sábado, 1 de septiembre de 2007

Tú me acostumbraste

Podría acostumbrarme fácilmente a escucharte decir qué guapa estás tantas veces como ayer.

Podría acostumbrarme a que me des la mano mientras cenamos, o a que te levantes a abrazarme porque te ha gustado la cena.

Podría acostumbrarme a que me abraces cuando te despiertas diciéndome que tienes frío para que yo te lo quite.

Lo malo, o lo bueno, es que ya me estoy acostumbrando a tus abrazos, a que cada vez sean más largos, más intensos.

Me estoy acostumbrando a que me llames todos los días, a que me digas que no quieres que esté con ningún otro tío, porque en el fondo me encanta cuando te pones celoso.

Estoy acostumbrada a que hagas planes conmigo, a verte ilusionado con salir conmigo, a tu olor en mis sábanas que me acompaña cuando ya te has ido.

Pero no me acostumbro todavía a tu ausencia. Cada día duele más. Todavía no puedo evitar que el dolor no aparezca cuando como hoy veo tu coche aparcado junto a un restaurante de los caros y pienso que estarás con ella. Aunque estuvieras en el McDonalds, no me acostumbro a que no estés conmigo.

Todas tus dudas hacen que las mías crezcan cada vez más, porque cada vez entiendo menos.

Pero ya me estoy acostumbrado a intentar dejar de entenderte. Solo disfruto lo que me das, los ratos que pasamos juntos que cada vez son más románticos, más tiernos, más intensos.

Te pregunto si hay alguna posibilidad de que no te vayas de vacaciones con ella y me contestas, no lo sé Sally, de verdad que no lo sé.

Pero ya estoy acostumbrada a estas respuestas ambiguas, que no sé si significan me gustaría irme contigo pero es difícil, o deja ya el tema.

Ya estoy acostumbrada a esperarte, a vivir con la añoranza de tí, a que por mi estómago vuelen mil mariposas cada vez que voy a verte, a que quieran salir a buscarte cuando no estás, a desear que hoy me des una sorpresa y vengas a dormir conmigo porque no te quedas mucho rato por ahí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nena a lo bueno puede acostumbrarse rápidamente cualquiera, aunque si te digo la verdad a mí hay veces que se me hace super raro tener un buen momento.

Pero también tenemos que sobrellevar los momentos malos, aunque solo sea pensando que luego tendremos nuestra recompensa. Quiero pensar así, por qué no? Por qué nunca va a ir bien? Claro que si, todo puede dar un giro, todo puede cambiar. Y si no, no se podrá decir que no sea porque no hemos aguantado, buenos y malos momentos.

Besos guapa