miércoles, 27 de febrero de 2008

Sorpresas te da la vida

Vaya semana tan rara y tan inesperada. Dicen que las mejores cosas llegan sin avisar, cuando menos te lo esperas. Y así está siendo.
Yo pensaba que esta semana sería como estas últimas, esperando desesperadamente que llegase el viernes para poder verle. Y todo lo contrario, nos estamos viendo todos los días.

El lunes porque quería hacer algo antes de volver a casa. No pudimos ir al cine y nos fuimos a cenar. Ayer como se había quedado con ganas de cine me llamó, me cambié en tiempo récord, (más que el día anterior) y nos fuimos al cine.

Hoy me ha llamado a mediodía, más tarde de lo normal, yo estaba preocupada pensando si le habría pasado algo en el trabajo, o por la carretera, pero me ha llamado para decirme que estaba cerca de mi trabajo, que si podía salir un momento. Estaba cerca porque había ido a hacer unas cosas y ha pasado a verme. Solo han sido diez minutos porque tenía que volver a trabajar, pero me ha hecho mucha ilusión que me esperara en la puerta del trabajo. Nunca se había acercado tanto.
Le he dicho que a partir de hoy estaría sola hasta el domingo, porque mi amiga y su novia se han marchado. Que si quería viniera a cenar o a estar un rato en casa. Y ha venido. Hemos ido a cenar al chino y se ha marchado, pero mañana vendrá a dormir.

Me ha preguntado cuándo me iba yo a ver a mis padres porque no se acordaba, le he dicho que el próximo finde. Le he preguntado por qué lo decía, y es que había recibido un sms de su amigo para salir el viernes, pero le ha dicho que lo dejan para el siguiente. Dice que prefiere quedar conmigo.
Está un poco frío conmigo, entiendo que es por el agobio del trabajo, el cansancio, que tiene muchas cosas en la cabeza. Pero si hace todo esto es que realmente le apetece verme, aunque sea para hablar.
No estaré confundiendo amor con amistad no? Supongo que no, aunque es todo tan raro en esta relación que ya no sé qué pensar.

martes, 26 de febrero de 2008

La vida es imprevisible

Así es. Nunca sabemos con qué nos va a sorprender, puedes hacer todos los planes que quieras que pueden cambiar en un segundo. Podemos hacer planes pero nunca podemos asegurar que los llevaremos a cabo.

Este finde pensaba que no ibamos a salir de casa, que estaríamos encerrados todo el sábado preparando lo que quería hacer de su trabajo. Compré para hacer la cena el viernes en casa y para el sábado.

Pero nada salió como pensaba. A última hora del viernes su compañero no le dejó llevarse los apuntes a casa, dijo que se olvidara y desconectara, así que tuvimos todo el sábado libre, nos fuimos a comer a un pueblo por aquí cerca, y a pasear por una zona de playas que nos encantan.
El viernes fui a buscarle a casa y nos quedamos a cenar por ahí.

Y no pude estrenar el picardías, lástima, quedará para este finde. Resulta que él está tan agobiado, tan cansado, que por la noche no ha tenido cuerpo para nada, caía rendido en la cama. Todos los nervios que está haciendo, la ansiedad que lleva encima hace que esté pensando en otras cosas, no está muy centrado. No tiene ganas de nada, y aunque tiene algún momento bueno y quiere olvidarse lo cierto es que no es tan fácil y no está muy centrado.

Ayer salió tan agobiado de trabajar, tan harto de no poder hacer nada porque no le quedan horas que me llamó y me dijo que si nos íbamos a cenar. Vamos, no tardé ni cinco minutos en arreglarme.
Fue un lunes con sorpresa, no pensaba verle y fuimos a cenar juntos. Por un par de horas pudimos estar hablando tranquilamente, reirnos y decir tonterías.

Y es que mi niño es como la vida. Totalmente imprevisible.

jueves, 21 de febrero de 2008

Viernes

Hoy estoy muy animada. Ha salido el sol, por fin, y mañana es viernes!!

Ya he empezado a prepararme para estar guapísima para mañana.

Hoy después de la sauna me he duchado con un gel exfoliante para tener la piel bien suave. Aunque normalmente ya la tengo :P
He ido a la pelu a alisarme el pelo, que si no me queda horrible. Mañana depilación a fondo y pensar lo que me pongo, porque aunque no salgamos de casa me gusta que me vea arreglada, o por lo menos que no me vea en chandal, jajaja.
Luego me maquillaré para no parecer tan cansada, para estar resplandeciente.
Tengo para estrenar un conjunto de picardías para la noche que no pude estrenar el sábado pasado.

Y por supuesto mañana tengo que pensar en lo que hago para cenar, bajar a comprar y preparar una cena bien especial.

Siempre me han gustado los viernes, pero este mes, me gustan más todavía.

martes, 19 de febrero de 2008

Ya es martes

Vale. Quizá me estoy quejando de vicio. Quizá tengo más de lo que veo o creo y sigo exigiendo.
Pero creo que todo forma parte del mismo bajón.

Odio el invierno, los días grises y nublados, y los lluviosos más todavía. Aunque me encante ver las luces reflejadas en el suelo mojado. Es una de mis contradicciones. Qué le vamos a hacer soy así de rara. De extremos. De blanco o negro.

Entre semana no nos vemos, aunque hablemos dos veces al día mínimo. Bueno, más bien habla él porque me cuenta lo agobiado que está en el trabajo, y así al menos se desahoga.
Y yo le echo mucho de menos, no me gusta verle así, tan preocupado, agobiado, y con tantas cosas en la cabeza que le van a volver loco. Eso hace que yo esté mal, que me preocupe, que me agobie. No le cuento mis cosas hasta el finde que es cuando pactamos no hablar del trabajo para desconectar.

Echo de menos ir a la playa, al cine, a jugar. Y hablar de todo lo que nos ocurre o nos pasa por la cabeza porque pasamos toda la tarde juntos, porque tenemos todo el tiempo del mundo.

Este finde tiene que prepararse cosas del trabajo, pero ha dicho que vendrá el sábado a casa y lo hará aquí. Al menos aunque esté ocupado podremos vernos y estar juntos. Y de paso sale de casa y desconecta un poco.

Me siento sola, me abrazo a la almohada en la que él durmió y aspiro su olor. Cuento las horas que faltan para el viernes.
Las horas que faltan para abrazarle, para cubrirle de besos.
Porque si antes estaba lapa ahora ni os imagináis.

Se me hace la semana eterna, la misma que antes se pasaba volando, ahora parece que no termina. Las tardes me cunden mucho, tengo tiempo para todo, hasta para aburrirme, y antes me faltaban horas para hacer cosas con él.

No sé por qué el tiempo funciona al revés. Cuando estás bien vuela, cuando quieres que pase, no corre.
En fin, ya es martes.

domingo, 17 de febrero de 2008

Qué me pasa?

Qué rápido pasa el fin de semana, sobre todo cuando el domingo tiene que irse pronto a casa.
Odio estos domingos que se va tan pronto.

Me queda una sensación de vacío, de fragilidad cuando no está. Le echo de menos tanto que me duele. Y sé que hasta el próximo viernes no podré verle.

Quiero volver a ayer por la noche mientras me abrazaba en el sofá y no dejaba de sonreir. Mientras cerraba los ojos y se quedaba apoyado en mi pecho, medio tumbado encima de mí.

Y si recuerdo esto por qué no puedo ser feliz tan solo con esos momentos?

Sigo esperando palabras que no llegarán, gestos que no hará conmigo.

La inseguridad me come, siempre estoy pensando en que no está enamorado de mí, en lo que no hace. En vez de pensar en que estamos bien juntos, en que cada persona es de una forma , que no todo el mundo actúa igual, que no todos los chicos dicen te quiero o quieren darte la mano para pasear. No todos te regalan cosas o se acuerdan de tu cumpleaños.

Me quiere menos por eso? No lo sé. Esta historia fue rara desde el principio, asumí ciertas cosas desde el principio y tal vez ahora ya no tendré lo que hubiese podido tener de haber empezado como pareja. Quizá es lo mejor, porque nada es falso, todo es real, como se siente, sin mentiras. Cada vez que me llama es porque quiere, porque le apetece. Cada beso es porque lo siente, cada abrazo es porque tiene ganas de hacerlo. Nada es por quedar bien, o porque tiene que hacerlo porque así lo mandan esas reglas no escritas de una relación más o menos seria.

Entonces por qué me dan estos bajones? Por qué hoy me hace llorar cualquier cosa que veo en la tele?
Me siento tan sola cuando no está. Y no verle cada día como estos meses atrás se me hace tan cuesta arriba.

No sé por qué hoy no puedo parar de llorar.

jueves, 14 de febrero de 2008

San Valentín

- Qué te ha regalado hoy?

Es lo que me ha preguntado mi hermana esta tarde, como dando tiempo a que pasara el día a ver qué caía.
Pues nada, porque principalmente para San Valentín nunca me regalan nada. Para no mentir, cuando estaba con mi primera pareja algo nos regalábamos o hacíamos algo especial, pero no siempre.

Y es que yo soy de las románticas, de las que le hace ilusión este día, de las que siempre esperan que les regalen una rosa, o un osito de peluche con un corazón o alguna cursilería semejante.

Pero no siempre me sale bien este día. Hace mucho que no me sale como me gustaría.

La primera vez que lo pude celebrar porque tenía pareja nos dimos los regalos por la noche. Había estado esperando todo el día, ilusionada, pero habíamos tenido una comida de trabajo de esas que se alargan y estuvimos de marcha hasta tarde. Yo había estado con un compañero que me llevaba muy bien hablando un montón y riéndonos y ella se puso celosa y me montó un pollo en casa que no veas. Así que mi primer San Valentín fue bastante mal.
Los siguientes mejoraron, pero cuando he tenido otras relaciones nunca lo he celebrado. O han pasado del día, o no sentían nada como para celebrarlo.

Así que hoy no he tenido regalo, ni un sms cariñoso ni nada, porque como le he dicho a mi hermana, entre que trabaja todo el día y no es mi novio, pues no hay celebración.

Me conformo con oirle decir que tiene muchas ganas de que llegue mañana, por desconectar, por estar conmigo y por todo. Y porque hemos estado haciendo planes para un viaje en vacaciones que espero que esta vez no se arruinen.

Aunque en el fondo siga esperando que me lleguen las flores algún día.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Mal día

Hoy es uno de esos días en los que casi todo lo que haces te sale mal.

Vale, desde luego podría haber sido peor, siempre puede ser peor, pero desde luego no ha sido de los mejores.

Esta mañana voy a coger el coche y cuando pongo las luces me hace una de ellas un ruido horrible. Sin luces. Lo he dejado en el parking y me he ido andando. Y encima hoy tenía que ir a la ITV!!

En el trabajo como siempre, viendo la cara de asquerosa de mi jefa que una semana después de coger un día de fiesta me pregunta que por qué lo cogí, que si tuve un imprevisto.
Pues claro que tuve un imprevisto imbécil, si no hubiese avisado!
Yo intentando controlarme, le digo que sí que lo tuve. Me pregunta qué pasó.
No tengo por qué darle explicaciones, pero le digo que tuve que llevar al gato al veterinario porque se puso malo. Me pone cara de vaya cosa, qué excusa más mala y me recuerda que solo se pueden coger los días sin avisar para imprevistos. Le contesto que fue imprevisto por no soltarle que cuando su hijo se pone malo y se tiene que ir al médico no pasa nada ni le pongo caras yo, o cien mil cosas más que me vienen a la cabeza. Pero me da tanto asco hablar con ella que m e levanto y vuelvo a mi sitio. Se libra de que le conteste porque me supera el asco que le tengo.

Por cierto, no sé si lo conté, pero la semana pasada mi gatico estaba fatal, apenas se movía ni comía, pasó un día entero así, y cuando por la mañana vimos que estaba igual o peor decidimos llevarlo al veterinario sin perder más tiempo. Le hicieron análisis y le salió la glucosa alta. Un subidón de azúcar, vamos, que un poco más y coge diabetes, y ya nos dijo que para los gatos era fatal, porque es muy difícil ponerles la insulina y al final pues se sacrifican. Así que ahora a dieta total y ya está mejor. Pero menudo susto me llevé, pasé un día fatal hasta que nos dijeron lo que le pasaba, yo solo pensaba si sería algo muy grave y nos diría que teníamos que sacrificarlo o algo así. Me muero.

Y después de esta aclaración, sigo con mi maravilloso día.

Me voy a la ITV, voy de los nervios porque es la primera vez, y cuando por fin paso todo el rollo patatero eso, me dicen que espere. Me tienen esperando más de media hora, y al final me dicen que han cambiado mis papeles con los de otro coche y que me llamarán cuando los localicen, o mejor que cuando vuelva porque tengo que cambiar un faro que por eso me hacía ruido, que a ver si ya los tienen.

Mañana otra vez al mecánico, y claro como tengo que dejarlo ya no puedo ir a darle la sorpresa a mi niño. No puedo ir a buscarle. Menos mal que está haciendo mal tiempo y no me importa tanto como si hiciera bueno.

Mi amiga ha discutido otra vez con su novia, cada día discuten. A mí ya empieza a caerme mal. Se fue unos días a ver a su hermano a París, y yo casi deseaba que no le dejaran entrar a la vuelta, que tuviese que volverse a su país. Principalmente porque tampoco veo que mi amiga esté bien, todo son agobios, discusiones y malos rollos. Pero esto ya lo contaré otro día.
Y encima llama un amigo nuestro a mi amiga y se pone a hablar tb con la novia y por mí ni pregunta.

Respecto a lo de ayer, no es que me esté comiendo la cabeza con que no me diga que me quiere y todo eso, simplemente me gustaría oírlo, pero sé que hay muchas cosas que merecen la pena y me demuestran que me quiere a su manera, aunque no esté enamorado.
Será también, que aunque hablemos dos veces al día mínimo, le echo de menos, y necesito abrazarle y sentir sus brazos alrededor de mi cintura.


En fin, aún queda un poco hasta que termine el día, espero que todo esto sea lo peor que ha pasado hoy.

martes, 12 de febrero de 2008

No es oro todo lo que reluce

El encuentro tardó unos minutos más de lo que esperaba. Estaba ya de los nervios, salí al hall de la estación y no estaba. Tardó un poco en llegar. Como tuvo que aparcar un poco mal no fue el recibimiento tan efusivo como deseaba. Pero el día estuvo genial. Se quedó más rato del que pensaba en un principio. Necesitaba desconectar, y además no había quedado con nadie en todo el finde, nadie podía, así que lo cogió con gusto el domingo.

Está bastante agobiado en el trabajo, trabaja doce horas y sale muy cansado. Me llama cada vez que se encuentra mal, me cuenta cómo lo está pasando, tenemos conversaciones larguísimas en las que prácticamente solo habla él, porque necesita desahogarse. Y lo hace conmigo. Y me encanta que lo haga.

Esta mañana estaba pensando en hacer algo especial para San Valentín. Pensaba coger fiesta y acudir a la playa donde va a comer para desconectar un poco, llevar un picnic y estar esa hora con él. No lo tenía claro porque el tiempo está un poco chungo. Esta tarde me ha llamado porque otra vez se sentía fatal, y he pensado que aunque llueva iré, por darle la sorpresa, por que desconecte y pueda hablar tranquilamente, aunque tengamos que comer en el coche.

El no celebra nunca ese día, pero a mí me gustan estas tonterías, supongo que es mi alma romanticona. Le pregunté qué me iba a regalar, y dijo que le pillaba fuera de juego, que no sabía ni qué día era. Hoy le he dicho que lo que quería que me regalara era que se tranquilizara e intentara no agobiarse tanto.
Ya sé que no me regalará nada, y tampoco me importa, sé que cuando quiera hacerme un regalo lo hará y ya está.

Esta noche hemos estado casi una hora hablando, he intentado animarle, he estado escuchando, él me ha dado las gracias por escucharle siempre, decía que al menos le tranquilizaba hablar conmigo, que estaba deseando que llegase el finde para hacer algo, para estar conmigo y olvidarse del trabajo.
Pero justo cuando nos estábamos despidiendo y yo le preguntaba si le servía de algo si le decía que le quería mucho ha sonado su móvil, y entonces ha dicho ya nervioso

- Si, bueno, ya hablamos luego,bueno, mañana, es que me llaman. Un beso, chao.

Ya no sabía qué decir, creo que ni me ha oído lo que le decía. No sé quién le llamaría, no sé si sería algún amigo suyo para proponerle algo para el viernes. Ese que dice que quiere que llegue, pero sé que tiene más ganas de salir con ellos que otra cosa.

Me gustaría que no corriera tanto para coger el móvil, que acabara de hablar conmigo tranquilamente. Me gustaría que no se quedase callado cuando le digo que le quiero. Me muero por oirle decir que me quiere.

Es lo único que quiero para San Valentín, para cualquier día del año. Y es lo único que no voy a tener.

A veces parece todo tan perfecto, pero no lo es. Sé que muchas veces me demuestra que me quiere, pero hay muchas formas de querer.
Es bonito oirlo de vez en cuando además de verlo reflejado en hechos.
No lo dice porque no lo siente como pareja. Porque esas dos palabras tan sencillas son las que más cuesta decir, y porque según quién las dice cree que estará más atado.

A veces hay detalles preciosos que os cuento, pero hay otros que no me lo parecen tanto y que me hacen dudar del futuro.

Premios

Ultimamente he recibido varios premios de diferentes personas. Y no deja de chocarme, porque la verdad que yo nunca he ganado nada.
Vamos que una vez en las ferias gané un jamón de esos malos malísimos y me fui más contenta para casa que para qué.

Pero lo mejor de estos premios no es el hecho de que me los den, que ya está genial, sino todo lo que dicen sobre mi blog o sobre mí.
Habláis de mi calidez, de la forma en que explico todo, del amor verdadero que siento. Y la verdad que todo esto me encanta.
Cuando empecé a escribir el blog solo pretendía encontrar a alguien en mi misma situación, no sentirme tan tonta como me sentía en ese entonces. Quería saber que no estaba sola, si había alguien más en mi misma situación. Y así fue. Encontré varia gente que ya no está que me contaban sus experiencias, me animaban, compartían sus sentimientos conmigo. Y todo eso hizo que me animara a seguir, que contara mi historia y mis penas cada día. Eso hizo que dejara de escribir en mi diario para hacerlo aquí. (Creo que tendré que ponerme al día en el papel, jajaja).

Así que estos premios no son sólo mérito mío, sino de todos los que me habéis seguido y apoyado en mis malos momentos, que es cuando más se agradece porque es cuando realmente se necesita.

Quiero saltarme las reglas de los premios y daros los dos a todos vosotros que habéis estado a mi lado y seguís estándolo, y espero que no os vayais porque ya me he acostumbrado a vuestras palabras de ánimo, a compartir vuestras cosas que ya se hacen nuestras, y para mí entrar al blog es como quedar un rato con cada uno para contarnos qué tal nos ha ido el día.

Soy un poco torpe y no me sale ponerlos aquí, y no tengo mucho tiempo de estar experimentando, pero ya sabéis que son el premio calidez y el premio Arte y Pico.

Gracias a los que me los habéis dado, Patry, Yayi, Nicole y Daniela. Creo que no me olvido de nadie, y si es así, me lo decís, y os añado, no hace falta que os recuerde que tengo memoria de pez ;)

Y por cierto, hablando de premios, a ver si gano el viaje a Praga del concurso de fotografía al que me he apuntado, que me encantaría volver, esta vez con mi niño.

lunes, 11 de febrero de 2008

En el tren

Llego a la estación. En poco más de una hora estaré contigo.

Busco mi asiento, me siento. Ya estoy nerviosa.

Abro el libro y me pongo a leer, así se me pasará más rápido. Me meto en la historia y la primera media hora pasa volando.

Primera parada, ya falta menos. Por qué a esta hora hace parada si a otras no hace? Por qué hoy no vamos de un tirón?

Nos ponemos en marcha, por fin. Ya falta menos. Sigo leyendo.

Miro por la ventana, el paisaje pasa rápido, cada vez estoy más cerca de tí.

Vuelvo al libro, leo una página, lo cierro. Miro el reloj. Diez minutos.

Vamos a casi 300 km por hora y parece que no corra.

Saco mi bolsa de maquillaje del bolso, me retoco la raya, mi pinto los labios. Me miro al espejo. Vale, estoy mona. Lo guardo todo.

Abro el libro. Imposible, ya no puedo leer. Estamos llegando.

Cada vez vamos más lento, llegamos a la estación, yo ya estoy de pie en la puerta con el abrigo puesto y la maleta a mi lado.

Por fin paramos. Hemos llegado. En solo dos minutos estaré abrazándote.

miércoles, 6 de febrero de 2008

Tres días

Tres días han pasado desde el domingo, tres días que no le he visto.
Y hasta el domingo no nos veremos, se me está haciendo eterno, tengo unas ganas de verle, de darle un beso, de que me abrace...

El lunes empezó su nuevo trabajo, pensando que haría turno de mañana y podriamos vernos por las tardes, pero hasta que aprenda como va todo tiene que estar en jornada partida, hasta tarde. Así que acaba muy cansado y con ganas de irse a su casa, como es normal. Y no hemos podido quedar ningún día.

El está algo desanimado, y dice que no quiere que esto nos afecte, que le apetece quedar conmigo. Justo este finde yo me tengo que ir al bautizo de mi sobrino y tampoco podemos vernos.

- Jo Sally, justo cuando más te necesito. Quédate porfa.

No puedo quedarme, le dije que había pensado volver el domingo pronto y así comíamos juntos o hacíamos algo, pero que como tenía comida con sus amigos, pues que no.

El dijo que no le apetecía ir a la comida, que le parecía bien que yo volviese antes y así nos veíamos, total a ellos ya los verá otro día, que tampoco les echa de menos ni le apetece tanto.

Claro, yo encantada, porque esta gente con la que tenía que quedar son los mismos con los que fue a pasar el fin de año, ella incluida.

Y prefiere quedar conmigo, tiene ganas de verme, de hablar, de estar conmigo.

Dice que con ella está bien, pero apenas hablan, y tampoco quiere llamarla él para que no crea que quiere volver o algo así, no quiere que se haga ilusiones de algo que no va a pasar.

El lunes me puso un sms para decirme que estaba agobiado, que si podía llamarle desde el trabajo. Estuvimos hablando un rato, y después recibí otro sms diciéndome que gracias por llamarle que necesitaba hablar y que soy un cielo. A mí como comprenderéis se me hizo el chocho agua. Soy así de tonta, cualquier cosilla y me deshago.

Hablamos todos los días por la noche como siempre, y a mediodía cuando baja a comer el bocata.
Ya que no nos vemos al menos no dejamos de hablar, de contarnos cualquier cosa.
Me gusta poder escuchar su voz, ya que no puedo verle.
Estoy como loca por que llegue el domingo.

De Carnaval

Aunque un poco tarde os cuento cómo me fue el carnaval. A mí me encanta disfrazarme, y no sé si será un trauma infantil, que nunca me hicieron un disfraz o qué pero ahora lo cojo con un gusto que no veas. Hace unos años que empecé a hacerlo y este año me disfracé de la época del charlestón, los años 20.

Fuimos a cenar con gente del trabajo el viernes, en un principio íbamos a ir disfrazados al menos seis de los ocho que éramos, pero al final se rajaron y nos quedamos solo tres. Lo único que salvó la noche fue los comentarios que me hicieron de que estaba muy bien, que me quedaba genial el disfraz y todo eso, porque por lo demás fue bastante aburrida. Hay días que lo pasamos bien y otros que son un rollazo, como este viernes. Con las ganas que tenía yo de salir y divertirme. Otra vez será.

El sábado me lo puse para que me viera mi niño y me hiciera unas fotos que el día anterior no me había dado ni tiempo. A él le daba igual verme o no, no le hace mucha gracia esto del carnaval, como que pasa bastante.
Cuando salí de la habitación y me vió se quedó con la boca abierta. Claro verme de morena en vez de pelirroja sorprende bastante, jajaja. Además, iba bastante bien, no es por nada :P

- Y no te metieron mano ayer en el pub?
- Nada, solo un tío me dijo que estaba estupenda, pero nada más.
- Pues si te veo yo por ahí, te meto mano fijo.

Total, risas, fotos y él que se estaba poniendo cariñoso. Y tuvimos la conversación del anterior post, que fue más larga, pero bueno.
Cuando nos fuimos a la cama me dijo que no me quitara las medias, que le daban mucho morbo así de rejilla, así que las rompí un poco por en medio, él las acabó de romper con las manos y los dientes, y así con las medias y el top de flecos lo hicimos como locos.
Me encanta cuando hacemos cosas diferentes.

Os pongo una foto para que también podáis opinar del disfraz, ya que con peluca y todo no se me conoce mucho, jajaja.


domingo, 3 de febrero de 2008

Meme

La verdad, no sé por qué se llama meme a esta especie de test, será porque son una memez? jajaja. A mí en el fondo me encantan, te pasas un rato divertido leyéndolos y haciéndolos. Este me lo ha pasado Marianeli, así que ahí va.


LO QUE TE CHOCA: La gente que odia a los animales, no sé cómo pueden hacerles daño.
LO QUE TE ERIZA: una caricia en la nuca
LO QUE TE EXCITA: sus manos por mi cuerpo
LO QUE TE SUELTA (libera?): estar con él
LO QUE TE HACE REIR: mis amigos, mi niño, mi sobrino... me río con bastante facilidad :D
LO QUE TE HACE FALTA PARA SER FELIZ: Que me toque la primitiva y dejar de trabajar :P
LO QUE TE HACE LLORAR: Hay días que nada, otros todo.
LO QUE TE DA NAUSEAS: El abuso de poder, mi jefa... y más cosas que no pondré por no ser desagradable.
LO QUE TE TRAE INFELICIDAD: Pensar en perder a la gente que quiero
LO QUE TE LASTIMA: Que no me tengan en cuenta
LO QUE DESEAS: Hacer un crucero, viajar mucho, ser feliz siempre.
LO QUE TEMES QUE LLEGUE: El seguro del coche
LO QUE NO QUIERES PERDER: Mis recuerdos, la gente que quiero
LO QUE QUIERES ALCANZAR: Que mi niño se enamore de mí, y ser feliz
LA FECHA QUE ODIO: La Navidad en general, me cansa bastante
LA FESTIVIDAD QUE ADORAS: San Juan, el comienzo del verano
UNA MENTIRA QUE HAYAS DICHO: Si digo alguna es por no hacer daño a alguien, no suelo mentir , no me sale.
UNA NOSTALGIA: Los días que pasaba en casa de mi abuela y su tortilla de patata


No sé a cuánta gente hay que pasárselo como Marianeli lo ha pasado a tres pues yo no voy a ser menos, y nomino a..... Tam, Carn y Nicole.

Hala venga, a entreteneros un ratico.

La imagen perfecta

Esta mañana he abierto los ojos y ahí estaban, mi gato acurrucado junto a mí, al otro lado mi niño. Entonces se ha dado la vuelta se ha pegado a mi espalda y me ha abrazado.
Esa era la imagen perfecta para mí, la sensación única de estar un domingo por la mañana holgazaneando en la cama, lo que quiero tener para el resto de mi vida.

Me gusta despertarme y ver que está a mi lado, me gusta más cuando le abrazo y le acaricio la tripa, o más abajo. Me gusta que él se dé la vuelta y me acaricie también. Me gusta meterme debajo de las sábanas y hacer que se despierte con una sonrisa, gimiendo de placer.

Me gusta cenar con él en casa, a la luz de las velas, con música suave de fondo, y hablar de cualquier cosa mientras acabamos el vino. Pero me gusta más todavía cuando hablamos sobre nosotros, sobre nuestros miedos, nuestro pasado, nuestras historias, sobre lo que queremos hacer.

Me gusta cuando se tumba en el sofá y yo le beso, y empezamos a acariciarnos, y a veces no llegamos a la cama.

Me gusta que las conversaciones se alarguen en el sofá, y me gusta lo que me contestó cuando le pregunté qué es lo que más le gustaba de mí y lo que más detestaba.

- Lo que más me gusta, muchas cosas. Que siempre estás ahí cuando te llamo, que si te digo que te pidas un día de fiesta para acompañarme a algún sitio lo haces, aunque a veces te la juegues, que sé que si te digo para quedar siempre me dices que sí. Tu paciencia, tienes mucha paciencia conmigo. Que no nos estancamos, siempre hacemos algo y vamos cambiando. Me gusta cómo eres, que te muestras tal como eres, que eres muy buena gente. Que aunque para unas cosas eres muy tímida para otras no te da corte nada, y eso lo admiro mucho. No sé muchas cosas.

- Y lo que más detestas?

- Nada. No hay nada que no me guste tanto como para decir que lo detesto. Bueno sólo una cosa que no me gustó, pero no voy a repetirme.

Sonreía, se refería a cuando me lié con el dj. No le sentó bien, le dolió y aún se acuerda.

- Bueno y tampoco me gustó cuando no querías hablar conmigo. Que te llamaba y no querías cogerme el teléfono, lo pasé muy mal. Esa sensación de que no quisieras ni hablarme no me gustó.

- Yo también lo pasé muy mal, pero en ese momento quería cortar, quería acabar con todo y sabía que si te hablaba no podría.

- La verdad que si me hubieran dicho entonces que iba a acabar contigo, en otro trabajo y como estoy ahora, no me lo habría creído. Estaba tan a punto ya de irme a vivir con ella, más o menos bien el trabajo , habíamos hecho muchos planes y no pensé que cambiaría tanto la situación.


Tampoco yo lo pensaba. Aquellos días sin hablarnos, que aunque fueron dos o tres me parecieron una eternidad, creí que eran el final de todo. Tampoco yo me hubiese creído que ahora estuviéramos tan bien, que no tendría que compartirle, que seguiría teniendo dudas respecto a nuestro futuro aunque diferentes a las que tenía.

Mañana empieza en el nuevo trabajo, nuevos horarios y turnos. Se acabó vernos todos los días. Se hará lo que se pueda, pero se me va a hacer muy duro no verle tan seguido, no ir a jugar cada día con él. Empieza una nueva época.