lunes, 31 de mayo de 2010

De vuelta

Cerré temporalmente el blog porque hubo comentarios en el último post que me molestaron mucho. Me dolieron incluso.
Algunas, y alguno, sois asiduas y me seguís hace tiempo, y respeto vuestras opiniones, al fin y al cabo yo cuento una historia que no todo el mundo ve como yo la veo. Porque yo además la vivo y la siento.
Pero hubo comentarios anónimos, que no sé quienes son, ni si han seguido la historia o simplemente han leído cuatro cosas y se creen en el derecho de opinar e insultar. A mí me parece normal que no me entendáis ni a mí ni a él, que os parezca una mala persona y todo lo que queráis, pero como siempre he dicho, en una pareja la culpa siempre es de los dos, hagan lo que hagan. Uno más y otro menos, a partes iguales o como sea, pero si uno hace y el otro deja, cada uno tiene una parte de culpa.
Así que respeto las opiniones, pero no los insultos, porque a mí me duelen, y eso no va a hacer que cambien mis sentimientos ni vea las cosas de otra manera.

Me gustaría contaros que en este tiempo he estado mejor, pero sigo igual de mal o peor. Hace casi 7 meses que lo dejamos oficialmente y sigo deprimida a más no poder.
Me gustaría haber puesto una foto de los dos alguna vez, para que vierais la buena pareja que hacíamos, pero a él no le gustan estas cosas y lo respeto. Ahora hace mucho que no me hago fotos, y mejor, pq la cara de felicidad que tenía en las miles de fotos que tengo junto a él ha desaparecido.
Me gustaría contar que he hecho cosas interesantes, pero lo único que hago es salir y me emborracho, así no pienso, y luego duermo más rato. Más rato que no pienso.
Un día me fui con unos amigos a caminar, pero era un sitio de los que solía ir con él, y lo pasé fatal, todo me recordaba a él, los buenos ratos que pasamos y lo diferente y divertido que era a su lado.

Estuvimos un tiempo sin vernos ni hablarnos, me pareció una eternidad, y un día nos encontramos en la playa. Fuimos juntos a pasear y volvimos a quedar por las tardes.
Estas tres últimas semanas mi amiga ha estado fuera, así que tenía la casa sola, y él ha venido a dormir algunos días entre semana. Lo hemos pasado muy bien, pero sabía que era una nube que se iba a deshacer.
También ha habido conversaciones en las que me dice que no sabe qué hacer, ni qué siente realmente, porque con ella discute mucho, por mí y por otras cosas. Sigue diciendo que no quiere perderme, que no le gusta verme tan mal. Que con ella se lo pasa bien, diferente pero bien, porque si no no sería tan tonto de estar con ella, pero que a veces piensa que conmigo era mejor.
Parece que lo único que tiene claro es que no siente esa química conmigo, sin embargo asegura que con nadie nunca ha tenido la compenetración que tiene conmigo, el hecho de que nos miremos a la cara y sepamos qué nos pasa. Pero con ella sí que tiene esa chispa, siente esas cosas que conmigo no siente, que necesita sentir para estar con alguien.
Son muchas cosas que no acabaría de contar aquí, muchas sensaciones, muchos sentimientos que ni nosotros mismos comprendemos a veces. Cómo explicarlo? Cómo lograr que nadie lo entienda?

Y al fin me confesó quién es la chica con la que está. Os acordáis de su compañera de trabajo, la asturiana? Pues ella.
Le pregunté si entonces me dejó por ella, ya que le iba tanto detrás. Me aseguró que no, que lo dejó conmigo por las razones que me dijo, que ni siquiera ella le gustaba,me lo había dicho mil veces. Pero pasaron unos dos meses, quedaron un día, y empezó la cosa.
Ella sabía bien la historia que teníamos, que él no estaba enamorado de mí, y que yo sí de él. Sabe que siempre me ha querido como alguien especial.
Ahora le monta pollos porque no quiere que me vea, incluso le ha dicho que elija, o ella o yo, y que ahora soy yo la que quiero quitárselo, que por eso no le dejo.
Lo que no he conseguido en cuatro años no lo voy a conseguir ahora, está claro. Debería saber que si está con ella es porque siente algo. Y entiendo sus celos, pero no que se ponga a malmeter contra mí.

Hoy se han ido de viaje, estarán toda la semana fuera, hasta el próximo martes ya no volveré a hablar con él. Y eso me hace estar más triste todavía.
Quedaremos cuando vuelva, para pasar un día que tiene libre de vacaciones los dos juntos. Y ahí será cuando seguramente hablaremos de dejarlo ya.
Le he visto estar fatal por las broncas que tiene, quiere estar conmigo, pero se juega su relación. Nadie le obliga a venir, está claro, lo hace porque quiere. Y yo no quiero verle mal, quiero que esté bien, que pruebe si esa relación con chispa le va bien.

En julio los dos harán horario intensivo de verano, así que después de tantos veranos geniales con él, éste será deprimente, como lo es cada día sin estar con él.
No me ilusionan mis vacaciones, no me ilusiona nada. A veces solo tengo ganas de quedarme sola para llorar, no quiero hacer nada más. Y salgo, y voy con gente que me anima, pero a veces es superior a mí.
Después de verano quiere independizarse por fin, solo que quizá se vaya con ella, por compartir gastos, y por probar qué tal les va. Ya veremos, porque no veo esto muy consolidado, pero quién sabe, así es el amor.

sábado, 8 de mayo de 2010

Sábado noche

Y aquí estoy, en casa escribiendo un post. No me importa mucho, tampoco hoy tenía ganas de salir porque estoy reventada.

Ayer fui a cenar y a tomar algo con mis gallegos, solo dos de ellos ayer, y como siempre acabamos bastante pedos, pero me divertí.
Hoy he ido a comer a casa de ellos, otro compañero del trabajo venía también a hacer una fideuá, y allí he estado hasta casi las ocho de la tarde, así que cuando he llegado a casa solo me apetecía tirarme en el sofá y dormir.

Últimamente mis findes son así, salgo con esta gente, bebo bastante, hay días que me emborracho y otros que no, me lo paso bien, pero ya no hago las cosas que me gustaban.

Yo llevaba una vida sana y ahora parece que me esté haciendo alcohólica. Echo de menos ir a hacer excursiones, caminar por la montaña y disfrutar del sol, de la naturaleza, del silencio o los sonidos de los pájaros, del río, del viento entre los árboles...

Echo de menos pasear por el bosque con él y hacer picnic en la playa, o irnos a algún sitio a comer paella y pasar la tarde por allí. Echo de menos ir de compras, a pasar el día a Barcelona y pateárnosla entera.

Con esta gente me lo paso muy bien, pero no les gusta eso de ir a caminar, son más bien de ir a terrazas a beber cañas, o tumbarte en la playa vuelta y vuelta. A mí también me gusta eso, pero supongo que estaba tan acostumbrada a hacer las cosas de otra manera, a pasarlo tan bien con él, que ahora tendré que acostumbrarme a hacer otras.

Volvimos a vernos, un día nos encontramos en la playa y estuvimos hablando y paseando por allí. Le había echado tanto de menos esos días sin vernos ni saber nada de él, se me hicieron eternos y estaba tan mal, que después de esa tarde decidí que ya nos iríamos viendo, porque lo pasé bien estando con él.

Ya sé que esto es el cuento de nunca acabar, que siempre vuelvo a caer, que digo que no lo veré más y siempre caigo. O siempre caemos. Estas últimas veces que hemos quedado ha ido todo bien. Intento que no sea mi prioridad, desde luego, pero si puedo ir con él a pasar la tarde, e incluso algún día a cenar, pues aprovecho y voy.

Ayer fue su cumpleaños. Tenía mucha ilusión por celebrarlo con él este año, ya que cumple 30 y no sé, creía que tenía que ser una celebración especial. Había pensado ya desde el año pasado lo que haría para celebrarlo. No ha podido ser, pero al menos el jueves fuimos a cenar y volvimos a caer. Menos mal que tengo un trastero para estos momentos íntimos :P
Cuando acabamos me dijo, esto si que es celebrar el cumpleaños por todo lo alto.

Ya sé que estará con ella todo el finde, que le dirá cosas mejores, cosas que a mí nunca me ha dicho, pero qué le voy a hacer. Yo sigo amándole con toda mi alma y cualquier cosa que me dé, me gusta. Si es su amistad, pues no la voy a despreciar, la amistad es lo más grande y lo más duradero. Más que el amor.