miércoles, 21 de abril de 2010

Infinito




Me calaste hondo y ahora me dueles
si todo lo que nace perece del mismo modo
un momento se va y no vuelve a pasar.

Y decian que bonito era vernos pasear
queriendonos infinito
pensaban siempre sera igual
¿como lo permitimos?
¿que es lo que hicimos tan mal?
fue este orgullo desgraciado
que no supimos tragar.

Y engañame un poco al menos
di que me quieres aun mas
que durante todo este tiempo
lo has pasado fatal
que ninguno de esos idiotas
te supieron hacer reir
y que el unico que te importa
es este pobre infeliz

Me calaste hondo y ahora me dueles
si todo lo que nace perece del mismo modo
un momento se va y no vuelve a pasar

Y el dia que yo me muera
y morire mucho antes que tu
solo quiero que una pena
se llore frente a mi ataud
que esta herida en mi alma
no llego a cicatrizar
y estara desesperada
hasta que te vea llegar

Me calaste hondo y ahora me dueles
si todo lo que nace perece del mismo modo
un momento se va y no vuelve a pasar
un momento se va y no vuelve a pasar
un momento se va.

martes, 20 de abril de 2010

La decisión más difícil de mi vida

Ha pasado un mes desde mi último post, y muchas cosas. Ojalá pudiera decir que estoy mejor, que las cosas han cambiado a mi favor, pero no.

Para resumir diré que he tenido que tomar la decisión más difícil de toda mi vida, y ha sido dejar de verle, perder el contacto con él definitivamente.

Empezamos a quedar porque alargaba el día para ir a la playa, y aunque hubo días que lo pasamos muy bien, otros me rayaba mucho, o veía alguna cosa que me hacía daño. Lo he intentado por todos los medios, con todas mis fuerzas. He querido estar bien y no perderle al menos como amigo. He querido aprovechar cualquier momento a su lado aunque fuera mínimo. Pero no he tenido fuerzas.
Esta vez no he podido soportar saber que siente por otra chica algo que no siente por mí, saber que comparte muchos más momentos con ella que conmigo.

Hace un par de semanas le dije que mejor dejábamos de vernos, intentó convencerme de que no, que no quería perderme, que él podía y quería ayudarme a estar bien. Que me echa de menos y que si quedaba conmigo era porque le apetecía estar conmigo, no porque le faltara nada, simplemente porque está a gusto conmigo.
Le dije que no, que lo sentía mucho, pero que me dolía estar a su lado.
Aún así seguimos hablando por teléfono, y a los cuatro días no pude resistir y le puse un sms para ir a la playa. Se puso contentísimo, y lo pasamos muy bien.

Llevaba una buena semana, estaba animada y creía que podría salir bien por fin. No era verdad.
Al día siguiente no quedamos porque iba a salir tarde, y cuando le llamé por la noche me enteré de que estaba con ella. Lo mismo que la semana anterior, cuando quedamos y ví que venía con la maleta en el coche de pasar la noche fuera.
Parece que se va a su casa cada miércoles. Todo esto son suposiciones mías, él no ha querido decirme nada, yo lo he visto y sé que ha estado fuera. Dos semanas seguidas. Quizá no puedan esperar a verse el finde y quedan a mitad de semana ya. Quizá ha sido casualidad.
Me estoy volviendo loca con todo esto. Intento no pensar, pero es superior a mí. No me doy cuenta y ya lo tengo en la cabeza.
Siempre hay un recuerdo, un deseo, una sospecha o una pregunta sobre qué hará, dónde estará, se acordará de mí?.

Ese último día lo pasé fatal y fue cuando decidí que no podía seguir así. Quedamos al día siguiente y ya le dije que esta vez si que tenía que ser definitivo, que ni nos veíamos ni nos llamábamos. Que por favor me ayudara, que no me llamara ni nada.
El también estaba triste, no quería perder el contacto conmigo, porque como siempre me ha dicho soy una de las personas más importantes de su vida, le aporto muchas cosas buenas, mucha tranquilidad, y quiere que estemos los dos bien. Dice que hasta que yo no esté bien él no estará del todo bien. Dijo que me echaría mucho de menos, que también le iba a costar mucho no coger el teléfono y llamarme, o ponerme un mail, y que por favor cuente con él para lo que sea.
Se fue muy serio, hecho polvo, diciendo que no quería que pareciese una despedida definitiva porque confiaba en que podríamos volver a vernos y estar los dos bien.

Hoy hace cinco días que ni hablamos ni nos vemos. No son muchos, pero a mí me parecen una eternidad.
Me siento tan vacía, tan desilusionada, tan mal. Es como si no pudiera salir de este agujero que cada vez veo más negro. Un agujero negro por el que me gustaría tirarme y desaparecer.
Han pasado cuatro meses y medio desde que cortamos oficialmente, y yo sigo mal, sigo llorando cada día, o casi. Sigo sintiéndome sola aunque no lo esté, sigo sin poder dormir de un tirón y sin soñar cosas raras. Sigo deseando que vuelva a mí, sin perder esa esperanza inútil que me dice que se dará cuenta de que me quiere y volverá. Mentira, no cambiará lo que no ha cambiado hasta ahora.

Me aterra ir a los mismos sitios que iba con él, por si le veo, por si los veo juntos. Porque no está conmigo ya. Este año no me ilusiona el verano, ni el buen tiempo, ni las vacaciones, ni que llegue un puente o un simple fin de semana. Lo que me ilusionaba no eran todas esas cosas, era él, y todo lo que hacíamos juntos.

También tengo mis momentos buenos, momentos de reirme mucho con gente con la que he empezado a salir, mis gallegos, que me cuidan y me hacen salir. Y también me emborrachan y cojo unos pedales que luego ni me acuerdo lo que he hecho, jajaja. Lo paso muy bien con ellos, pero no es lo mismo que con mi niño.
Me duele tanto su ausencia.