miércoles, 23 de abril de 2008

Como en una montaña rusa

Esta semana no he tenido muchas ganas de escribir, así que siento teneros un poco abandonados.

Últimamente han pasado muchas cosas que me han tenido nerviosa, tensa y mal, en definitiva. Parece que algunas se van arreglando, pero no sé si es que ahora me han salido todos los nervios de vez o qué y me he quedado como agotada. No sé si me explico muy bien, pero ya digo que llevo unos días muy rara.

Hay momentos que estoy muy bien, eufórica, contenta, otros me dan bajones y estoy fatal.

El finde estuvimos hablando y volvió a salir la conversación típica de no estoy enamorado de tí, no creo en el amor etc. Pero a la vez decía cosas que se contradecían, como igual estamos así toda la vida y que hay muchas formas de amor y de querer.

El tiene un carácter muy raro, muy complicado, y aunque hay muchísimas veces que estoy genial otras me desquicia. Necesito dosis gigantescas de paciencia a veces, y claro cuando se me acaba exploto y me da igual todo.
Hace dos días pensaba que si esta relación acaba, no pienso buscar a nadie más, primero para que nadie vuelva a hacerme daño, y segundo porque cuando estás sola haces lo que te da la gana y estás más ancha que Dios. Pero hoy que estoy sola porque mi amiga se ha ido a Madrid unos días, pues me encuentro demasiado sola. A veces disfruto de mi soledad, otras me cansa.

Soy contradictoria, paso del blanco al negro, no tengo término medio.

Hoy no podíamos quedar porque él tenía que estar en casa por un asunto, y yo me he ido a la playa por mi cuenta. Cuando ha salido de trabajar me ha llamado por si íbamos a comer al chino, y justo hoy estaba yo en la playa que más lejos me pilla de casa. Me ha dado mucha rabia, porque claro, él ya se ha ido para casa porque entre que yo llegaba y todo se hacía tarde.

Arrastro una historia que me está volviendo loca, porque no hago más que pensar, y me hizo tanto daño que todavía me duele.

Me miro al espejo y me veo horrible, y es que el tiempo no perdona, y cada día me veo algo que me deprime. Más celulitis, más venas rojas por las piernas, incluso una que se me hincha y me da un asco horrible. Estoy engordando y no puedo dejar de comer chocolate, o simplemente de comer. Hay días que me miro al espejo y me digo, pues no están tan mal, y otros que me miro y me dan ganas de romperlo, sobre todo cuando ves todas esas tías que por mayores que sean están estupendas.

Hay días, momentos, en los que me dan ganas de dormirme y no despertarme más, que me siento tan poca cosa.

Hay días, como ayer, que mientras le abrazo y él me abraza a mí, y solo siento la brisa del mar y el ruido de las olas chocando en las rocas. me siento como si volara, como si nada más existiera. Feliz.

jueves, 17 de abril de 2008

Cambio de planes

Cuando parece que las cosas empiezan a ir bien, que por fin vas a estar tranquila, pasa algo y se vuelve a fastidiar.

Mi niño por fin ha encontrado el trabajo que quería, está a gusto, tranquilo, horario intensivo, todo genial. El sale a las dos y yo a las dos y media, justo el tiempo que tarda en llegar a buscarme, ni hecho a posta. Así aprovechamos las tardes para ir a jugar, y las que yo trabajo pues él aprovecha para estudiar. Ya habíamos hecho un montón de planes para los findes, para ir de excursión, para pasarlos fuera, etc.

Pues ayer le dice su compañero que se va, deja el trabajo. Con lo cual a él le hacen responsable de su departamento, pero eso sí, tiene que hacer el horario partido.

Me alegro por él porque es una buena oportunidad de que aprenda muchísimo más, y que seguramente le paguen más. Pero justo ahora que parecía que empezábamos a poder hacer planes tranquilamente, otra vez se tuerce. Por las tardes ya no podremos quedar, además tiene que estudiar muchísimo más para ponerse al día de todo lo que se le viene encima, y los findes, pues tendrá que aprovechar también, así que haremos algo el sábado y vale. Viernes y domingo estudio.

Tengo la sensación de estar subiendo una montaña y cada vez que estoy a punto de llegar a la cima, caigo y tengo que volver a subir.

Ayer la cosa se veía muy negra, pero también sé que cuando lo empiezas a ver a un mes de plazo te lo planteas de una manera, y luego es otra cosa. Desde luego no podrá ser como ahora, pero seguro que alguna tarde sale agobiado y quiere quedar para hacer algo. Además con lo que le gusta la playa, seguro que no puede estar ningún día sin ir.

Se nos presentaba un verano genial, con todas las tardes libres y los findes saliendo por ahí. Y ahora ya veremos.

Para colmo hoy llego a trabajar y la cerda de mi jefa me dice que he bajado mi rendimiento y que qué hago, que las demás hacen más trabajo que yo.
Pues hago lo que tengo, y si no le gusta pues ya sabe lo que tiene que hacer, bien claro se lo he dicho.
Es la típica pesada que si un día haces diez siempre tienes que hacer diez. Pero no siempre hay la misma cantidad de trabajo, hay otras cosas que te lían. Pues no, ella no lo ve.
Me da un asco que no puedo con ella, cada día más.

Menos mal que mañana es viernes.

martes, 15 de abril de 2008

Llamada perdida

Hoy a media mañana me ha hecho una llamada perdida. Yo pensando que le había pasado algo en el trabajo, porque normalmente no me llama a esas horas, le he llamado enseguida.

- Qué ha pasado?
- Nada, es que me estaba acordando de lo bien que lo pasamos ayer, y estos días.
- Ah, vale, es que pensaba que te había pasado algo.
- No, simplemente me estaba acordando de eso y he llamado.


Como comprenderéis a mí se me caía la baba y todo lo que fuera susceptible de caer, bragas incluidas :P

Y es que aunque no signifique nada especial, me hace ilusión saber que estaba pensando en mí, en los ratos que hemos pasado juntos, que lo hemos pasado tan bien, y ha querido llamarme para simplemente contármelo.

Más tarde le he puesto un sms, por si quería ir a comer al chino, ya que ayer se quedó con ganas de ir a cenar. Ha estado muy bien, lo malo es que después de beber sangría y un vaso de licor de ese que te dan aún me daba más pereza volver a trabajar. Hoy tenía que ir, precisamente hoy que hacía un día tan bueno y hubiésemos podido ir a jugar y a pasear. Esperemos que mañana haga tan buen día y lo podamos aprovechar.

viernes, 11 de abril de 2008

Decepcionada

Hay un grupo de compañeros del trabajo con los que normalmente mi amiga y yo vamos a comer o cenar.
Hoy he visto que uno de ellos pasaba a avisar a una que está en mi sección y decía que venía otra chica que trabaja en un pueblo. No falla, si viene ella es que hay comida. Ya he empezado a mosquearme, porque yo no me había enterado.
Le he preguntado a mi amiga si le habían dicho algo de ir a comer hoy, por si se había olvidado de comentármelo. Estos días está bastante mal con su novia y podría ser que se le hubiese pasado con tantas cosas en la cabeza. Pero no sabía nada.

Al salir he visto que estaban juntos varios del grupillo, y ahí me he mosquedado del todo. Por qué no nos habían dicho nada? No cuela la excusa de se les ha pasado, porque una de ellas trabaja a mi lado, varios de ellos con mi amiga. Así que vernos nos vemos todos los días y durante toda la mañana.La última vez que salimos yo no podía ir porque iba fatal de pasta, y hasta una de ellas se ofreció a pagarme la cena para que fuera. Así que no entiendo por qué ahora han pasado de nosotras.
La verdad, me he sentido decepcionada. Y dolida.


Cuando me ha llamado mi niño, se lo he contado, me ha dicho que pasara de ellos que ese gesto demostraba mucho. Luego ha estado bromeando sobre otras cosas, y me ha preguntado:

- Pero estás bien?
- No mucho, la verdad.
- Vaya, justo hoy que no voy. En fin, no sé intenta no pensar y pasa del tema, no merece la pena.

Hoy había quedado con unos amigos y no iba a venir a casa. Pero esas palabras me demostraban que se preocupaba por mí, que le sabía mal dejarme cuando estoy mal. Al menos eso me ha animado.

Me hubiese gustado que viniese a dormir conmigo, ya que solo va a cenar, no va a salir ni nada, pero no vendrá al final. Lástima, porque me hubiese gustado poder abrazarme a él hoy que me siento tan rechazada y tan mal.

domingo, 6 de abril de 2008

Vitamina C

El viernes por la mañana me llamó para decirme que vendría a casa, que preparara cena especial.
En realidad, todas las cenas que hacemos son cena especial.
Yo estaba un poco de bajón el viernes, esta semana las hormonas me han llevado como loca, y la verdad que no fue la mejor noche, bastante normalilla.

Pero el sábado fue un día genial. Empezó de la mejor manera, haciendo el amor , y nos preparamos para irnos de excursión, hacía un día estupendo de sol y calor. Solo con ver el día así de despejado ya me dio energía.
Nos fuimos a un pueblo precioso por aquí cerca. Yo quería ver el pueblo y caminar, él tenía más ganas de caminar, y creía que por allí no habría caminatas chulas para hacer. Yo me empeñé en seguir con el plan, y al final me lo agradeció porque resultó una de las mejores excursiones que hemos hecho. Acompañaba el tiempo, el paisaje, todo.
Caminábamos cerca del río, todo lleno de una vegetación impresionante, y campos llenos de naranjos . Estuvimos comiendo naranjas, y mandarinas que estaban buenísimas. Ya nos habían dicho que podíamos coger todas las que quisiéramos que ya habían hecho la recolección. Así que nos sentaron divinamente en medio del calor.

Seguimos la caminata y paramos a comer, rodeados de naranjos por todas partes. Nunca había visto tantos juntos. El se tumbó después de comer y se medio durmió. Yo le daba besos y mimos. Me decía que tenía frío, le eché mi chaqueta de chandal por encima, y me acerqué a darle otro beso. Me abrazó y me acercó a él, y me dijo, quédate aquí, así me abrigas. Me puse encima de él, y nos animamos. Y acabamos haciendo el amor entre los naranjos.

El día fue completo, llegamos a casa cansados, cenamos y antes de dormir lo hicimos otra vez.

No sé que tendrían esas naranjas y mandarinas que comimos, pero ni el Red Bull. Sería un exceso de vitamina C , el sol, o el aire del campo, pero fue un día perfecto. Y no solo por cómo lo hemos hecho, sino por todo.

Esta mañana parece que aún nos quedaba energía por gastar, y antes de levantarnos otra vez lo hemos hecho. Se ha quedado a comer y después de ver cuatro tonterías en la tele, ya le he acompañado a casa.

Hoy me ha dicho:

- Ayer te ví muy contenta, y me alegro mucho de que estés así.

Como no lo voy a estar si he tenido las dos cosas que más fuerza me dan en mi vida. El sol y él.

jueves, 3 de abril de 2008

Esta tarde...

- No sé si al final mañana iré o no, no sé qué hacer.

- Bueno, si te apetece quedarte con tus primos porque te apetece verlos, pues no pasa nada.

- A mí lo que me apetece es quedar contigo, lo de quedarme en casa es por si al final este tío se va y tarda bastante tiempo en volver.



No es un encanto? A mí me lo parece claro, me dice esa tontería y ya se me cae la baba, jajaja.

Venga o no venga mañana el sábado estaremos juntos, y será genial.