eches de menos, por mucho que te importe y que me quieras.
Tal vez no sea lo suficiente.

sábado, 11 de agosto de 2007

Cambio de casa


Como veis he seguido los pasos de muchos de vosotros y he cambiado de casa yo también. Espero que esto vaya mejor.

Para los que no me conoceís y os interese mi historia tengo el mismo Blog en Terra, y a los que ya me conoceis os espero por aquí.