jueves, 13 de febrero de 2014

Cuidado con lo que deseas...

...porque puede hacerse realidad.  Y así ha sido. Tanto tiempo hace unos años deseando estar con mi niño, incluso ir a vivir juntos, y ahora estmos mirando casas para irnos.
Tendría que estar dando saltos de alegría, pero ha pasado mucho tiempo, muchas lágrimas y mucho dolor. Han pasado muy buenos ratos y muchos perdones y confesiones, pero aún así no estoy dando saltos.  Estoy insegura y nerviosa. Estoy que unos días me hace muchísima ilusión y otros me agobio mucho.

Siempre he dicho que cuando hay dudas ante algo es que algo falla. Y está claro que aquí fallan muchas cosas, como el hecho de que yo he cambiado radicalmente con respecto a la relación. Le quiero muchísimo, pero desde luego no siento las cosas que sentía antes, ya no puedo después de tanta incertidumbre y tantas idas y venidas.  Pero también es verdad que en diciembre que estuvimos de vacaciones en Samaná, un paraíso, por cierto,  estuvimos a punto de cortar, y lo pasé mal porque no quería perderle. Ni él a mí. No paramos de discutir, yo siempre estoy a la defensiva y aunque él muchas veces está supercariñoso y entregado yo me he vuelto tan rancia que reconozco que a veces debo ser insoportable.  Supongo que hay cosas que no cambian y  a mí me siguen fastidiando un poco aunque diga que me dan igual. No me darán tan igual si les doy vueltas. Por ejemplo el hecho de que siga diciendo que no somos pareja, que soy una persona muy especial para él. Yo ya paso de insistir porque no sé si tiene miedo al fracaso, a atarse o qué. Y él me ha reconocido muchas veces que las parejas siempre acaban mal y a mí no quiere perderme. Que cada uno saque su conclusión de eso.
Y diréis y entonces por qué se va a vivir contigo?  Y ahí viene otra de las cosas que me tienen pensando ahora sí ahora no.  El quiere su espacio, cosa que a mí no me importa porque yo quiero el mío, también necesito mis momentos de estar a mi bola y que no me moleste nadie.  Pero que cada vez que hablamos del tema o vamos a ver casas busque que tenga una buhardilla para que sea para él solo, o una habitación grande donde pueda encerrarse, y casi no hable de estar juntos, pues me fastidia. Y eso que creo que es él quien tiene más ilusión de los dos, porque me dice que le apetece mucho estar conmigo, lo bien que lo pasaremos haciendo barbacoas en el jardín, pero siempre habla de la familia, que ya parece el padrino. Es que quiero que cuando venga mi familia estén bien, y cuando venga la tuya tengan comodidades... pero pocas veces habla de estar juntos, porque por supuesto ni siquiera dormirmos juntos ya que el gato le molesta. Y le advertí, y le dije que se lo pensara, que entendía perfectamente que no pueda vivir con el gato porque no a todos les gusta tener un animal en casa. Pero dice que cerrará la puerta y que no pasará a su territorio. No sé yo.

Con esas perspectivas no sé qué pensar. Además hay otro tema y es que desde el día 27 de octubre no tenemos nada de sexo. No es que esté haciendo muescas en la pared, pero me acuerdo porque fue el finde de mi cumpleaños que nos fuimos a una casa rural. Y claro, no es por nada, pero yo necesito sexo, además de mimos y cariños que eso no falta, es más, está como una lapa que a veces hasta me agobia, pero hijo, un poco de pasión, un poco de te voy a poner mirando a Cuenca, no sé. Y a mí eso me hace estar de muy mala leche, y deprimirme porque pienso que ya ni le atraigo ni nada y que cómo me voy a vivir con una persona que ni siquiera me desea. Qué va a ser eso? Amigos compartiendo una casa para poder tener jardín y barbacoa? Pues a estas alturas ya no quiero compartir piso, y si no, me voy a uno de estudiantes que no veas la de fiestas que voy a tener. Y polvos.

Lo del sexo él dice que es una crisis, que es por el frío, pero cuando estuvimos de viaje tampoco hicimos nada. Unos días porque él no tenía ganas, otros porque habíamos discutido y los dos pasábamos, y el único día que él quería era uno que  él había bebido unas copas, estaba animado y yo estaba tomando Fortasec y cocacolas, así que el cuerpo no lo tenía muy jotero, la verdad.

Y así llegamos a San Valentín, con casi cuatro meses de abstinencia no voluntaria, e intentando pensar en algo para ver si se anima. Yo lo intento, de verdad, y me sigo comprando ropa interior sexy y preparo cenas románticas, pero luego veo que se sienta en el sofá y coge la tablet, o se quiere poner a ver la tele o le entra el sueño, y ya desisto.
He hablado con él este tema, pero como siempre dice que no le presione, que si le digo estas cosas se siente obligado y no le sale. Pues hijo, no creo que tenga que obligarte a nada.  Y no tiene a nadie. Esta vez ni tengo sospechas ni nada, esto se nota, y por todo lo que hace y el tiempo que estamos juntos pues vamos, que no. Creo que se ha vuelto frígido porque me ha confesado que ni siquiera le apetece masturbarse.
A mí me parece que cada día se vuelve más cerrado con este tema, siempre ha tenido sus cosas, pero vamos que al menos tenía la necesidad fisiológica, pero ahora ni eso.

En fin, que como decía, hay veces que tengo ganas porque estamos muy bien y muy a gusto, pero cuando me dan los bajones me agobio. Por otra parte si no lo hago ahora tal vez ya no lo haga nunca, y tampoco me gusta la perspectiva de estar siempre sola, ya sé que suena fatal, pero no me apetece. Y si no lo hago puede que me arrepienta más tarde. 
Hoy tengo mal día. Será por eso. Este tema solo lo saben cuatro personas, mis hermanos, C y Tam. No lo he querido comentar con nadie porque hasta que no me vea en la casa con él no tengo claro que lo hagamos, y no quiero dar explicaciones de que estoy pensando mudarme o por qué no lo he hecho. así que es otro de los punto que da una idea de los cambios de opinión que tengo, o del miedo a que no salga bien o ni siquiera salga.

Un día que esté más animada contaré las cosas buenas y que me ilusionan...

viernes, 20 de septiembre de 2013

Actualizando

Me he quedado muerta cuando he entrado y me he dado cuenta que no escribo desde abril!!  Cómo pasa el tiempo.

Qué os puedo contar?  Pues que con mi niño todo va genial, que él cada vez está mejor conmigo, aunque a veces siga teniendo sus chorradas de no somos pareja, pero qué más da, si ya ha venido a casa de mi madre y todo. Hemos pasado algún finde allí, y juntándose con toda la familia.Incluso cuando ellos vinieron de vacaciones les invitó a su casa a hacer una barbacoa. Qué diga lo que quiera.
Es verdad que tuvimos una temporada mala, de medio crisis, pero la verdad que nos vino bien salir el finde de escapada, y vamos a intentar cada mes irnos un finde aunque sea de sábado a domingo, pero a hacer noche en algún sitio y cambiar de aires.

En verano estuvimos de crucero por los fiordos noruegos y me encantó. Qué sitio tan precioso!. Ahora estamos mirando para hacer otro viaje en diciembre más o menos, pero a ver cómo vamos de pasta. Intentaré coger alguno que pueda pagar a plazos, porque me apetece mucho salir, y la verdad, cada día estoy más convencida que hay que aprovechar el momento, nada de dejar las cosas para más adelante porque quién sabe qué pasará más adelante.

Y como veis pues muy bien, la verdad es que mi vida no es que haya cambiado mucho, pero sí que se ha tranquilizado mucho. Ahora llevo una temporada tan relajada y tranquila, o tan pasota porque la verdad es que ya hay cosas que me resbalan, que hasta he engordado :/  Unos pocos kilos, pero es que como se ponen de forma estratégica... Y no puedo dejar de comer, cada día me gusta más y disfruto más. Y no tengo ganas de hacer ejercicio ni nada. Soy una vaga redomada :p


Lo único que llevo mal es el tema de C.  Siento que nos estamos distanciando bastante, porque ella por no tener problemas con la absurda de su novia pues a veces no sé si no se da cuenta pero pasa de mí. Igual ella no lo siente así, porque si le digo algo enseguida dice que no puede estar siempre discutiendo con la una o con la otra, pero yo aguanto muchísimas cosas y la verdad, casi no digo nada por no agobiarla. Pero hay veces que no aguanto.

Y por lo demás,  pues bien, bueno, excepto que mi hermano también se quedó en paro, mi hermana no encuentra nada y mi cuñado por fin, después de más de un año ha entrado en una fábrica, veremos hasta cuando lo tienen.
Mis sobrinos están guapísimos y grandísimos y aunque si tengo que estar con ellos mucho rato me agobian, son un encanto. Me los como jajaja.

Espero no tardar tanto en escribir, pero ya os digo que estoy super vaga. La verdad es que hemos perdido un poco el contacto como dice Carn, y tampoco me gusta, pero en fin, supongo que todas pasamos por etapas y ahora no nos apetece tanto escribir. 

Os echo de menos, pero sigo entrando a leeros.

martes, 2 de abril de 2013

Pasaba por aquí...

Paso a dar señales de vida porque acabo de entrar y me doy cuenta de que no escribo desde enero!!  Cómo pasa el tiempo, no pensaba que hiciera tanto..

Novedades? Pocas, pero alguna buena, como que esta Semana Santa nos fuimos un par de días a Zaragoza, a casa de mi madre, así que después de venir a comer en familia para el Pilar, ahora se ha animado a dormir y todo en casa. Vamos avanzando. Despacio, no sea que nos pasemos de rápidos...

Yo no le he dicho de quedar con sus padres para que me conozcan, porque la verdad es que no tengo ninguna gana, me da miedo lo que su madre diga porque creo que no le va a hacer gracia que esté conmigo, pero vamos que tampoco él me presiona ni insiste, así que mientras pueda pues lo voy evitando.

Las cosas van como siempre, días buenos, días malos. A veces nos peleamos, pero enseguida me pide perdón, o se lo pido yo y volvemos a estar bien.

Y lo mejor es que hemos reservado ya las vacaciones para este año, que nos iremos de crucero por los fiordos noruegos. Con las ganas que tenía de conocer esa zona!!

Así que bien en general.

Ah! Y aunque no escriba si que paso a veros de vez en cuando, pero es que casi no escribís tampoco jajajaja.


lunes, 28 de enero de 2013

No sé

No es la primera vez que he dicho que me sentía como en una montaña rusa. Unas veces arriba, muy bien, y otras con un bajón increíble. Pues ahora estoy más o menos igual.
Ya no sé si es que me gusta vivir así, si es que nunca estoy conforme con nada, o si quiero más de lo que tengo. O quizá simplemente esté ya desilusionada.

Hay días que estoy feliz por el simple hecho de haber dormido con él, y a pesar de tener que tirar del edredón, de que el frío se meta por entre los dos, o que el colchón sea incomodísimo cuando suena el despertador y me abraza, y no me deja levantarme y me da un beso, hace que esté con esa sonrisa boba todo el día en la cara.
Otras veces me agobio porque sé que él tiene otro concepto de pareja, no sé cual, pero desde luego nunca lo asume conmigo. O porque llevamos casi un mes sin sexo, porque siempre está cansado, o tiene frío o se duerme.  Y yo le digo si ya no le gusto, si no quiere hacer nada conmigo y dice que no es eso, y que ahora me abraza más, si no me gusta. Claro que sí, pero es que tengo que elegir? No puedo tener sexo y cariño a partes iguales?

Me dijo que quería presentarme a sus padres, pero cuando yo quiera, que se lo diga y que les dirá que les va a presentar a alguien muy especial aunque no sea su novia. También podría ahorrarse la aclaración, pero el caso es que ahora a mí no me apetece, porque me da muchísima vergüenza y miedo.  Miedo por su madre, porque a la asturiana la tenía, y la tiene, en un altar, y encima ella le contó que nos pilló juntos y a saber qué más cosas. Y aunque no me conozcan saben que siempre he estado ahí, y algo se debe oler, y seguro que me odia.  Le comenté todo este el sábado a mi niño, y me dijo que no tengo que preocuparme, que ella a mí no me va a decir nada, que en todo caso se lo dirá a él, y que él ya me defenderá o le dirá lo que le tenga que decir.  No sé, no lo veo claro y no me animo. Creo que tendré que tomarme un vodka doble antes de ir.

Por lo demás, pues hay días que estoy muy bien, otros que no hago más que discutir porque me sacan de quicio sus rarezas, o sus comentarios o cualquier cosa, y tengo más ganas de venirme a mi casa para estar sola que de estar con él.  Otras veces le echo mucho de menos y quiero irme a su casa, pero siempre hay algo que me fastidia y acabo cabreada. O la mayoría de las veces. Y es que estoy ya muy quemada de muchas cosas. Tanto tiempo con altibajos, con una relación como la que hemos tenido va dejando marcas, y no son fáciles de borrar ni de olvidar.
A veces me planteo dejarlo  porque veo que no llegaremos a ninguna parte y antes de que él se vaya me marcho yo.  Pero otras estoy tan a gusto y me dice qué haré sin ti cuando te vayas el finde o cualquier cosa  y vuelvo a caer.


lunes, 7 de enero de 2013

Feliz año

Este año que ha terminado ha tenido muchos cambios y muchas cosas buenas. Espero que el siguente se deje las malas y siga trayendo sorpresas, viajes y cambios a mejor.

Hace justo un año me iba de viaje a Lanzarote con mi niño, sin ni siquiera imaginarme que iba a dejar a su pareja, que iba a poder pasar todas las noches que quisiera en su casa, tener las llaves y entrar y salir como quisiera. Que yo iba a cambiar de casa y que iba a tener cenas románticas en la terraza en las noches de verano, con final feliz :)

No pensaba que me iba a ir de viaje a Tailandia, que iba a aprender a montar en bici,a montar en parapente, a vivir experiencias inolvidables, que él  iba a conocer a mi familia por fin, que querría presentarme a sus padres y que pasaríamos la Nochevieja juntos, después de siete años,  ya tocaba.

No me imaginaba que iba a pasar una crisis tan fuerte con él que hasta me plantearía si realmente le quiero, si quería seguir o dejarlo. No sabía que iba a luchar hasta el final, y que todo iba a ir mejor, que volvería a recuperar la ilusión perdida, aunque sin emocionarme mucho, y que él reconocería que soy lo mejor que tiene.

Solo hay una cosa que echo de menos. Tener amigas. Amigas con las que poder quedar, salir a tomar copas o lo que sea, hablar de nuestras cosas, reirnos, cenar y emborracharnos, irnos a comprar ropa o a tomar el sol a la playa.
Porque con C hay muchas cosas que ya no hago, incluso a veces me pienso si contarle ciertas historias.  Teníamos tradiciones que no nos saltábamos ni un año, y ahora ya nada es lo mismo.

Me gusta cuando quedamos mi hermana, C y yo, pero son tan pocas veces...  Ya sé que no todo va a ser como Sexo en Nueva York, o Friends, o cualquier peli que sale en la tele. Pero alguna vez lo fue, alguna vez tenía amigas y amigos con quien lo hacía, teníamos nuestras bromas, nuestros temas y las ganas de vernos y hacer planes. Ahora ya no los tengo. Ninguna de las dos cosas.

Al menos tengo a mi niño para seguir planeando viajes, escapadas, cenas y tardes en casa.

Y para desearos un feliz año os dejo una foto de una de esas experiencias inolvidables, aprender a ser mahut, los que llevan los elefantes por la selva :)








lunes, 17 de diciembre de 2012

16 de noviembre de 2555

Ese es el día que llegamos a Krabi, por fin, después de infinitas horas de vuelo y esperas en aeropuertos.  Y no es que viajase en el túnel del tiempo, es que allí cuentan los años de otra manera, y ya van por el 2.555.
Hasta eso ha sido diferente. Es la primera vez que viajaba a un país asiático y todo es tan distinto que solo por eso ya vale la pena el viaje, todo te sorprende, te asombra, aunque no todo me guste.

Como decía llegamos a Krabi, que es la zona de las playas. Aún teníamos que coger un taxi para llegar a Ao Nang, que era nuestro primer destino. Por fin en el bungalow, y como ya vería que era normal en casi todos los hoteles que fuimos, no había armario, no había sábana para taparse y no había agua caliente. Menos mal que allí era verano y hacía un calor aplastante, pero aún así, no me gusta ducharme con agua tan fría. En otros sí que tuvimos agua caliente, pero lo de las sábanas no sé por qué, no existía. Tenías una toalla grande, o unas mantas finas individuales, o una cubierta de seda de la de allí.  Eso era lo de menos, ya estábamos allí, ya olía diferente, ya se oían pájaros diferentes, sonidos diferentes, ya estábamos en Tailandia oficialmente!!

Ya cené mis primeros pad thais, mmmmmm, qué delicia!! La cerveza Chang, bebida oficial de todo nuestro viaje, muy suave, buenísima, unos botellones de más de medio litro y caían como si fueran agua. Comidas por 6, 7 y 10 € las más caras. Entre los dos!!
Aunque los restaurantes, la mayoría de los que fuimos, por no decir todos, no eran el colmo de la elegancia, tenían su encanto, aunque fueran mesas de bambú, ventiladores de toda la vida colgados de la pared o de un tronco, hules de plástico, o nada, perros que pasaban sueltos por tu lado, o gatos, o algún otro bicho que prefiero olvidar, pero solo fue una vez. A pesar de que había sitios totalmente cutres, en ningún momento me dio ningún asco, porque era lo que había allí, la comida en la calle, los olores que te atraían a los carros de comida, o a los restaurantes y que siempre comí genial, fuese donde fuese estaba todo buenísimo.

Hicimos snorkel, vimos playas de arena blanca y aguas transparentes en las que podías ver los peces claramente, y se te acercaban a ver si caía algo de comer. Montamos en kayak para explorar islas, nadamos en aguas que estaban tan tibias y tan calientes algunas que quemaban al meterte. Tomamos el sol en la cubierta de los barcos y vimos atardecer mientras volviamos de ver monos en la playa.
Koh Phi Phi es uno de los paraisos de este mundo. Y las fotos, que pondré otro día, desde luego no le hacen justicia a lo bonito que es. Es para verlo y disfrutarlo.

Después de una semana por playas paradisiacas, de cocktails y cervezas en la playa, algún día de fiesta y muchísimo sol, cogimos el avión hacia Bangkok.

Y cambio radical dentro del mismo país. La ciudad más caótica y sucia que he visto nunca. Y grande.
El mercado de Chatuchak, Impresionante. No lo acabas. Te pierdes literalmente. Hay planos para saber donde te encuentras. Y lo que no haya alli, es que no debe exisitir. En serio, tienen de todo, desde comida, ropa y lo más normal de un mercadillo, hasta postales para todo tipo de eventos, ropa para perros, candados, y bolsas de plástico. Lo que se os ocurra. Toda la mañana allí, gente para exportar, y no acabamos de verlo, pero por supuesto nos perdimos y nos costó salir una eternidad. La gente que había dentro era mucha, pero la que había por los alrededores era muchísima más. No he visto tanto caos de gente, coches y tenderetes en mi vida.  Después fuimos por la zona que parecía un poco más pija, la de los centros comerciales, y todo muy bien, tiendas de lujo, los árboles llenos de luces, restaurantes, una tienda dedicada solo y exclusivamente a osos de peluche y sus complementos, vamos pijerío total. Así que pensé, no está mal Bangkok.
Hasta el día siguiente, que al salir del Palacio Real, precioso y ostentoso donde los haya, empezamos a caminar hacia otro templo y pensé, vaya callejuelas que nos hemos metido, todo sucio, hasta una rata muerta en plena calle, y no iba a ser la primera ni la última que vería, además de cucarachas rojas voladores vivas y muertas por donde fueras.  Al final me dí cuenta que no es que fuera una mala zona, es que casi toda la ciudad es así.  Menos mal que estaban los tuk-tuk, que acordando un módico precio te llevaban de punta a punta.  Toda una experiencia viajar en esa especie de moto con tres ruedas. Muy divertido, pero tragas mierda, toda la del mundo.

Después de dos días allí nos fuimos en autobús nocturno a Chiang Mai, una paliza, pero hay que aprovechar los días, porque aún así, nos hemos dejado millones de cosas por ver, hemos tenido que anular algún sitio, como las ruinas de Sukhothai porque no nos coincidian bien los horarios, y dejar de ir a otros sitios por falta de tiempo, y de ganas, porque estuve dos o tres días con el estómago hecho un asco y que no tenía ganas ni de levantarme de la cama, pero ahí estaba, aguantando.  Y qué curioso, me puse mala justo el día que voy a un restaurante limpio y bien y me como una pizza.  En fin.

Chiang Mai es la segunda ciudad más grande e importante de Tailandia.  Pero desde luego con mucho más encanto que la capital. Allí viví experiencias únicas e inolvidables, como estar jugando con tigres cachorros y tocar a otros más grandes. Montar en elefante, intentando guiarlo sin que hiciera ni caso, y lavarlo en el río.   Hacer rafting, un poco light, y bajar en balsa de bambú por otro río que cruzaba la selva. Ir a ver tribus que viven y trabajan sin ninguna tecnología, aunque alguna antena de televisión se veía en esas cabañas de madera, lo que chocaba un poco entre los caminos embarrados y las gallinas sueltas.
Soltar farolillos escribiendo deseos en la fiesta de Loy Kratong, el día de la luna llena, una fiesta espectacular. El primero que solté lo hice con la ayuda de unos monjes que se prestaban a ello. Los siguientes fueron con mi niño, y en uno de ellos escribió, "Para que este día sea eterno y estemos siempre en este sueño". Y pasear por uno de tantos templos, en el que, aunque no soy creyente, me arrodillé delante del monje que estaba dando la bendición, y luego, el novicio sería, porque los monjes no pueden tocar a las mujeres, me puso una pulsera para darme buena suerta, salud y prosperidad.  Lo que me gusta de los budistas es que no se plantean si estás allí por turismo o por fe, simplemente aceptan que seas respetuosa, que te unas a sus ritos y ya está. No necesitan que demuestres nada.

Tengo mil experiencias y sensaciones para contar, pero no caben en un post ni en cien. Seguro que se me olvidan muchisimas cosas, porque 19 días dan para mucho. Pero lo que es cierto es que es un país para vivirlo, una experiencia que recomiendo a cualquiera, porque nunca será igual una que otra, eso está claro, pero seguro que es inolvidable.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Preparando el viaje

Aquí estoy, a tres días de marcharme y con un bajón que no me aclaro. He mirado tantas cosas, tantos datos, horarios, precios y destinos que ya no me aclaro con nada. Hay cosas que no me quedan claras porque en cada sitio pone una cosa.  Estoy cansada, pero ya no solo de mirar sino de casi todo en general. Creo que necesito irme sin más, desconectar y disfrutar, o agobiarme, o ir a la aventura, lo que sea.

Creo que echo de menos a mi amiga, porque no hacemos nada juntas y por muy bien que estés con tu pareja o lo que sea, siempre necesitas a una amiga, sobre todo si realmente es alguien a quien quieres y alguien tan especial.

Ayer oí que ha habido un terremoto en Myanmar, que está al lado de Tailandia, y se notó hasta en Bangkok, y yo qué sé, me ha dado la tontería pensando si me pasará algo, si habrá otro terremoto, u otro tsunami. Será que estoy harta de lluvia y de frío, o que sé que tantos días con él discutiré seguro por cualquier cosa. Será que estoy cansada y agobiada, y aburrida. O que hoy no he comido chocolate y ya lo necesito.

Será que estos días casi no nos hemos visto y ya le echo de menos.

Necesito que mi amiga me acompañe, que venga a comprar ropa conmigo y me diga si le gusta o no, si me queda bien, estoy harta de ir sola siempre.  Necesito que venga a hacer el equipaje conmigo para decidir qué me llevo y qué no. Son tonterías, pero me gusta estar con ella. 

Me gustaría que me dejase la bici para practicar, porque he aprendido a montar para poder usarla en algún sitio de este viaje, y que no tuviese follón porque la psicópata de su novia se enfada. Que quisiera quedar conmigo para acompañarme mientras monto un rato y voy practicando, porque sí, porque quiere, sin pensar en si la otra va a dejar de hablarle hasta el día siguiente. Me gustaría que no se la hubiesen robado a mi niño para poder seguir montando.

Me gustaría que todo fuese bien.