domingo, 23 de agosto de 2009

Soy incapaz

En tres semanas solo lo hemos hecho una vez. Este finde ninguna.
Le he preguntado qué le pasa, si es que ya no le gusto, o si le pasa algo que no tiene ganas, si ha estado con otra.
La contestación es la misma de siempre.

- Otra vez estás con lo mismo? Siempre estamos con la misma conversación.
- Será porque te pasa algo
- Hija no sé, esto va por rachas.

Yo no tengo rachas, la única que he tenido dura tres años y pico ya y es la de desearle cada día más. La de tener ganas de sentirle cerca, la de besarle cada vez que le veo.

El me dice que ya sé como es, que los dos sentimos de forma diferente, que esto no es cosa de la razón, que se tiene que sentir.
Yo le digo que entonces algo falla, porque precisamente no tienes que pensarlo ni sentirte obligado, tienes ganas o no.
Me dice que no está conmigo por sexo, que hay otras cosas que le compensan más, que le hacen estar bien conmigo.

Le he dicho que se fuera a su casa. Yo estaba sentada en la cama en mi habitación, mientras oía cómo metía sus cosas en las bolsas de plástico, y cómo cerraba la cremallera de la maleta. Cada sonido era una lágrima más que me caía, como un cuchillo que se me clavaba en el alma. Y yo repetía para mí, no te vayas, no te vayas, ven aquí y abrázame.

Se ha quedado en la puerta mientras se despedía, para decirme que se iba, y que no quería verme así, que yo soy alguien muy especial para él, que le he marcado mucho y le he ayudado en muchas cosas.
Le he preguntado si esto le ha pasado con las demás chicas que ha estado o solo conmigo.
Me ha dicho que él nunca había estado tanto tiempo con una chica, que con la que más era su ex, y habían sido dos años y siempre estaban peleando y con crisis, que ya lo sabía yo.
Nosotros el único problema que tenemos es que siempre estamos hablando de este tema y que me pensara que quería hacer, que si quería nos tomábamos un tiempo.

Yo también tengo las cosas claras sé que le quiero y quiero estar con él, y si quiere que piense él lo que quiere hacer conmigo y con lo que siento.

El me decía que en cualquier caso no querría cortar de raíz como con otras chicas, que conmigo querría seguir el contacto, y que contara con él para cualquier cosa.

Me ha preguntado que qué hacía si se iba o se quedaba, le he dicho que se quedara.

Supongo que soy idiota por echarme para atrás en mi decisión, por no terminar con esto sabiendo que los sentimientos no son los mismos que los míos.
Soy incapaz de dejar que se vaya, de perderle.
También hay otras cosas que me compensan, aunque haya otras que me falten, y sé que le quiero por encima de todo.
He pasado por muchas cosas, he derramado muchas lágrimas, sé que no me quiere como a mí me gustaría, y sigo con él.
Soy imbécil, pues vale.

lunes, 3 de agosto de 2009

Mi mejor momento del día


Es cuando vamos a la playa por la tarde, paseamos por el bosque y llegamos a las rocas donde está nuestra cueva. Allí nos desnudamos y nos bañamos solos. A veces hay gente alrededor, pero muy poca, no es un sitio donde haya aglomeraciones.

Me gusta cuando me coge por la cintura para hacerme saltar las olas que estos días vienen más fuertes.
Me gusta abrazarle con los brazos y las piernas y ver cómo le brillan los ojos al sol.

Me gustan esos besos y esas palabras que se escapan en ese momento.

Y si ya vamos al cine después, la tarde es perfecta.

domingo, 2 de agosto de 2009

El lado oscuro

No me gusta hablar de estas cosas en mi blog, porque lo dedico a otras. Pero últimamente estoy pasando una mala temporada en el trabajo.
A decir verdad la mala temporada dura ya un año más o menos, pero lo he ido pasando como he podido. Hace ya bastante tuve malos rollos con mi jefa, broncas y eso, y la odio tanto que no lo podéis imaginar. No la soporto. Quería pedir un cambio de sección, pero el caso es que con mis compañeras estoy bien y no me atrevo porque a saber dónde iré a parar, porque hay cada uno y cada una que madre mía.
Todos me dicen que tengo que ser valiente y cambiar, y al final tendré que hacerlo porque no puedo estar siempre agobiada pensando en el tema.

Para empeorar la situación en octubre del año pasado pasó algo que no quiero alargarme en contar y el caso es que cinco compañeros y yo acabamos poniendo una demanda. Se suponía que era por una cosa y después nos enteramos que había más historias, un informe negativo de cada uno de nosotros y que nunca habíamos visto ni sabíamos nada de él. Se decían cosas muy fuertes, y todo mentira, claro y eso me dejó más hundida.
Siempre he dicho que no soy la mejor trabajadora, pero desde luego tampoco soy la peor. Y no creo que me merezca como me han tratado. Lo bueno del tema es que todo empezó porque querían cargarse a uno que no es del mismo partido político y no lo soportan y para que no fuera tan evidente han arrastrado a los demás.
No creo que se esperaran la reacción que tuvimos de poner una demanda, y como suele pasar al final la bola se ha ido haciendo cada vez más grande, y ellos se ponen bordes por un lado y nosotros atacamos por otro. En definitiva, una mierda.

Y lo peor de todo es como me está afectando todo esto. No es que nunca haya tenido ganas de que llegara el lunes para ir a trabajar, pero es que hace ya un tiempo que empiezo a agobiarme en cuanto llega el domingo. Cuando volví de Berlín, los días que me quedaban hasta empezar a trabajar no hacía más que soñar con el trabajo. Me pasa mucho, por lo que no duermo bien y no descanso. Me pongo nerviosa y lo acaba pagando la gente que tengo alrededor y que no tiene culpa de nada. Yo no quiero que esto influya en mi vida, quiero salir de allí y olvidarme, pero no puedo. Y luego me entra la desgana y no me apetece hacer nada. Yo me digo, Sally, que no te ganen, que ellos estarán tan ricamente disfrutando de todo y no se acuerdan de tí, olvídate tú tb de esa panda de hijos de puta.
Y ahí sale mi lado oscuro, y empiezo a desear que se mueran, no que se mueran no, que les pase algo que realmente les haga sufrir, que lo pasen mal. Y os puedo jurar que no es la típica sensación pasajera, realmente lo siento y lo deseo, y les deseo todo el mal del mundo y yo poder verlo para disfrutarlo.

Este finde no he hecho nada, he estado en casa y encima no he parado de darle vueltas casi todo el tiempo, me he aburrido, me he sentido insegura y encima me da por pensar otra vez en que mi niño no me quiere lo suficiente, no me desea, porque se levanta por la mañana y ni siquiera me toca.

Este finde estoy depre.