domingo, 20 de septiembre de 2009

Vaya semanita!

No sé muy bien explicar cómo me siento. Ha sido una semana rara, en la que no he sido capaz de desconectar y he llorado más que he reído. Y aún así, puedo decir que me lo he pasado bien en las vacaciones.

Supongo que me ha influido las pocas ganas de volver al trabajo, de ver a la innombrable, y que estuviera a punto de que me vieniese la regla. He estado bastante deprimida. No he dejado de darle vueltas a mi relación, de pensar que está estancada y no pasará de aquí, que he llegado hasta donde podía llegar y ya está. Y para colmo no he dejado de pensar en mi ex.

Ya sabéis que iba a irme el finde pasado de viaje, pero mi niño se puso malo y tuvimos que cancelar los primeros días de hotel. Pasé el finde en casa sola, algún rato iba a la suya para estar con él ya que no estaban sus padres, pero no me quedé a dormir ni nada. Tanto tiempo sola me dio para pensar mucho. Para pensar lo de siempre.

Por fin el martes pudimos irnos, pero yo no estaba bien, estaba deprimida y a la vez con ganas de salir de aquí. Discutía con él y a la vez quería estar bien, quería que todo fuese perfecto. Entre mis pensamientos y mis sentimientos se formó un cóctel explosivo.

No podía disfrutar pensando en que una semana se pasa volando y tenía que volver al trabajo en el que estoy mal, que tendría que volver a las mismas hipocresías y a aguantar a mi jefa. Pero a la vez me enfadaba conmigo misma por estar pensando en eso en vez de disfrutando. Me fastidaba tener a esa gentuza en la cabeza, hasta nombrarla en vez de divertirme y pasar de todo.

Pensaba que mi niño no me quiere, que ésta situación seguirá así hasta que yo me canse o él se vaya . Me sentía mal porque cada vez lo noto más distante, o más acomodado, o yo que sé. Y recordaba a mi ex, lo romántico que era, las cosas que me decía, que era la pieza que encajaba en mi vida perfectamente. Pero yo no en la suya por lo visto.
Y a la vez pensaba que mi niño también tiene momentos buenos, detalles, que se preocupa por mí y me quiere, pero son personas diferentes, y quizá estoy idealizando algo que duró unos meses y que al fin y al cabo terminó.

Como era de esperar no estaba bien, me sentía triste y casi no podía disfrutar, él me preguntaba qué me pasaba hasta que al final empecé a hablar. Hablamos del trabajo, y me desahogué, y podía haberlo dejado ahí, pero tuve que seguir hablando y volviendo a sacar el tema de lo nuestro. Al final como siempre nada nuevo. El no está enamorado de mí, y aunque a la vista de todos los que lo saben parezca que seamos una pareja, no lo somos.

Pasé la noche mal, ni enfadada, ni pensando, ni nada. Simplemente dolida. Sabiendo que estoy metida en algo de donde no puedo salir, o simplemente no quiero. Por otras razones. Por otros momentos.

A la mañana siguiente no dejaba de abrazarme diciendo que no quería verme así, que no le gustaba verme mal, y que por favor estuviera bien. Que me olvidara de todo y disfrutara de las vacaciones, que no pensara en nada más, que lo importante es ahora.

Poco a poco fui estando mejor, pero ya era jueves, y el viernes volvíamos a casa. Se vino conmigo porque no quería dejarme llegar sola tan tarde, no quería que fuese sola por el parking a esas horas. Pero el sábado a mediodía se fue a su casa, porque tenía que preparar unas cosas para una reunión que tiene el martes y porque quería ver a sus padres.

He visto sitios preciosos, he tenido momentos muy buenos, lo he pasado bien en general, pero desde luego no han sido las vacaciones de mi vida. He pasado más tiempo dándole vueltas a la cabeza por todos los temas que simplemente disfrutando.

Desde ayer vuelvo a estar sola, y vuelvo a pensar sobre todo en que no quiero volver al trabajo, que tengo que pedir un cambio pero no me atrevo porque no sé si será para peor. Que no tengo ganas de volver a ver la imbécil y aguantar sus chorradas. Lo malo es que no me queda más remedio, y aún así lo he pasado mal. Me he agobiado, he llorado, me he enfadado con quien no tiene culpa, he tenido dolores de cabeza, nervios y un dolor en la boca del estómago que no había sentido nunca.

Quiero recordar los lugares tan bonitos que he visto, los pueblos, las playas, el paseo en barco hasta las Islas Medas en el que no dejaba de abrazarme y me daba besos. Las comilonas junto al mar en las que me daba la mano por encima de la mesa. El hotelazo en el que estuvimos una noche, alejados del mundo, literalmente, y disfrutando del spa los dos solos porque no había nadie. La cena que nos pegamos allí porque estábamos lejos para salir a otro sitio y que nos costó 91 €!!, pero que la disfrutamos y nos reímos pensando que podríamos acostumbrarnos rápido a esa vidorra, y que en lo que queda de mes y el siguiente tendría que estar a base de sopa de sobre y patatas porque no me iba a llegar para nada más, jajaja. El paseo en barco por los canales de Empuria Brava viendo las casas de la gente podrida de dinero. El momento de relax tomando el sol en una cala perdida que parecía cualquier sitio del Caribe, o las Seychelles o algún sitio exótico.

En fin, que no todo ha sido tan malo, que ha habido cosas buenísimas, pero aún así sigo estando un poco depre, encima me siento gorda y fea. Y para colmo la cámara de fotos que era nueva ha resultado ser una mierdecilla, porque las fotos han quedado bastante regular.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Una vez, creo recordar que no hace mucho, colgaste unas fotos de un viaje que habías hecho, y estabas estupenda, asi que estoy segura de que seguirás estándolo.

Podría decirte que no le des tantas vueltas a la cabeza, pero no voy a hacerlo. Si le estás dando vueltas a la cabeza a algo, es porque necesitas hacerlo. Dale las vueltas que haya que darle a lo que te esté pasando, escuchate, no te castigues, entiendete, no te juzgues, poco a poco encontrarás la serenidad necesaría para saber que hacer.

Eva dijo...

Ay que poco me gusta verte así, y deja de decir que estás gorda y fea, que en las fotos que has puesto por aquí estás genial.

Lo del trabajo, qué te voy a decir, a mí también me amrga venir al mío porque me llevo mal con mi jefa y es un trabajo en el que no me siento realizada, pero intento no pensar mucho en ello, pienso en ello como 8 horas que tengo que pasar al día aquí para conseguir dinero y cuando cojo el coche para volverme a casa me olvido de todo hasta el día siguiente.

Lo de tu chico, yo también le doy muchas vueltas a mi relación, intento hacer un poco como en el trabajo, intentar no pensar en ello y dejarme llevar a ver que pasa.

Besos y ánimo guapa.

Carnmars dijo...

Mira si tu eres fea y estas mal...yo ni te cuento vamos la duquesa de Alba es más guapa q yo...no te digo más!!!!...Nena eres un bombón, pero uno de los buenos de los caros!!!..así q empieza a creertelo!!!!

Y en cuanto a tus rayaduras de cabeza, no sé es inevitable que pienses pero sabes q cuantas más vueltas le das a una cosa más negra se pone...Has probado a cantar pá q se vayan los malos pensamientos???...A mi me funciona...además dicen q el q canta su mal espanta!!!!...Pruebalo!!!!!

Dejate llevar más...Lo q tenga q ser será, pienses o no piense!!!

Besicos preciosa!

Nekki dijo...

Bueno, ya sabes lo que tienes que saber pero que diablos! no sacas nada con darle tantas vueltas a la cabeza si siempre la conclusión es la misma. Disfruta lo que tienes mientras dure... que si no lo haces, despues te dirás que perdiste mucho tiempo pensando y no disfrutando... yo creo que con el tiempo, todas las cosas se pondrán en su lugar, incluyendo lo del trabajo... no hay mal que dure cien años, ni idiota que lo soporte - esto ultimo sin ofender porsupuesto - por ahora, es lo único que puedo decir... aprovecha lo que tienes aunque no sea lo que realmente deseas pero como el título de tu blog... es lo que hay...

Saludos y animo.

Anónimo dijo...

no creo que sea un buen consejo que le digais que se deje llevar y que se conforme con todo. vale que hay cosas que no podemos cambiar, pero cada uno tiene lo que se busca y hay que luchar un poquito por ser feliz, en vez de meterse en cosas que a uno le perjudican, y como es lo que hay, a aguantarse?