martes, 24 de febrero de 2009

Te lo has pensado?

Lo que no te mata te hace más fuerte. De la misma manera si lo nuestro no se acaba con una discusión o una pequeña crisis, nos hace sentirnos más unidos. Nos damos cuenta de que quizá es más fuerte de lo que pensábamos.

A mí me encanta el sexo, y sobre todo el sexo con él. El es más frío que yo, yo soy muy lapa.
Cuando yo estoy mal lo primero que quiero hacer es meterme entre sus brazos, es ahí donde me siento a salvo de todo. Cuando él está mal a veces quiere desaparecer y estar solo.
A mí los nervios y las preocupaciones no me afectan con él, sigo deseando abrazarle, hacer el amor con él. A él le hacen comerse la cabeza y no está para nada ni para nadie.

Por todo esto el domingo tuvimos una discusión, otra, la misma que últimamente.
El no tiene tantas ganas de hacerlo y yo me muero por estar con él, le digo que si ya no le gusto, si no está a gusto conmigo, que yo no puedo estar haciéndolo una vez en todo el finde.
Al final dice que cada uno es como es, que no puedo cambiar su forma de ser, que a veces le encanta que le toque, pero otras veces no le gusta que le toque ni yo ni nadie.

Me dice que si no estoy bien que me lo piense, que tengo que valorar otras cosas, que si solo quisiera sexo ahora tiene a la asturiana y podría irse con ella, y quizá lo hiciera, pero estoy yo y no quiere hacerlo. Dice que ahora no quiere ser pareja ni mía ni de nadie, que no está enamorado de mí, pero no sabe si cuando pase el tiempo querrá dar otro paso más conmigo, o no, o aparecerá alguien. Nunca se sabe nada.
Dice que no le da igual lo que yo decida, que no quiere perderme, que lo pasaría muy mal y le costaría mucho, pero cuando pasara un tiempo cortaría radicalmente y seguiría adelante.

Y yo pienso, y me siento mal, y valoro.

Pienso en el día anterior, que estuvimos pasando el día en Barcelona, que me invitó a comer, que paseamos de la mano, que comimos helado y fuimos al Imax en 3D, que hablamos, reímos y me sentía realmente feliz.

Y me siento mal porque no quiero discutir con él, ni quiero oir ciertas cosas, pero prefiero saberlas que vivir una mentira. Y no quiero perder a alguien tan importante para mí, a alguien que cada vez me demuestra que le importo.

Y sobre todo valoro cada detalle, cada cambio que ha tenido por mí, cada momento que me demuestra que se preocupa por mí, que soy importante también para él.

El me llama por la noche para preguntar que tal estoy, si ya se me ha pasado.
Me llama al día siguiente y me pregunta qué tal estoy. Le digo que estoy pensando.
Me llama por la noche y me pregunta si ya he pensado, que qué quiero hacer.

Le digo que ni él ni yo somos perfectos, que tendré que aprender que no todo el mundo es como yo ni como me gustaría que fuera. Que igual que él acepta lo que no le gusta de mí, yo acepto lo suyo, y que valoro lo que él cree que no, que me importa más de lo que piensa, que no tengo que disculparme porque me guste hacer el amor con él a todas horas, y que intentaré adaptarme, pero que también él tiene que poner de su parte.
Después de todo lo que hemos pasado no podemos terminar ahora por una diferencia de personalidad, por no hablar las cosas.

Y me doy cuenta de que estamos más unidos de lo que creía, de que siente algo más que hace un tiempo.

viernes, 20 de febrero de 2009

La asturiana

Hace ya un tiempo mi niño me contó que una compañera suya creía que le iba detrás. Siempre hacíamos la broma de si le gustaba o no.

Para Navidad, supongo que entre copa y copa de tanta celebración, la chica se soltó y le dijo que le gustaba mucho, que no le importaría tener algo con él. El le dijo que no quería ningún rollo, que estaba con alguien aunque no era su pareja, pero que era una relación especial.

El siempre me ha dicho que a esta chica la ve como su hermana, que aunque es guapilla y le cae muy bien, no le ve nada más.

El caso es que siempre bromeando con la asturiana. Me mosqueé un poco cuando me dijo esto en Navidad, pero bueno, se me pasó pronto.

Pero esta semana la tía le ha vuelto a decir que le gusta mucho, y él ha vuelto a decirle que se siente muy halagado pero que no quiere nada.

Ella tiene novio, pero vive en Asturias, y parece ser que no está enamorada de él, pero llevan muchos años y le quiere mucho. Eso sí, si mi niño se dejara no le dejaba escapar, está claro.

Esta vez yo me he agobiado un poco, porque he empezado a pensar que como ella insista mucho a ver qué pasará.
Yo he estado en ese lado, sé lo que se siente, incluso estuve detrás de un tío casado en el trabajo, así que sé perfectamente lo que puede pasar. (Hay que decir que este tío nunca quiso tener nada conmigo, así que aún tengo esperanzas de que no pase nada).

Tengo miedo de que ella le diga todas esas cosas que a cualquiera apetece oir, y luego intente darle celos o empiece a pasar de él y entonces él vaya detrás de ella. No sé, ya por pensar pienso tantas cosas.

El me dice que no va a pasar nada, que con esta chica no hay chispa ni nada, que esté tranquila. Pero es que se llevan muy bien, hablan mucho, incluso de temas personales o íntimos, y mi niño no es de los que se abre a la gente.
Dice que le ha contado que está conmigo, que sabe mi existencia, incluso sabe mi nombre y me ha sacado en la conversación. Esto lo sé por todo lo que va contándome de las conversaciones que tienen y demás.

Quiero creerle, además siempre me cuenta lo que ha pasado, incluso hace bromas para ponerme celosilla, pero yo no puedo dejar de pensar y de estar intranquila cada vez que la nombra.

No quiero perderle después de todo lo que hemos pasado y tampoco soportaría que me dejaran por otra una vez más.

lunes, 16 de febrero de 2009

San Valentín

Y llegó San Valentín otra vez. Y tuve que volver a oir lo típico, pero no te ha regalado nada?

Pues no, no me regaló ni flores, ni bombones, ni un colgante o un anillo.

Pero estuvimos el finde de escapada, y por la noche quiso que nos arreglásemos bien, él se puso hasta corbata, yo el vestido de fin de año, y dijo que quería ir a algún sitio especial para estar tranquilos y darnos un capricho con la cena. Ese fue su regalo. Y me gustó tanto como cualquier otro, porque le puso ganas, porque me dijo que yo era la única chica por la que se había puesto corbata y porque disfrutamos mucho los dos.

El hotel en el que estuvimos estaba en medio de la montaña, rodeados de naturaleza, las habitaciones de madera, nos pusieron cava y bombones. Y después de estar viendo cosas por la mañana, de jugar a tenis, de ir un rato al gimnasio y ducharnos, nos tumbamos a ver la tele, y bebimos el cava y comimos bombones, y patatas fritas, y nos reímos viendo la tele.
Luego empezaron los mimos, los besos, las caricias.
Yo había llevado unas luces rojas con forma de corazón, música romántica y pétalos de rosa para echarlos encima de la cama. Pero no me dio tiempo ni de sacarlos de la caja.

Fue un bonito finde, aunque no haya sido de los mejores. Ambos estamos con rollos del trabajo y un poco agobiados, y por mucho que queramos desconectar no puedes, llevas el mal rollo encima y siempre sale por algún sitio.

Esperemos que todo pase pronto.

viernes, 6 de febrero de 2009

Por fin viernes!!

Y la verdad, hacía mucho que no lo decía con tantas ganas. Y es que llevo tres semanas sin ver a mi niño y hoy por fin podrá venir a casa.

He estado desaparecida, pero es que tampoco ha pasado nada especial, y algunos días he llegado a casa tarde y tan cansada que no tenía ganas de nada.

Ahora tengo muchas ganas de que me llame para decirme que pase a buscarle y estar en casa por fin con él!!

Feliz finde a tod@s!!